La lucha de las y los docentes desocupados continúa aunque sin tener respuesta. El gobernador miente en los medios y UTELPa se niega a apoyar el conflicto.
Hace dos meses aproximadamente un grupo de docentes autoconvocados comenzó a expresar sus reclamos exigiendo que se designen la totalidad de las horas cátedras y los cargos disponibles. Cobran míseras sumas proporcionales del año pasado, de alrededor de $300 y por esto quedan además inhabilitados para cobrar cualquier tipo de ayuda económica como el IFE. Al día de hoy más de mil docentes de la provincia de La Pampa en esta situación siguen sin tener respuesta.
Los y las docentes han entregado en este tiempo numerosas notas pidiendo ser recibidos por representantes de Ministerio de Educación o el Ejecutivo provincial. Solo los recibió una vez el secretario de Trabajo Marcelo Pedehontaá, pero no les brindó ninguna respuesta ni solución. Estas notas, más las movilizaciones y su reflejo en los medios de comunicación, dejan en claro que desde el Gobierno provincial no pueden excusarse en no estar enterados de la situación. No quiere abrir el diálogo, desoye el reclamo y miente en los medios de comunicación.
La enorme mayoría de estos docentes que hoy siguen desocupados trabajaron durante el 2019, por lo tanto es sabido que el presupuesto educativo 2020 contempla sus salarios. Sin embargo no hay voluntad política de dar solución a esta problemática. Desde las y los propios docentes surgieron propuestas como crear cargos de manera excepcional por la pandemia, donde ellos y ellas trabajen como parejas pedagógicas de los docentes activos, que se sabe están sobrepasados de trabajo. Otra propuesta expresada fue la de desempeñar el rol de docentes comunitarios, que puedan recorrer los barrios y acercarse a las familias de los y las estudiantes que no cuentan con los insumos tecnológicos necesarios para la educación online que están recibiendo. Tampoco hay voluntad política para esto.
El gobernador Ziliotto miente
El pasado lunes por la tarde el gobernador Sergio Ziliotto hizo declaraciones que van desde la mentira hasta la descalificación de las y los docentes desocupados.
En primer lugar planteó que “el diálogo está constantemente abierto con estos docentes”, y que “están siendo asistidos por Desarrollo Social”. Hasta el momento ese “diálogo” no es más que recibir sus notas por mesa de entrada o algún funcionario excusándose de “no poder hacer nada” al recibirlas. Existió una sola reunión con el secretario Pedehontaá que les prometió una asistencia mensual de $10.000 a cada docente, y ni siquiera con eso se está cumpliendo. Solo algunos pocos docentes recibieron esa ayuda y por una única vez. En la última movilización docente del pasado martes este “diálogo” se expresó con vallas y policías parados en la entrada al predio de casa de Gobierno.
En otra de sus frases dijo que “existen más docentes que horas cátedras, pero eso es algo que no depende de nosotros”, “nosotros queremos regular la enseñanza de la docencia cerrando algunos cursos del instituto de formación docente”.
Vale aclarar que desde el Gobierno provincial, aunque en el mandato anterior de Carlos Verna, el “padre” político de Ziliotto, se llevaron adelante varios cierres de cargos y de divisiones en diferentes escuelas de la provincia, con el fundamento de que “hay pocos estudiantes en los últimos años”.
Es cierto, en el sistema educativo pampeano, en el nivel secundario, sucede que los primeros años comienzan con cursos hacinados con 30 o más estudiantes, y en los sextos años, en las mayoría de los colegios, logran terminar muchos menos estudiantes. La respuesta del Gobierno no es ir buscar a esos estudiantes que no logran egresar, mayormente por la necesidad económica que los obliga a salir a trabajar. Tampoco crea divisiones para que el número de estudiantes por clase sea razonable. La respuesta del gobierno provincial es cerrar cursos, cargos y también la formación docente. El recorte de gasto ante todo. Parece que sí depende del gobernador la situación de desocupación de los docentes, así como la precariedad del sistema educativo que “pierde” estudiantes año a año.
