Son al menos cinco los presos que fueron contagiados de Coronavirus en la la Unidad Penitenciaria Nº4. Denuncian la falta de aislamiento, graves condiciones de hacinamiento, faltantes de recursos básicos para la higiene, carencias en la atención médica y represión por parte de las autoridades. Como forma de protesta están llevando adelante una huelga de hambre, y hoy en la mañana los familiares se concentraron a exigir respuestas frente a la sede del Poder Judicial Local.
En los últimos días se hizo pública la situación del penal de Villa Floresta. El virus que había infectado a 4 miembros del servicio penitenciario, llegó a los propios presos producto de la política sanitaria inadecuada de la institución, con falta de protocolos,y sin elementos de higiene.
En un contexto de superpoblación carcelaria, donde en celdas para 4 viven 12 personas y es imposible poder respetar y mantener el distanciamiento social, los propios internos esperan que el número de contagios crezca de manera exponencial, llegando al menos a 20 para mitad de la semana.
El municipio en una conferencia de prensa, salió a decir en voz del Secretario de Salud que los contagiados están aislados y bajo tratamiento, separados del resto, pero esto es una gran mentira para tapar la realidad. En un comunicado los propios internos aseguran que “Dentro de la unidad el sistema está totalmente colapsado, ya que los positivos confirmados están en convivencia directa en el mismo ambiente con los casos sospechosos.”
En dialogo con La Izquierda Diario, familiares denuncian estas mentiras, así como los malos tratos y la represión. Ya les cortaron la luz y el agua, y amenazaron con quitarles los celulares para que no hagan pública la real situación que están atravesando, y que se puede ver en audios y videos que estuvieron circulando en redes sociales. Asimismo reclaman la intervención activa de organismos de Derechos Humanos:
Teniendo en cuenta que numerosos internos son factores de riesgo, producto de las condiciones de vida inhumanas que los enferma en la cárcel, esto puede ser en palabras de los propios internos un “genocidio”. “Están condenados a pagar un delito, no una pena de muerte” dice una de las banderas que hicieron los familiares. Esta situación además amenaza con hacer colapsar el sistema de salud local, acrecentando rápidamente la cantidad de personas que necesitan atención hospitalaria.
Como medida de protesta iniciaron una huelga de hambre, y los familiares fueron a reclamar a la sede local del Poder Judicial, cortando la calle hasta obtener una respuesta. El reclamo es por la urgente toma de estrictas medidas sanitarias y de atención médica, y principalmente la descompresión de la unidad penintenciaria en actuales condiciones de superpoblación. Así lo manifestaban, en el comunicado realizado por los internos del propio penal:
«“Existen un gran número de internos en término legal de cumplimiento de sus condenas para acceder las alternativas de prisionalización previstas como la prisión domiciliaria a la que también está establecido que puedan acceder quienes posean enfermedades de base pre existentes o conformen la franja etaria de riesgo de COVID 19. Otro gran número ya superado el máximo previsto para acceder a la libertad condicional de sus condenas. Por otro lado el 46% de la población carcelaria está en calidad de procesado, esto quiere decir que aún la justicia no ha determinado si son culpables o inocentes pero por las dudas están presos, incumpliendo así la presunción de inocencia que la ley establece. No se está planteando que se abran la reja y salgan todos. Estamos viviendo una situación extraordinaria que poner riesgo la vida de todos, actuemos mientras haya tiempo o juremos sin Gloria morir”»
Pudimos hablar con uno manifestantes, un padre que comentaba que su hijo está preso hace un año por posesión de un gramo de marihuana, lo cual es totalmente grave ya que la tenencia de Marihuana para consumo personal no es un delito punible. Asimismo señalaba que como ese hay montones de casos más, delitos menores que son excarcelables.
Es necesario atender a los reclamos sin demoras
Funcionarios judiciales recibieron a una de las familiares, quien se fue disconforme frente a las respuestas recibidas, ya que si bien le señalaron que iban a actuar de urgencia, alegaron que hay “toda una serie de procedimientos los cuales llevan tiempo”. Mientras los tiempos judiciales son muy lentos, el virus corre rápido y se esparce por la cárcel. Una de las familiares comentaba indignada que les dicen eso porque son pobres los que están presos, y los corruptos delincuentes que tienen plata siempre salen impunes.
Es urgente que se haga lugar a los reclamos de familiares e internos con una intervención coordinada entre el Poder Judicial, el gobierno provincial a la cabeza de Axel Kicillof que tiene a su cargo el Servicio Penintenciario, y el gobierno municipal con el intendente Hector Gay, para hacer frente a esta grave situación, resguardando la salud de todos los internos y procurando evitar un colapso sanitario.
Es necesario también un fuerte pronunciamiento de los organismos de DDHH de la ciudad y la provincia, para acompañar estos reclamos.