El nuevo supuesto beneficio contempla un pago de $350 pesos en el sistema integrado de Metro, Transantiago y Metrotren Nos. Pero tiene un engaño. Quienes decidan acceder a dicha tarifa, perderían el beneficio actual donde pagan $230 pesos para el uso exclusivo del metro.
De esta forma desde la Unión Nacional de Pensionados denuncian que así la tarifa en el metro, en los hechos, subirá a $350, porque no se pueden complementar ambos "beneficios".
Es decir, quienes sólo opten por usar metro, podrán mantener la tarifa original, pero quienes opten por el nuevo beneficio para el sistema integrado, deberán pagar ahora 350 pesos en el metro. En última instancia, los adultos mayores tendrán que optar por el aumento de la tarifa en el metro para acceder a este "beneficio" en el sistema integrado de transporte.
Debemos considerar que la medida trae consigo este aumento significativo para los adultos mayores que hoy cuentan con las peores pensiones y jubilaciones las cuales en promedio no superan los $130.000.
Hoy los adultos mayores deberán optar por el aumento de tarifa para poder utilizar este beneficio del transporte de manera integral lo cual al contrario de ser un beneficio afectaría la economía para este grupo vulnerable de la población.
Muchos de nuestros adultos mayores deben continuar trabajando para subsistir con pensiones miserables, no cuentan con una atención de salud primaria, sin mencionar la catástrofe que hoy tenemos en relación a la pandemia.
Para la Ministra de transportes Gloria Hutt el principal objetivo al parecer es que todos los adultos mayores se vean sometidos a utilizar la nueva tarifa pensando sólo desde su lógica empresarial y en las ganancias que esta alza tendrá para los empresarios y el Sistema integrado de transporte, dejando de lado las reales necesidades de los adultos mayores.
Es tremendamente necesario exigir gratuidad para el transporte público de nuestros adultos mayores a nivel nacional, sea cual sea el medio de transporte público que utilicen y no intentar engañar a quienes han trabajado toda la vida y hoy sufren con las pensiones de hambre, del engaño de las AFPs, a quienes son los más vulnerables y tienen una situación de precariedad cada vez en aumento.
Chile es uno de los países llenos de contradicciones en este sentido, teniendo un sistema de transporte extremadamente caro versus la calidad que proporciona y la satisfacción de los usuarios. Entendiendo que las nefastas consecuencias del Transantiago iniciado por El Gobierno de Lagos e implementada con Bachelet hasta la fecha continúan afectando a los sectores más vulnerables, problemas de conectividad, acceso viales, seguridad, etc., en donde también hemos sido testigos de las precariedades de las empresas del transporte con sus trabajadores.
Hoy no sólo debemos exigir gratuidad para este grupo vulnerable, sino plantear la necesidad de una solución estructural, en pos de un sistema Nacional de transportes gratuito, de calidad, ecológico, que sea controlado por los propios trabajadores que permita terminar con el problema del transporte público para el pueblo trabajador y sus familias. |