En el programa de Nuestra Clase: Al frente, entrevistamos a Daniel Brailovsky, Doctor en Educación, Licenciado en Educación Inicial, Maestro de Nivel Inicial, Profesor de Educación Musical, Magíster en Educación con orientación en Gestión Educativa.
Charlamos sobre la educación en tiempos de pandemia, el rol de las tecnologías en la educación, y de cómo nos imaginamos la vuelta a clases.
Hoy empresas como Zoom, Amazon, Google, están metidas como plataformas en la educación pública en otros países. Desde antes de la pandemia la discusión sobre relación entre tecnología y educación ya existía, y hoy toma este carácter particular.
“En el mundo de la educación existe una asociación naturalizada entre uso de tecnologías e innovación tecnológica. Sin embargo, a pesar de que los cambios tecnológicos inciden en las formas de escribir y comunicarse, la mayoría de estos cambios está motivado por un interés comercial de las empresas que producen tecnología. No puede traducirse a la idea de innovación tecnológica”.
En este sentido, remarcó que el rol docente en esta “educación de plataforma”, está desdibujado en el aspecto ético y político, porque los intereses de las empresas ponen el acento en aspectos técnicos del oficio.
En el momento actual, donde las escuelas a nivel mundial debieron forzadamente utilizar las plataformas para mantener las clases virtuales, Daniel señala que es necesario “humanizar el uso de la tecnología”: no solamente en este contexto se desdibujó la jornada laboral, el tiempo de trabajo y de descanso, sino que “desde lo profesional rigidiza las comunicaciones, estereotipa la relación entre docente y alumnos. Un aula real es infinitamente más interesante y compleja. Esto nos demanda un trabajo de humanización, de problematización política de los recursos tecnológicos, y que las herramientas no nos terminen usando a nosotros”.
También conversamos sobre las desigualdades sociales que ya existían de manera previa a la pandemia, y que se profundizaron y agudizaron en esta situación. Daniel señaló a la pandemia como “una máquina de hacer ver”, citando un libro que leyó recientemente, porque puso en evidencia cosas que ya estaban. Dio como ejemplo, y como nos sucede a casi todos los docentes, de estudiantes que dejan sus clases porque no tienen tiempo para estudiar porque trabajan o no tienen plata para viajar en colectivo. Ahora se profundizó con el uso de las tecnologías, y a quienes ya estaban al límite de la escolarización, “les dio un empujón que los saca violentamente del aula”, por lo que las organizaciones sociales, políticas, sindicales, deben reclamar, y para que se cumplan los programas estatales que garanticen a un acceso igualitario.
Escuela pos pandemia
“Me imagino un regreso lento, un retorno muy gradual. Se está hablando de aulas burbujas, creo que la normalidad va a llevar tiempo largo. Deberíamos pensar cómo vamos a gestionar esa transición”.
“A la hora de dar prioridades las familias y estudiantes que están en situación más vulnerable social deberían tener prioridad. Los más chiquitos que no habían construido su lugar de escolaridad necesitan más volver a la escuela. O los que están en estadíos terminales”.
“Hoy hay que defender la escuela, el rol del docente, y realizar una reconstrucción amorosa del rol de la escuela. La escuela habilita algo que no es habilitado en ningún otro lado. Hay quienes que creemos que la escuela sirve para liberar tiempo, que podés ir a la escuela para imaginarte destinos distintos, te libera tiempo para pensarte con otros, construir destino común, y creo que a esos valores hay que volver. Sería lindo volver a la escuela con otros ojos.
El mundo sería mucho más injusto sin escuela, mucho más salvaje y desigual”.
Por eso, nosotros vemos que esos valores alrededor de la escuela, están hoy en disputa. Hay quienes quieren que la escuela sea una mera reproducción de mano de obra barata para los grandes capitales y están incidiendo en la realidad, tanto empresas como gobiernos.
Sin embargo, la tarea de los docentes es crear una escuela con otros valores, de solidaridad, de igualdad. Se construye mucho en las aulas, en los barrios, en los sindicatos, otros valores de otra escuela.
Gramsci decía que hay que construir una escuela para que todo obrero pueda ser gobernante, en el sentido de liberar totalmente la capacidad de cada uno de los individuos para transformar de conjunto la sociedad.
Estamos convencidxs de que unir las luchas pedagógicas con las luchas de los jóvenes precarizados de Rappi, de movimientos democráticos, trabajadores, de mujeres, para que la escuela esté unida a la vida, es una muy buena pelea para dar. |