Desde 2018 surgió el fenómeno de las caravanas de migrantes que buscaban cruzar todo México para llegar a EE. UU., provenientes de diversos países de Centroamérica. En sus declaraciones, los migrantes decían que tenían la esperanza de que López Obrador (AMLO) pudiera dar las facilidades para que pudieran llegar a su destino.
A la par, Trump comenzaba a intensificar su discurso de reforzar su frontera con México y tener mano dura contra los migrantes, incluidos los mexicanos.
En este marco, en mayo de 2019 Trump lanzó amenazas contra el gobierno de AMLO de imponer aranceles si no cerraba filas con su gobierno para contener la migración hacia Estados Unidos. Además de salir en distintas ocasiones a aseguras que México pagaría el muro.
Tiempo después vimos el resultado de la negociación, la Guardia Nacional fue desplegada en la frontera sur de México para contener y reprimir las caravanas de migrantes. Ahí fue cuando se confirmó que México estaba pagando el muro, pero no el que divide a México de EE. UU., sino el muro personificado con la Guardia Nacional, que ha sido la herramienta para contener y deportar a miles de migrantes.
Según la Unidad Política Migratoria mexicana, de enero a mayo de este año se deportaron a 23 mil 180 migrantes a sus países de origen, en su mayoría de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Esto sumado a que en 2019 las deportaciones fueron de 149 mil 812 migrantes, una cifra que creció considerablemente con respecto a 2018, año en el que las deportaciones ascendieron a 115 mil 686 migrantes.
López Obrador, en torno a la migración había declarado que iba a regular el trabajo migrante en México como “tercer país seguro”, sumado al “acuerdo” con los países centroamericanos para la construcción de empleos, para que no tuvieran que ir a EE. UU. Sin embargo, las cifras de deportaciones durante el gobierno de AMLO muestran la realidad de la política en torno a la migración.
Esto de la mano del discurso de “contener a mexicanos” en México, sobre la base de construcción de empleos, pero a la par recortaba cientos de miles más con la “austeridad republicana”. Por otro lado, presentó programas como “Jóvenes construyendo el futuro”, que resultaron en empleos basura, con "becas" que son un mal chiste.
La situación para los migrantes en su país de origen y en su paso por México empeoró, pues en medio de la crisis económica acelerada por la pandemia se han perdido millones de empleos en toda la región. Esto sumado a la subordinación de México a EE. UU. reafirmada con el T-MEC y de la cual la reciente reunión entre AMLO y Trump es una muestra más de que son “buenos amigos”.
AMLO dice que Trump nos trata con respeto, mientras éste detiene y separa familias en la frontera. No cabe duda que una de las cosas fundamentales que Trump le exigió a López Obrador para cerrar el T-MEC fue que México continúe siendo el gran muro que el presidente de EE. UU. quería.
Las recientes protestas en EE. UU. contra la violencia racial y policial, muestran el potencial que tiene la unidad entra la clase trabajadora multiétnica en el país del norte, una característica que comparte la clase trabajadora mexicana.
Mientras se destinan millones a la Guardia Nacional para contener la migración en medio de la pandemia, hay un déficit importante de insumos en el sector salud para enfrentar la covid.
Ante las políticas antimigrantes del gobierno, es importante que la clase trabajadora mexicana exija plenos derechos para los migrantes –sobre todo el acceso a la salud en medio de la pandemia- y el fin de su persecución en México.
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