Te mostramos la trayectoria de este empresario amigo del poder en este nuevo identikit de #MundoConurbano, programa emitido los miércoles a las 20.30h por La Izquierda Diario Multimedia.
Ricardo Bruzzese es un empresario de la carne y presidente de la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica Argentina (CADIF). Es dueño de una distribuidora de carne, y de los frigoríficos Penta, Arenales y la Huella (Avellaneda Carnes). En una entrevista en profundidad a Página 12, en 2011, contó que hace años también lleva adelante una militancia política en el peronismo: “Milito hace 22 años. Fui presidente de la Juventud Peronista con Federico Russo, en La Matanza, y mi papá, Miguel Bruzzese, era dirigente de Luz y Fuerza con (José Ignacio) Rucci. A la primera unidad básica de Ciudad Evita la pusieron los dos juntos. Milité toda mi vida, pero me dedicaba más a trabajar porque quería hacer plata”.
Fue el principal impulsor del programa “Carne para Todos”, puesto en pie en 2011 por el entonces secretario de Comercio Guillermo Moreno, bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Al respecto de su rol preponderante en el programa, se sinceró en una entrevista a Canal 26: “Al tener tanta demanda empezamos a perder. Yo lo hice como campaña política también, y como parte de la ayuda porque soy un empresario con conciencia social, y en diciembre lo dejé de hacer”.
Como vemos, se trata de un empresario con importantes vínculos en el peronismo y con una fuerte aspiración política. Ese mismo año quiso lanzarse como precandidato a intendente por La Matanza. Durante su campaña, participó junto a Hebe de Bonafini, Guillermo Moreno y el entonces ministro de Economía Amado Boudou, de un Acto de la Memoria en el Mercado Central, en el que afirmó: “Este país de amor y de solidaridad solamente lo puede representar a quien nos dejó Nestor Kircher, la compañera Cristina Fernández de Kirchner”.
Pero finalmente se bajó de su candidatura, después de que varios medios lo implicaran en un escándalo de corrupción ligado a Madres de Plaza de Mayo y Sergio Schocklender. En ese entonces, envió una carta que fue reproducida por varios medios, donde no se pronunciaba por las acusaciones, sino que se limitaba a explicar que no iba a participar de las elecciones por un supuesto "pedido de la misma presidenta Cristina Fernández".
De esa manera, se vieron frustradas sus aspiraciones políticas pero no su carrera empresarial. En 2018, llevó adelante una ofensiva sobre los derechos de los trabajadores en el frigorífico La Huella, de Florencio Varela, en la zona sur del conurbano. Sus trabajadores denunciaron que había impuesto un lock out patronal. ¿Cómo terminó el conflicto? Con los delegados de los trabajadores despedidos.
Carlos, ex delegado despedido del frigorífico la Huella, explicó a La Izquierda Diario: “Hace dos años que estoy fuera del frigorífico la Huella, hoy en día se llama Avellaneda Carne, perteneciente al mismo dueño, Ricardo Bruzzese. Nos inventó una causa y nos dejó a los dos delegados afuera, después de dos semanas de lucha consiguió doblegar a la gente y arrancar con la faena sin los dos delegados. En La Huella aflojaron y le sacaron todos los derechos, tenían cien horas de convenio quincenales, trabajaron a 70, y así fueron quitando todos los derechos, hoy en día ni siquiera tienen permiso para ir al baño”. Se trata de una situación que se agrava en estos últimos días, ya que los trabajadores denuncian que ya hay contagios por COVID-19, mientras ni la empresa ni el municipio de Varela realizaron la desinfección, exponiendo sus vidas a costa de la amenaza de perder sus trabajos. Una alarmante situación de la que no solo la empresa sino también el intendente Watson como el gobernador Kicillof son responsables.
Ese ataque a los derechos de los trabajadores fue repetido por este empresario nada más y nada menos que en el medio de la crisis sanitaria, económica y social que profundizó el coronavirus en nuestro país: el 18 de marzo, decidió llevar adelante un lock out patronal en el frigorífico Penta, en Quilmes, y dejar a 240 trabajadores en la calle. Además, se rehusó a pagarle las quincenas que les adeudaba de marzo. Los trabajadores de Penta denunciaron que esta decisión de Bruzzese tiene sus raíces en el ataque a la organización gremial de los trabajadores: “El patrón nos quiere echar a 3 delegados que ganaron y 17 compañeros más, y hasta que esos compañeros estén afuera la empresa no quiere abrir las puertas”, explicaron a este medio.
