Los alquileres aumentaron 3,8% en junio en la Ciudad de Buenos Aires, según un informe del sitio de propiedades Zonaprop. El índice pegó un salto después de dos meses de aumentos menores al 3%. En lo que va del 2020, el precio por firmar un contrato de locación aumentó un 19,8%, bastante más que la inflación, que está en un acumulado de 13,3%.
El dato, si bien es sobre la capital del país, es representativo de la respuesta que tuvieron los propietarios y las inmobiliarias frente a la nueva ley de alquileres, que mejora algunas condiciones para los 9 millones de inquilinos que hay en Argentina.
Con la nueva suba en los precios, los costos mensuales de un departamento de dos ambientes en la Ciudad se ubican en un promedio de $22.758. Si bien las inmobiliarias ya venían amenazando con la suba, los medios reflejaron la noticia como una consecuencia “natural” de la sanción de la nueva normativa.
Pero la aventura puede salirles mal, porque el mercado inmobiliario está en una crisis enorme desde el comienzo de la pandemia. De hecho, las mudanzas están prohibidas por lo menos hasta el 17 de julio, cuando se defina cómo sigue la cuarentena. Tendrán que negociar con los inquilinos que cada vez tienen más dificultades para llegar a fin de mes.
Además, el precio promedio del metro cuadrado para la venta que piden los propietarios es de u$s 2.674, un 0,7% menos que el mes anterior y acumula una baja del 2,3% en los primeros seis meses de 2020. O sea que dejar de alquilar para vender la propiedad no parece ser un buen plan. “En febrero de 2019 se inició un descenso de precio que actualmente acumula una baja del 4,5%. En abril de 2018, el 90% de los barrios registraba incremento de precio, sin embargo, en la actualidad el 81% de los barrios registra disminución de su valor”, detalla el informe de Zonaprop.
Como siempre, una ley no soluciona ningún problema estructural y los especuladores van a seguir tirando de la cuerda todo lo que puedan. De hecho en la cuenta de Twitter de Inquilinos Agrupados se pueden ver reflejadas denuncias contra inmobiliarias que proponen contratos sin respetar ninguna de las nuevas regulaciones y de propietarios que buscan aumentar los precios del alquiler a pesar del decreto presidencial que lo prohibe hasta el 30 de septiembre.
¿Cuáles son los cambios fundamentales de la ley que empezó a regir el 30 de junio? El plazo mínimo de la locación de inmueble serán tres años, en vez de dos
El índice para la actualización anual de los precios estará conformado en igual medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), que debe ser realizado y publicado mensualmente por el Banco Central.
El locatario no tiene a su cargo el pago de impuestos que graven a la propiedad -como el ABL y ARBA- ni el pago de expensas extraordinarias.
No se le podrá exigir al locatario el pago de alquileres anticipados por períodos mayores a un mes; y el importe del depósito de garantía no podrá ser superior al equivalente al primer mes de alquiler.
Los locadores deberán aceptar como garantía alguna de las siguientes opciones: aval bancario, seguro de caución, título de propiedad inmueble, garantía de fianza o fiador solidario o garantía personal del locatario (recibo de sueldo o certificado de ingresos que pueden sumarse en caso de ser más de un locatario).
El locador deberá informar con tres meses de anticipación si renueva y las condiciones para el nuevo contrato. |