Margarita Paksa fue una artista múltiple que abarcó desde diseño, escultura, dibujo, instalaciones, pintura, objetos, arte digital, video arte entre otros. Una de las fundadoras de la tendencia de arte conceptual y político en los años sesenta y realizadora de infinidad de videos desde 1964 cuando ingresó al Instituto Di Tella. También se desarrollo como investigadora y docente en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, luego en el IUNA, en la UNLP y dictó cursos de posgrado en universidades en Canadá donde vivió por algunos períodos de tiempo.
Margarita Paksa desde el Di Tella
La radicalización estética, acompañó un momento álgido de la lucha de clases en América Latina tras la Revolución Cubana de 1959. Paksa, a lo largo de su extensa trayectoria se destacó en los temas sociales y políticos.
Sus primeras obras que trabajan sobre la comunicación, estuvieron contempladas en la exposición “Homenaje al Viet- Nam” realizada en la galería Van Riel en 1966, donde presentó “Uruguay, una situación fuera de foco I-IV” y “Uruguay una situación fuera de foco Tupamaros”, de las primeras de la serie tipográfica “Situaciones fuera de foco (1966-1976)”. Los textos aparecían fragmentados por un blanco, acompañados por textos como “Vencer o morir” o “Tupamaros” en referencia a la situación política uruguaya y los guerrilleros. Hay un mensaje político en sus producciones con el juego de palabras acerca de las tácticas guerrilleras como “foco”. Esta serie es iniciada poco tiempo antes del golpe militar de Onganía, sugiriendo un abordaje del arte político en la censura.
En 1968, cuando participó por segunda vez de Experiencias Di Tella presentó una de sus obras emblemáticas “Comunicaciones”. Esta era una instalación en donde había un arenero con las siluetas de dos amantes y con un reproductor de wincofón se pasaba un disco con jadeos especialmente grabados para la obra, problematizando la comunicación y cómo son transmitidos y mediados los mensajes. Dicha obra, fue reeditada para la “Semana del arte” de arteBa del año pasado.
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Formó parte de un grupo de artistas que, ante la situación que se estaba viviendo en el país en medio de la dictadura de Onganía, generó una de las experiencias más significativas del arte político local: “Tucumán Arde”, que tuvo lugar en Rosario y en la sede de la CGT de los Argentinos de Buenos Aires.
Experiencias 68 y Tucumán Arde
“Me preguntaba a mí misma si luego de los sucesos de mayo del 68 había tenido dificultades para continuar con mi obra, y debo responder que sí las tuve. Tuve un problema ético: ¿qué sentido tenía expresarme con el minimalismo frente al momento de profundas revueltas que estaba viviendo el mundo y el hambre y la miseria imperantes en nuestro país?”, así reflexionaba la artista sobre la situación política y su obra.
También participó de la muestra “Malvenido Rockefeller” en 1969, que fue clausurada al día siguiente de su apertura en la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos.
Me cortaron los manos, de la serie Obras tipográficas (1973)
La obra “Me cortaron los manos” refiere a la tortura del cantor popular chileno Víctor Jara durante el golpe de Pinochet, haciendo una alegoría entre la pérdida de comunicación, la deducción del espectador, la intuición y la violencia de los golpistas.
En 1976, los militares la fueron a buscar y escapó junto a su marido y sus hijos. Ese fue el año en que desarrolló “Escrituras secretas” realizada con diminutas piezas coloridas con diferentes frases, enviando mensajes en código. Con una advertencia codificada en rojo, azul y amarillo sobre ruedas metálicas puestas en una plancha de aluminio, lo que parecen a simple vista abstracciones geométricas, esconden frases como “Es tarde”. También del año ‘76 es su serie “La comida”, donde por medio de un cerdo se hace referencia a los crímenes de la violencia estatal.
“Es tarde”, serie Escrituras secretas (1976)
Realizó esculturas con acrílico, construcciones con poliéster y vinilo, dibujos, instalaciones. Ya en los años setenta realizó una serie de escenas que daban cuenta de la martirización de los cuerpos durante la última dictadura militar.
A lo largo de toda su carrera siguió siendo parte de la vanguardia y del desarrollo del arte conceptual y tecnológico. La comunicación y sus soportes fueron su material de trabajo, pasando por el ready made, el collage y los usos vanguardistas de las tecnologías. En 1996 participó de “Juego de damas”, una muestra nacional donde todas eran artistas mujeres, junto con artistas de diferentes estilos como Liliana Maresca, Magdalena Jitrik, Liliana Porter, Nicola Constantino y Diana Aisenberg, donde los motivos del proyecto muestran algunos aspectos relativos al feminismo de la igualdad y al feminismo de la diferencia que fueron pensados a la hora de problematizar y buscar la equidad con el estatus que tenían los artistas varones.
El trabajo con tipografías siguió y en el 2006 realizó “Víctimas y victimarios” refiriéndose a la Guerra de Irak.
“Amo a los que sueñan imposibles”, imagen digital (1999)
Margarita Paksa, con su multiplicidad de soportes siempre buscó la innovación, encontrándose en su poética la política y la denuncia, como así también lo matemático, la ciencia y la tecnología, haciéndola una artista muy vigente.