Resulta alarmante la creciente cantidad de enfermeros y médicos del hospital Mi Pueblo infectados con Covid-19. En muchos casos el contagio se da a través de pacientes asintomáticos que llegan con otras patologías a la guardia, contagiando así al personal, según precisan los trabajadores. Mientras tanto, las autoridades se niegan a la exigencia de hisopados y testeos, dejando a los y las trabajadoras a merced del llamado "enemigo invisible".
Además, denuncian que muchos de los elementos de bioseguridad (máscaras, antiparras, etc.) se los tienen que comprar ellos mismos, con plata de su propio bolsillo. A ellos, a los que demagógicamente Alberto Fernandez llama "héroes" por cadena nacional, el estado no les brinda los mínimos elementos necesarios para trabajar y cuidar sus vidas.
Según cuentan los mismos trabajadores, ante el llamado de sus compañeros a la ART, nadie atiende el teléfono. Al mismo tiempo, las autoridades se niegan a otorgar la licencia a gran cantidad de médicos y enfermeros que forman parte del grupo de riesgo, tomando así la decisión criminal de exponerlos al posible contagio.
Una situación similar están padeciendo los trabajadores de la Clínica Santa Clara (ex Maria Mater). Según informa el portal INFO VARELA, al menos 35 trabajadores del establecimiento dieron positivo y otros tantos esperan los resultados. Denuncian que durante todo este tiempo no recibieron los elementos de bioseguridad adecuados, que los mamelucos de material descartable se lavan y reutilizan, que los barbijos se usan por arriba de su tiempo de vida útil y que escasean las máscaras y otros elementos. También allí la empresa niega la licencia al personal, obligando a trabajar a personas mayores y con patologías de riesgo.
El resultado de años de abandono y la necesidad de organizarnos.
Mientras Axel Kicillof destina millones de la caja del IOMA a salvar el sistema de salud privada y mas de 300 millones de dólares a los acreedores externos de la deuda usuraria, millones de bonaerenses viven en la miseria sin poder siquiera acceder a un sistema sanitario de calidad. Una realidad que no es nueva, que es una continuidad del recorte a la salud pública llevada adelante por la gestión de Vidal, quien redujo al 5,5% el presupuesto de salud (por debajo del también vergonzoso 6,3% del gobierno de Scioli).
Los trabajadores de la salud, en la primera línea, se juegan la vida todos los días abandonados por el estado y las patronales del sector privado, con el silencio cómplice de los sindicatos. Por eso, hoy mas que nunca, es necesario impulsar comisiones de seguridad e higiene organizadas y llevadas adelante por los propios trabajadores de la salud, que exijan e impongan estas demandas elementales, en defensa de sus vidas y las de los pacientes.
El estado debe otorgar de forma urgente licencia paga al 100% a quienes formen parte de la población de riesgo, tal y como exige el proyecto presentado por Claudio DellaCarbonara (PTS-FIT) en la legislatura provincial. Porque los trabajadores no somos descartables, porque las muertes de Maria Ester Ledesma, Elena Rojas, Felix Ramirez, Hector Bornes, Martin Rivas, Silvio Cufre, a quienes el estado les negó la licencia siendo parte del grupo de riesgo, eran evitables.
Es necesario el pase a planta permanente del personal becario y precarizado de la salud, junto a la incorporación urgente de miles de médicos y enfermeros. Se vuelve urgente la unificación del sistema de salud público y privado para enfrentar el colapso del sistema sanitario. Los sindicatos tienen que tomar estas demandas y ponerse a la cabeza de estos reclamos, porque hoy mas que nunca ¡La salud y nuestras vidas están primero! |
