En la conferencia de prensa del día ayer el intendente Mariano Uset y el secretario de Salud Leandro Rodríguez decretaron el retorno a fase 4 para el distrito de Coronel Rosales, que en su momento contaba con 17 casos activos. En un análisis pormenorizado de la situación epidemiológica , se afirmaba que " Tenemos 17 casos activos este momento, 7 de ellos son profesionales de salud del Hospital Municipal Eva Perón entre ellos médicos y enfermeros, otros 5 casos en el Hospital que son administrativos y servicios de maestranza, 2 profesionales de salud que son de otros sectores, y otros tres casos vinculados a personas de fuerzas de seguridad. Esto suma los 17 casos activos hasta el momento”
El intendente también aseveraba “Insistimos siempre, más allá de los cambios de fases, sobre los cuidados personales como el uso del tapabocas, el distanciamiento social, la permanencia en espacios cerrados y en espacios públicos y evitar las reuniones sociales, algo fundamental que es la principal causa de los pequeños desastres que sufrimos en la provincia de Buenos Aires a partir de las cuales se generaron olas de contagios”
Hoy en día, la ciudad ya cuenta con 4 casos más, tres pacientes del Hospital Naval Puerto Belgrano y uno del Hospital Municipal Eva Perón.
Otra vez el intendente pone al mismo nivel las responsabilidades individuales de las personas ante la responsabilidad estatal del cuidado de la salud de las mismas. No es la primera vez ya que en otra oportunidad, a través de su cuenta de Twiter,había apelado al mismo argumento.
Este discurso que bajan desde el Estado y los medios buscando generar sentido en la población, alimenta el estigma social hacia a los positivos de Covid, en este caso trabajadores la salud , como culpables de la situación que les toca pasar.
En esta oportunidad la apuntada es una trabajadora de salud, que supuestamente habría realizado un cumpleaños con otras personas. Más allá de si el evento existió está claro que la desprotección en la que se encuentran les trabajadores y usuaries del nosocomio y el eventual colapso del sistema sanitario tiene causas estructurales ,como bien lo refleja los descargos que hicieron distintos afectados, que desde el día 0 de la cuarentena vienen remarcando la precariedad del sistema de salud rosaleño, que en mas de 100 días de aislamiento nada hicieron desde el Ejecutivo para revertir, estando siempre al borde del colapso.
Por su parte Matias Huerta, enfermero de la sala de internación del Hospital Municipal Eva Perón de Punta alta, que se encuentra en cuarentena hace ya más de 4 días, después de dar positivo para Covid 19, relató las duras condiciones a las que se encuentra expuesto como miembro de la amplia y precarizada clase trabajadora que cuenta con una jornada laboral de más de 15 horas al día, subrayando que “Ninguno buscó lo que está pasando, lamentablemente estábamos expuestos a que estas cosas nos pasen”.
Así mismo Marcelo Sottile, secretario general del STM (Sindicato de Trabajadores Municipales) advirtió al periodista Enrique Gómez Lepez que el hospital no estaba preparado para enfrentar un brote y de la responsabilidad del Estado Municipal frente al mismo que, hizo caso omiso a las exigencias y advertencias de les trabajadores.
Sottile denunciaba también que "están obligando a trabajadores de barrido a ir a limpiar al hospital, y si se niegan, el director del hospital (Toscani) los amenaza con tomar medidas".
Como se ve a lo largo y ancho del país, frente a la crisis sanitaria y a mas de 100 días del comienzo del aislamiento, poco se hizo para preparar los centros de salud y evitar el colapso del sistema, poniendo en riesgo las vida de los trabajadores de primera línea (incluso llegando a cometer verdaderos asesinatos laborales como el de María Esther Ledesma en el hospital Gandulfo de Lomas de Zamora) como así tambien la de la gran mayoría trabajadora que depende de la salud pública. Quienes en las primeras semanas de la pandemia eran tratados de "héroes" por los distintos estamentos de gobierno de manera oportunista, hoy son denostados y tildados de responsables, cuando están dandolo todo en jornadas extenuantes, en muchos casos sin las mínimas garantías, y con salarios por debajo de la línea de pobreza mientras los gobiernos a nivel nacional, provincial y municipal se niegan a tocar las grandes fortunas empresariales para reforzar a la salud pública.
Desde el Frente de Izquierda y los Trabajadores - Unidad, venimos reclamando testeos masivos, comisiones de seguridad e higiene gestionados por los propios trabajadores, licencias para todo el personal de salud que sea grupo de riesgo, reconversión de los talleres navales para producir y abastecer de insumos y respiradores necesarios para hacer frente a la pandemia en la región, centralizar el sistema de salud, declarar de utilidad pública hoteles y alojamientos vacíos, para poder hospedar y garantizar la cuarentena a la gente en situación de calle. Es decir, medidas concretas para realmente poner la salud de les trabajadores y el pueblo por encima de los intereses de un puñado de capitalistas que en el marco de la peor crisis sanitaria de la historia siguen especulando con despidos, suspensiones, rebajas salariales y fuga de capitales mientras la clase obrera pone el cuerpo.
TE PUEDE INTERESAR: Del Caño a Alberto Fernández: "La crisis la tienen que pagar los grandes grupos económicos"
Para ello, es indispensable apostar a la más amplia organización, como lo están haciendo, por ejemplo, jóvenes precarizados de reparto, el comercio, la construcción, la salud y otros sectores de la región en la Red de Trabajadores Precarizados e Informales, en el camino de poner en movimiento la fuerza social capaz de inclinar la balanza para que la crisis no la paguemos los trabajadores y el pueblo. |