También tuvo tiempo de intentar deslegitimar el rol de trabajadores de la educación de las y los docentes autoconvocados, planteando que “muchos de ellos no tienen entidad de trabajadores docentes, son aspirantes a trabajar en la docencia”. Si el gobernador se hubiera tomado el trabajo de recibir y escuchar a estos docentes, sabría que la mayoría trabajó durante todo el año 2019. Muchos lo hicieron años anteriores también, por lo tanto son trabajadores y trabajadoras de la educación desocupados. Que el Ministerio de Educación se niegue a recibirlos es una muestra más del desinterés oficialista respecto a su situación de precariedad laboral y económica.
Con esta posición dio por cerrado el tema y a continuación expresó que “el Banco de La Pampa está a disposición de aquellas empresas que necesiten ayuda para poder pagar sus aguinaldos”. Entre ellas se encuentra el famoso casino de la ciudad de Santa Rosa, que después de haber declarado récord de ganancias millonarias en 2019 y continuar funcionando online durante la cuarentena, pagó solo el 25 % del salario a sus empleados. El Gobierno pagó otro 50 %, es decir: ajuste salarial del 25 % para las y los trabajadores del casino.
Nada que agregar.
La conducción de UTELPa del lado del Gobierno
Párrafo aparte se gana el rol de la conducción del gremio docente UTELPa, la lista celeste encabezada por Liliana López, que viene de haber hecho abiertamente campaña durante las elecciones pasadas (2019), a favor de los candidatos y candidatas a diputados nacionales del actual gobierno del Frente de Todos, con Ziliotto a la cabeza. Sabiendo esto, no llama la atención que su actitud ante este reclamo docente sea prácticamente la misma que la del propio Gobierno.
La simple “presentación” de esta problemática en reunión paritaria es lo que las y los dirigentes de UTELPa exponen como su “apoyo” a este reclamo. Reuniones donde estuvieron presentes representantes de los y las docentes desocupadas y expresaron que: “en algunas ni se habló del tema y en otras se planteó al final como una formalidad, sin darnos ninguna solución”.
Esta conducción sigue negándose a apoyar este reclamo, a recibir a las y los docentes, a movilizar en conjunto, a pesar de los reiterados pedidos de este sector. Una conducción que desoyendo una vez más a la docencia pampeana, aceptó en paritarias un aumento salarial del 12 %, en cuotas de 6 % y 3 % (dos veces), que en muchos casos queda incluso superado por aumentos como el de la obra social estatal. Esto sin tener en cuenta los aumentos que se vienen registrando a causa de la devaluación constante mes a mes, semana a semana.
La lucha continúa
Más allá de todo esto la lucha continúa, el pasado martes se realizó una nueva movilización y olla popular docente, marchando desde la plaza central de Santa Rosa hasta la entrada de casa de Gobierno. A pesar de las vallas y la policía colocada por el Ejecutivo provincial, se realizó una olla popular, donde se aprovechó para dialogar y entregar volantes informativos de la situación a las personas que circulaban por la zona.
Desde un principio esta lucha contó con el apoyo de organizaciones y agrupaciones docentes como el SITEP (Sindicato de Trabajadores de la Educación Pampeana), la agrupación nacional docente “9 de Abril”, y la agrupación docente “Trabajadores de la educación”. Un dato muy positivo es que a medida que fue avanzando el conflicto se fueron sumando más organizaciones sociales y políticas, docentes ocupados y de otros sectores como de salud pública que brindan su solidaridad.
“Vamos a seguir en la calle, reclamando por nuestra situación hasta que tengamos respuestas, queremos trabajar y el dinero para crear los cargos está presupuestado”, expresión que resume la fuerza y la predisposición a luchar por sus derechos de este grupo de docentes autoconvocados.