Este martes el gobierno de Piñera anunció medidas para palear la crisis abierta con el proyecto del 10% de retiro de las AFP, cerrar filas, y defender con uñas y dientes a los empresarios de las AFP, proponiendo como política central un bono de $500 mil para "la clase media", que deja fuera al 70% de la clase trabajadora que gana menos de medio millón líquido, sin poder postular, y excluyendo a informales. En redes sociales ya es tendencia #YoQuieroMi10xCiento y #EstallidoSocial2. |
Hoy Piñera anunció nuevas medidas para la “clase media”. Se trata de un intento desesperado para defender con todo lo posible a las AFP y los grandes empresarios, para presionar in extremis para que el día de mañana se rechace en la Cámara de Diputados el retiro individual del 10% de las pensiones, que ha recibido un enorme apoyo popular (8 de cada 10 trabajadores apoya la reforma constitucional con el retiro) y ha puesto contra las cuerdas a Piñera, Chile Vamos, y una desesperada defensa de todos los empresarios para que no se pueda retirar nada de las pensiones. Pues se trata de su “gallina con huevos de oro”: que solo ellos puedan usar esos recursos para mover el mercado de capitales.
Pero el anuncio de Piñera es difícil que pueda abrir una grieta en la clase media, Chile Vamos y la oposición para que se cuadren con el rechazo del 10%. El Gobierno está haciendo lo imposible para salir de la derrota.
Sin embargo, el anuncio de hoy difícil pueda revertir el apoyo popular al 10%. Si bien anunció un bono de $500.000, o sea, de un monto importante, solo va a aquellos sectores que ganan entre $500.000 y $1.500.000 mensuales y que hayan visto disminuidos en más de un 30% sus sueldos durante estos meses (incluyendo a ocupados, suspendidos, cesantes, honorarios y cuentapropistas), y eso a nivel país aún es una minoría. Según datos de la Fundación Sol, el 50% de los trabajadores chilenos gana menos de $400.000 líquidos y prácticamente el 70% de los trabajadores percibe menos de $550.000 líquidos. O sea, poco más de 30% solamente gana eso.
Además, en las regiones de Coquimbo, Libertador, Maule, Biobío, Araucanía, Los Ríos, Arica y Parinacota y Ñuble se observa un atraso salarial más pronunciado, ya que el 70 % de los ocupados/as percibe menos de $500 mil.
Será un alivio para ese sector que ha disminuido su ingreso y gana más de esa cifra. Pero no alcanza para las grandes mayorías que ganen bajo eso, y que tampoco les alcanza el IFE, están endeudadas y deben recibir cajas de mercadería para alimentarse. Por eso muchos sectores han salido a rechazar y apoyar la votación de mañana y difícilmente alcance para revertir.
Una maniobra del Gobierno que no solo busca el rechazo del retiro del 10%, sino que además busca atraer a un sector de la clase trabajadora y capas medias altas para dividirlas de las más bajas, y con eso dar cierta estabilidad al régimen en momentos donde se profundiza su crisis y rechazo.
El anuncio tiene otras medidas como préstamos a tasas 0% de interés, por el Estado, como "préstamo blando", postergación de dividendos y subsidios de arriendo y postergación de cuotas del CAE. Sin embargo, todas medidas que permiten que los bancos sigan ganando, se mantenga el endeudamiento y la presión sobre las familias.
No solo está planteada una derrota del gobierno, sino la pelea por poner fin a las AFP y este saqueo descarado de las grandes empresas, para cubrir pensiones mínimas acorde a la canasta básica familiar de $500.000, y garantizar el pago íntegro del salario a todos los trabajadores por parte de los empleadores, y garantizando un ingreso de emergencia para todas y todos de $500.000 en base a un impuesto a las grandes fortunas, para formales e informales, junto a la prohibición de despidos y derogación de la ley de protección del empleo. Recursos hay, en el cobre, en las riquezas minerales, pero deben estar al servicio del pueblo y no las ganancias empresariales. La crisis la deben pagar los grandes empresarios y no los trabajadores.
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