Mia Valdivia Cerda
| Auxiliar de aseo del Hospital Regional de Antofagasta, concesionaria Siglo XXI
Luego de las manifestaciones en apoyo al retiro del 10% de las AFP, y contra el sistema de pensiones, realizadas en Antofagasta, efectivos militares se hicieron presentes en poblaciones como Miramar y Cachimba del Agua, amedrentando y realizando controles de identidad.
El retiro del 10% de las AFP ha hecho que todo el país se manifieste con cacerolazos y barricadas en distintas poblaciones. No es casual si se considera que el rechazo al actual sistema de pensiones, heredado de la dictadura, abarca a la aplastante mayoría de la población. Antofagasta no se quedó atrás, dejando así un "olor a Octubre del 2019".
Pero, tras diversas protestas contra las AFP, la presencia de militares y de carabineros en las poblaciones se hizo notar aún más en estos últimos días, al igual que los controles de identidad. Es inaceptable ver a los militares con fusiles en las poblaciones "para combatir el virus", lo que claramente no tiene ninguna utilidad para combatir la pandemia y la crisis sanitaria, al igual que medidas represivas como el absurdo toque de queda, mientras que los contagios siguen aumentando. Todo esto lo ocupan para amedrentar y vigilar a quienes nos manifestamos, para nada más.
El gobierno criminal dice que busca "protegernos" del virus, pero sabemos que no es así, pues, además de tener una nefasta estrategia sanitaria, ha aumentado la dotación de efectivos militares y policiales en las poblaciones. Las y los pobladores están hartos de abusos, de pasar hambre, de no tener empleo o saber si se van a contagiar y no tener una cama por el colapso en los hospitales; más aún con todas las mentiras del gobierno que nos arroja a la precariedad.
Nosotres ya no tenemos miedo, en octubre fuimos miles que dijimos fuera Piñera y por una asamblea constituyente libre y soberana, pero llegó la crisis sanitaria donde estamos en cuarentena, aunque sabemos que el estallido social no fue derrotado; hemos acumulando más rabia que nunca. No olvidamos a los caídos, los más de 400 ojos mutilados, los 2.500 presos políticos por luchar, y que el gobierno de Sebastián Piñera tiene las manos manchadas de sangre, desde la rebelión, hasta nuestros días con miles de muertos por el virus y la deficiente estrategia sanitaria.
Es por eso que se hace necesario poder organizarnos con todos los sectores que hoy pelean contra el hambre y los despidos, por pensiones dignas y No + AFP, por la salud, entre otras sentidas demandas. Y exigir a las grandes centrales de trabajadores como la CUT y a los sindicatos de las grandes mineras la medida necesaria de un paro nacional, en defensa de nuestra salud, para frenar la emergencia sanitaria, contra la represión hacia las poblaciones, y por la liberación de los presos políticos por luchar. ¡Fuera Piñera!