La Agrupación de Empleados Fiscales (ANEF) denunció la mañana del domingo 12 por medio de un comunicado público, que el Ministro de Hacienda, Ignacio Briones se había comunicado vía telefónica de forma amenazante con José Pérez Debelli (Presidente de la ANEF). Todo esto en el marco de la querella presentada por la ANEF contra el gobierno debido a los costos que ha significado el manejo sanitario del gobierno con los funcionarios públicos.
La querella
La querella fue presentada por Asociación de Empleados Fiscales (Anef) en representación de José Pérez Debelli, la Comisión Chilena de Derechos Humanos, en representación de Carlos Margotta Trincado y la Federación Democrática de Profesionales Universitarios de Salud R.M (FEDEPRUS) representada por su presidenta, Lina Córdova Mangili en contra de Sebastián Piñera, Jaime Mañalich (ex ministro de salud), Arturo Zúñiga (Subsecretario de redes asistenciales) y Orlando Durán (ex jefe de la división de atención primaria de la subsecretaria de redes asistenciales) y contra todos los que resulten responsables, debido a que las autoridades tuvieron graves negligencias, “como descuido consciente y voluntario de sus deberes de garantizar la protección del derecho a la vida y a la salud de los habitantes de la Nación (…) que han tenido como resultado el fallecimiento de más de 10.159 personas a causa o producto del contagio de Covid-19, de acuerdo al 31° Informe Epidemiológico del Ministerio de Salud, sobre casos Sospechosos y Confirmados, acumulados al día 5 de Julio del año 2020″.
La amenaza del Gobierno
Durante la mañana del día viernes, el presidente de la ANEF, José Pérez Debelli recibió una llamada por parte del mismo Ministro de Hacienda amenazándolos con las consecuencias de la querella presentada por la Asociación, manifestando que cerraba todas las puertas a cualquier dialogo, y que las consecuencias, la pagarían los y las trabajadores del Estado.
Desde la ANEF denunciaron públicamente este grave suceso, “La arrogancia del Ministro de Hacienda, es una expresión altisonante de la conducta que ha tenido el gobierno en el diálogo con las organizaciones de la sociedad civil. El gobierno ha implementado, bajo la conducción económica del Ministro Briones (sin ningún diálogo social), nefastas estrategias para el país, estableciendo ajustes presupuestarios a los servicios públicos que han desmejorado las posibilidades del Estado en el desarrollo de las políticas públicas.”
Gravísimo
La situación inclusive es mucho más grave de lo que se puede ver como un “quiebre de diálogo” del gobierno con la ANEF, sino que representa la política que está llevando el gobierno, sobre actuar bajo amenazas (ahora con la gravísima llamada al presidente de la ANEF), pero que se suma a la política represiva que ha seguido su curso inclusive desde la rebelión popular, que mantiene a más de 2000 presos políticos de la rebelión, las multas millonarias de casi 5 millones de pesos para quienes no respeten una cuarentena que bien sabemos no tienen las garantías para su realización, con millones de trabajadores desempleados, bajas pensiones o trabajadores que son obligados a ir a sus lugares de trabajo en lugares sin condiciones mínimas como lo ha sido la fábrica del terror “Fruna”.
La amenaza que se le realiza a la ANEF se transforma en una nuevo episodio de persecución por parte del gobierno de Piñera, este hecho es gravísimo ya que nuevamente el gobierno intenta maniobrar cualquier situación en la que se le inculpe por el pésimo manejo de la pandemia del coronavirus, que actualmente tiene a más de 6 mil fallecidos e inclusive no hay cifras claras de la magnitud real de lo que ha significado el manejo de la pandemia en Chile.
La crisis la siguen pagando las y los trabajadores, los sectores más pobres, las mujeres y la juventud, y esto ha quedado en manifiesto por las tasas de contagios y de fallecidos en las comunas donde existe mayor vulnerabilidad. Mientras el gobierno comienza un plan de desconfinamiento, donde no hay claridad de cifras, nos encontramos como el país con mayores contagios por número de habitantes a nivel mundial, así también se suman las políticas parches entorno a cajas de alimentos e IFE, que no terminan por solucionar el problema de fondo en Chile.
Luchemos por Salud, Pan y Trabajo, para que la crisis no la pague la clase trabajadora y el pueblo, que la paguen los empresarios. Por prohibición de despidos sin afectar salario, sueldo mínimo de $500.000, jubilación mínima y acabar con las AFP por un sistema de reparto solidario, que bien puede se costeado por impuestos a las grandes fortunas. Por triplicación del presupuesto de salud, unificación y nacionalización del sistema sanitario para garantizar infraestructura, camas, ventiladores e insumos de calidad.
Basta de militarización y represión, por un plan de lucha a las principales organizaciones sindicales y sociales como la CUT y Unidad Social que se han mantenido con una tregua frente al gobierno, en vez de impulsar una movilización contra los despidos y todo lo que nos están haciendo cargar los grande empresarios y el gobierno en complicidad con la oposición que más bien pactaron un IFE más alto para terminar aceptando que millones de dólares fuesen a caer en manos de los empresarios.
Te dejamos la declaración de la Asociación de Funcionarios Público (ANEF)
|