Despega la resistencia aeronáutica
La empresa LATAM quiso fugar los aviones y los trabajadores técnicos lo impidieron ocupando su lugar de trabajo. El hangar. Rápidamente cientos de trabajadores autoconvocados de LATAM se congregaron en la Costanera. Ya van seis días de ocupación y movilización. Mientras la ANAC (el ente que regula la cuestión), digitada de manera directa por el Gobierno, no ha sacado una resolución que le impida a la empresa esta burda maniobra generada en el marco de un pedido de preventivo de crisis fraudulento por donde se lo mire. Todo silencio al respecto juega en favor de la empresa. Las cosas claras, o el gobierno resuelve contra la empresa o, con silencio de por medio, va contra los trabajadores.
Pasaron 120 días de atropello y prepotencia patronal. Las idas y vueltas en los Ministerios se sucedían mientras la empresa avanzaba en la extorsión. La desesperación lógica de la situación llevo a que algunas trabajadoras y trabajadores terminen “aceptando” el retiro “voluntario”. Lo novedoso de esta movilización es el carácter espontaneo de cientos de trabajadoras/es que se dan cita en Costanera para protestar y reclamar la continuidad laboral. La pasividad que impusieron el conjunto de las cúpulas sindicales contrasta con el espíritu de lucha que anido estos largos meses entre las bases trabajadoras. El antecedente inmediato al despertar de la lucha fueron las asambleas virtuales. El reclamo era claro. Queremos movilizar y visibilizar la situación. Queremos luchar. Se rompió el cerco y comenzó la lucha. Esta es una enorme oportunidad. Un punto de partida contra la lógica y el sentido común que intentan imponer la patronal de LATAM, pero de la cual se cuelgan todas las patronales aerocomerciales, privadas y estatales, donde acusan recibo del párate pandémico e intentan descargar la crisis sobre los trabajadores. Rebaja salarial, flexibilización y despidos. La resignación es la moneda corriente que todos los actores de la aeronáutica intentan diseminar dentro del pensamiento de las y los trabajadores aeronáuticos. La resistencia que comenzó por parte de obreras y obreros de LATAM debe abrir sus puertas a todas las compañeras/os aeronáuticos. Si la patronal pinochestista de LATAM triunfa en su objetivo vendrán por todas y todos los aeronáuticos. No podemos permitirlo. A esta altura se torna evidente que el movimiento aeronáutico debe salir a la lucha en defensa de las conquistas amenazadas y en defensa de los puestos de trabajo. Son ellos o nosotros.
Dar fin a la tregua de los sindicatos promoviendo la unidad de las bases.
Durante los largos meses de cuarentena las cúpulas sindicales fueron, de a poco, filtrando la idea de que la continuidad laboral para los laburantes de LATAM es una utopía. A la vera de este discurso desmoralizador fueron permisivos con los recortes salariales y la fusión flexibilizadora en Aerolíneas. Siempre hubo fechas para reuniones en los Ministerios, que finalmente convocaban a nuevas reuniones, un intento de desgaste evidente que saturo la vivencia y angustia de miles de compañeras/os aeronáuticos. Nunca estuvo la fecha para la lucha. Mientras esto sucedía cientos de compañeras/os aeronáuticos, en especial tercerizados, fueron obligados a trabajar en condiciones de exposición y pésimas condiciones sanitarias. El resultado lógico, fue las decenas sino cientos de compañeros infectados de Covid-19 en el sector más precarizado, los tercerizados y las compañeras de Maestranza. El silencio de los Sindicatos respecto a esta dramática situación es simplemente escandaloso. Hay un agotamiento para el doble discurso. Nuestra vida y nuestro futuro se juega aquí y ahora. Las amenazas tardías que el dirigente de los pilotos lanzo en TV contra los funcionarios ministeriales de trabajo deben pasar de la palabra a los hechos. En APA dicen, sin sonrojarse, que no van impedir a ningún compañero que se movilice. Como si no sobrara argumentos para aquello. El deber de todo sindicato aeronáutico es apoyar a las bases movilizadas con presencia y con sus dirigentes a la cabeza. No pedimos permiso cuando se trata del futuro de nuestras familias. Es hora ya de que rompan la siesta de cuarentena y se pongan a la cabeza de los reclamos. Basta de rebaja salarial, ningún despido.
Unidad de TODOS los aeronáuticos. Por el triunfo de las trabajadoras/es de LATAM.
Las y los trabajadores de LATAM se están movilizando hace varias jornadas. Lo hacen en apoyo a los compañeros técnicos que ocupan el hangar. Mientras, el conflicto cobra notoriedad y logramos romper el lobby mediático de la empresa. El apoyo de la opinión pública por nuestra causa ha pegado un salto. Cada vez son más las muestras de apoyo de las personalidades sociales, políticas y culturales. Esto confirma que es la movilización el camino para torcer la vara en favor de las trabajadoras/es. El reclamo de continuidad laboral es el único camino realista. Peleas como el cumplimiento de los decretos que plantean la prohibición de los despidos o el de la doble indemnización son correctas pero el objetivo final es nuestro futuro. Seguir trabajando. El gobierno deja correr a las empresas. Parece ser que aparte de “miserables” son intocables. El apoyo a la lucha de las y los trabajadores de LATAM es un punto de partida para aglutinar a todos los sectores aeronáuticos que quieren pelearla. No hay espacio para las divisiones entre efectivos y tercerizados; entre empresas privadas o estatales; muchos menos entre un sinfín de gremios. Asambleas conjuntas de todos y todas para discutir un plan de lucha que le pare la mano a las patronales aeronáuticas. Unidad para ganarle a la resignación y conquistar futuro. Desde El Despegue pondremos todas nuestras energías en ese camino.
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