El Lunes pasado la estrella de Hollywood publicó en su canal de youtube una versión acortada de una entrevista con Angela Rye, donde explaya su postura sobre el movimiento Black Lives Matter (las vidas negras importan). Allí declaró que “estamos en una circunstancia en la que nunca antes hemos estado, el mundo entero se ha levantado y le ha dicho a los afroamericanos ‘los vemos, los escuchamos, cómo podemos ayudarlos?’ Nunca hemos estado en ese lugar”.
Will Smith nació en Filadelfia, una de las ciudades más grande de EE.UU., donde se calcula que al día de hoy más del 40% de la población es negra. “Crecí bajo el gobierno de Rizzo, él pasó de ser jefe de policía a convertirse en gobernador, tenía mano de hierro. Los policías de Filadelfia me llamaron ‘nigger’ (negro, tiene una connotación extremadamente crítica racista) en más de diez ocasiones, me han parado frecuentemente. Así que entiendo lo que es estar en esas circunstancias con la policía, sintiendo como si hubieses sido ocupado, es una fuerza de ocupación” aseguró en la entrevista.
En Estados Unidos, según el “mapeo de la violencia policial”, un afroamericano tiene 3 veces más probabilidades de ser asesinado por la policía que un hombre blanco. A su vez, según este estudio de 2013 a 2019 sólo el 1% de los oficiales de policía acusados de asesinato fueron castigados.
A su vez, el reconocido actor afirmó “fui a una escuela católica en los suburbios, así que entiendo cuáles son las disparidades de una manera realmente interesante, los niños blancos estaban felices cuando aparecían la policía, mientras que mi corazón siempre empezaba a latir con fuerza. Las personas que no crecen en esa situación, simplemente no pueden comprenderla. No podés simplemente comprender lo que se siente vivir en un territorio ocupado”.
Así retrataba su propia experiencia en sus orígenes, atravesadas por el racismo y la violencia policial estructurales en Estados Unidos. También se pronunció en apoyo al desfinanciamiento de la institución policial, una exigencia que cobró gran peso en el movimiento que ganó las calles.
La extensión de esta demanda pone en evidencia el rol del propio Estado y sus fuerzas represivas a la hora de sostener la violencia y discriminación hacia los sectores oprimidos. En el marco de la pandemia la población negra, los inmigrantes, las mujeres y LGBTIs son los más afectados por la crisis sanitaria, social y económica. La represión sistemática a estos sectores no es casual, cuando se observa a los gobiernos del mundo implementar políticas que solo buscan salvar a los grandes empresarios mientras las grandes mayorías sufren los efectos de la crisis.
|