Este domingo 19 de julio, se reavivaron las disputas entre las autoridades de la Conagua y sectores de agricultores y productores del centro y sur del estado de Chihuahua, mismos que intentaron manifestarse en las instalaciones de la presa “Las Vírgenes” y protestar en contra del gobierno federal, al cual acusan de que “se está robando el agua de Chihuahua”.
Elementos de la Guardia Nacional los reprimieron con la utilización de “gases lacrimógeno y balas de goma” cumpliendo su verdadero objetivo: tomar el contro militar de la presa, según reportó la prensa local.
El conflicto no es reciente, empero no resta su importancia toda vez que existe un Tratado Internacional de Aguas (1944), por el cual Chihuahua, estado semidesértico, “está obligado”, según justifican las autoridades, a entregar ciertos porcentajes del vital líquido a los vecinos estados de Sonora, Sinaloa y Tamaulipas, principalmente, pero incluyendo también al estado de Texas, en el vecino país del norte.
Fue el anuncio del gobierno federal, a través de la Conagua, del inicio de la extracción de agua de la presa Francisco I. Madero, también conocida como “Las Vírgenes” con el fin de reabastecer a la presa Luis L. León conocida como “EL Granero”, lo que desató la protesta y ocupación militar de "Las Vírgenes".
De acuerdo con el gobierno federal: “La presa Francisco I. Madero cuenta con un almacenamiento suficiente para asegurar el riego (para los cultivos de nogal, sandía, melón, chile, cebolla y alfalfa) y la continuidad de todas las actividades productivas en la región, además de contribuir al pago del Tratado”, [1]
Entran en acción las aves de rapiña de la pólítica
La Presa Francisco I. Madero, mejor conocida como “Las Vírgenes”, junto con “La Boquilla" y "El Granero” son las presas más importantes en el estado. Como escribimos en febrero, existe un evidente oportunismo, tanto de parte de diputados panistas y priistas, que se han hecho presentes protagonizado las demandas y discursos en dichas manifestaciones para montarse en la protesta social para posicionarse políticamente, como de quienes representan la estructura del Morena en el estado defienden la decisión del gobierno federal.
De uno o del otro bando, participan funcionaros en sus 3 niveles administrativos, así como integrantes de los distintos partidos políticos oficiales. El conflicto se convirtió en un “botín político”, que involucra al gobernador de Chihuahua Javier Corral Jurado, quien se ha visto duramente criticado de “lento y torpe” por la prensa local; por la manera en que ha manejado la situación, en donde, en repetidas ocasiones se han presentado e intercambiado algo más que manotazos, como la quema de vehículos y el uso de “balas de goma”, entre los elementos de la GN y empleados de la Secretaría de Desarrollo Rural, principalmente.
Más allá de los intereses partidarios en el conflicto, que se han hecho evidentes, lo cierto es que sí hay un malestar y preocupación real por garantizar el suministro del agua para los habitantes de la zona, no solo de los agricultores locales quienes en los últimos años han extendido y explotado la siembra de Nogal.
“Un cultivo que reclama grandes cantidades de agua para mantenerse, misma que es escasa en un estado que en 2/3 partes es semidesértico. Chihuahua es actualmente el mayor productor de nuez a nivel nacional y su producción se exporta principalmente a China y los Estados Unidos”. [2]
Desde la Izquierda Diario Chihuahua condenamos y rechazamos la represión de la GN, el oportunismo político de los partidos patronales, que más allá de defender el vital líquido, se acercan y "participan" pero solo para "llevar agua a su molino”, como se dice coloquialmente.
Del mismo modo, sostenemos que para poder hacer frente y dar una verdadera pelea por la defensa del agua y proteger nuestros recursos y territorios del saqueo, su privatización, entrega y sumisión a mineras, cerveceras u otras industrias y empresas como al nefasto fracking y las maquiladoras, las y los chihuahuenses debemos tener presente que la única posibilidad de defender el vital líquido es organizarnos a través de una lucha política independiente, saliendo a las calles a combatir de manera democrática que se garantice el acceso al agua.
Las y los trabajadores del campo y la ciudad, debemos confiar en nuestras propias fuerzas y métodos de lucha, separados de los actuales gobiernos patronales en sus 3 niveles, no confiando en las burocracias sindicales (líderes charros), ni en aquellas llamadas Organizaciones de la Sociedad Civil (ONG), que siempre terminan negociando o conteniendo los movimientos sociales, propinando derrotas en la defensa y lucha de nuestros derechos, en este caso el acceso del agua. |