La empresa Saint Gobain fabricante de parabrisas cerró su planta ubicada en Campana y despidió a 150 trabajadores. Era proveedora de Chevrolet y Renault, además de abastecedora del mercado de repuestos. Buscando una mayor rentabilidad mudaría su producción a Brasil.
La empresa ya venía realizando suspensiones desde el año pasado en acuerdo con el sindicato de la industria del vidrio (SEIVARA), como también los despidos de decenas de empleados contratados a mediados del 2018.
Ante la nula respuesta del sindicato para mantener los puestos de trabajo, con este silencio permitió que la empresa despliegue su plan de despidos encubiertos bajo la forma de retiros voluntarios. A los operarios no les quedó otra que aceptarlos sabiendo que la situación del mercado laboral está siendo golpeada no solo por la pandemia y el aislamiento que dictaminó el gobierno sino por la crisis económica que se viene desarrollando previamente. Aunque el Gobierno sacó un decreto prohibiendo los despidos, las patronales despiden igual.
Otras empresas empiezan a tomar la misma metodología para también reducir el personal. Estos acuerdos se hacen con la venia de los sindicatos.
Con la crisis que se agrava hay cierres de empresas y despidos en muchos lugares. Además los empresarios avanzan con sus medidas de flexibilización, recortando derechos adquiridos.
La compañía Saint Gobain de origen francés nació haciendo espejos y vidrios para el Palacio de Versalles. Si las empresas cierran y despiden masivamente hay que ocuparlas y ponerlas bajo control de los trabajadores y si es necesario reconvertir su producción al servicio de las necesidades de las mayorías. Se hace urgente un planteo de organizar a los trabajadores para que puedan defender sus condiciones de vida con trabajo genuino y con plenos derechos laborales. |