En ese marco, el 1° de abril, el gobierno decretó a nivel nacional la prohibición de los despidos y suspensiones. “Como hicimos un esfuerzo muy grande, no me resulta grato ver que alguien despide un empleado. Voy a ser duro con ellos y voy a ser duros con quienes despiden gente”, dijo en ese entonces en una conferencia de prensa el presidente Alberto Fernández. Sin embargo, los trabajadores de Penta siguieron sin poder volver a sus puestos de trabajo.
Frente a esto, los trabajadores comenzaron a organizarse, y denunciaron las condiciones de extrema precariedad laboral que les imponía este empresario: “Trabajo en el frigorífico Penta hace dos años y medio en negro, me pagan 80 pesos la hora, he trabajado de día y de noche, estuve en mantenimiento, en faena, y cuando venía el Ministerio de Trabajo o la AFIP nos hacían saltar los muros o hacernos esconder en las terrazas, somos más de 100 trabajadores en negro”, contó uno de los trabajadores a La Izquierda Diario.
Frente a esta situación, se movilizaron a la intendencia para exigir una respuesta de las autoridades. “Es una verdadera vergüenza porque primero presentó la conciliación obligatoria el ministerio de Trabajo y no la aceptó, y lo que dijo el presidente tampoco lo aceptó, y estamos esperando una respuesta de Mayra Mendoza”. La intendenta de Quilmes, que durante su campaña política visitó el frigorífico Penta, se desentendió sin embargo de la situación que viven los trabajadores.
El 9 de abril mientras se encontraban reclamando por sus puestos de trabajo y denunciando la ilegalidad en la que se mantenía Bruzzese, fueron duramente reprimidos por la policía bonaerense de Sergio Berni, ministro de Seguridad provincial, y Axel Kicillof, gobernador de la provincia. Claudio Dellecarbonara, diputado provincial por el PTS/ Frente de Izquierda, se acercó esa misma tarde para solidarizarse con los trabajadores, y realizó un pedido de interpelación a Sergio Berni en la Legislatura provincial para que dé explicaciones acerca de quién ordenó el brutal operativo. Pero de esa represión, que dejó a un trabajador gravemente herido, nadie se hizo cargo.
Con esa total impunidad continuó manejándose este empresario. No solo se negó a cumplir las conciliaciones obligatorias dictadas por el Ministerio de Trabajo, sino que luego de la represión, como denunciamos en La Izquierda Diario, se instaló a una patota en la planta, que intentó amedrentar a los trabajadores y los llegó a atacar incluso con balas de plomo. “Este empresario se maneja como un patrón de estancia, como si fuera el dueño de la provincia de Buenos Aires”, denunció en ese momento Angel, delegado de la comisión interna de Penta.
Mientras tanto, Ricardo Bruzzese posaba de solidario en una olla popular impulsada en CABA por La Cámpora, la agrupación política de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. Al parecer, sin darse por aludido y a pesar de dejar en la calle a 240 familias en el medio de la pandemia (aun estando el decreto que prohíbe los despidos y suspensiones en vigencia), Bruzzese insiste con el doble discurso que caracteriza su carrera en el mundo de los negocios donde pretende mostrarse como un “empresario con conciencia social”, mientras ataca la organización de los trabajadores y los deja sin su sustento en un momento de crisis económica, social y sanitaria.
Los trabajadores del frigorífico Penta ya cumplieron 100 días en pie de lucha. Vienen organizándose con los sectores nucleados en la Coordinadora de Trabajadores en Lucha de la Zona Sur, cosechando el apoyo de organizaciones políticas y sociales, y personalidades referentes de los Derechos Humanos, y continúan denunciando el cierre ilegal de la planta, peleando por sus salarios adeudados y por sus puestos de trabajo. “Si no nos mata el coronavirus, nos mata el hambre”, explicaron reiteradas veces.
“Parece que Ricardo Bruzzese tiene más poder que el propio Presidente”, denunció uno de los trabajadores en una de las jornadas de lucha que protagonizaron en el Puente Pueyrredón. En el medio de la situación abierta por la pandemia que estamos viviendo, el gobierno deja actuar a los empresarios que aprovechan este momento para atacar la organización de los trabajadores y descargar la crisis sobre sus espaldas.