A mediados del mes de Junio la Secretaría de las Mujeres del Hospital Castro Rendón y la agrupación Violeta Negra de ATE impulsaron una encuesta voluntaria y anónima a trabajadores y trabajadoras de salud tercerizados. El objetivo es conocer la situación laboral de quienes están en la primera línea en medio de esta pandemia trabajando en hospitales y centros de salud en forma precaria como contratados de empresas tercerizadas de servicios.
De esta primera muestra participaron trabajadores y trabajadoras tercerizadas del Hospital Castro Rendón, Hospital Heller y centros de salud y respondieron en base a dos ejes. Por un lado, indaga sobre la situación personal de los trabajadores en cuanto a su edad, género, lugar de trabajo y condiciones generales de vida. Y por otro, respecto a las condiciones inmediatas en las que se encuentran desarrollando sus tareas, sobre todo en cuanto a garantía de derechos laborales y sindicales.
Resultados de la encuesta
En el primer apartado de la encuesta, se puede visualizar que en forma mayoritaria fueron las mujeres (53,8 %)las que participaron con su opinión en el relevamiento. En la recolección de datos en el rango etáreo muestra que el 75% de los trabajadores y trabajadoras tienen entre 18 y 39 años y el 71,2 % respondieron que son único sostén de hogar. Las tareas que realizan son 17,3% son camilleros, el 23,1% pertenecen al sector de Vigilancia y 59,6% realizan tareas de maestranza.
En el segundo apartado, que hace hincapié sobre las condiciones laborales y sindicales, demuestra que la mayoría respondió que tuvieron renovación del contrato: el 10,7 % al menos una vez y el 3,6 % respondió que han tenido hasta 10 veces renovación del mismo.
Con respecto al cómputo de su antigüedad el 21,2% respondió que es su primer contratación, el 13,5 % respondió que si se le había computado la antigüedad contra el 65,4 % quienes contestaron que no, volviendo a foja cero cada vez que el prestador (el Estado) cambia de proveedor (empresa) mediante licitación.
Con respecto a los derechos laborales, el 57,7 % respondió que no cuenta con cobertura de ART. Otro de los puntos que refleja dicha encuesta es que el 63,5 % de los trabajadores y trabajadoras tercerizadas contestaron que la empresa no realiza los aportes jubilatorios y el 53,8 % respondió que la empresa no realiza los aportes para la obra social y el 88,5 % contestó que tampoco perciben el salario familiar.
Con respecto a las condiciones que se encuentran trabajando en plena pandemia, ya que estos trabajadores y trabajadoras son los que están en primera línea, el 61,5 % respondió que no reciben los EPP adecuados (elementos de protección personal). En el aspecto gremial el 84,6% respondió que se encuentra afiliado a algún sindicato en su mayoría a la CTA ( 78,8%) y el 57,7 % refiere no sentirse representado, mientras 23,1 % prefirió no responder.
Primeras conclusiones
Dentro del ámbito de la salud, los servicios de limpieza, seguridad, camilleros y cocina fueron privatizados y adjudicados a empresas o cooperativas de trabajo. La tercerización de servicios por parte del Estado provincial es doblemente preocupante. Por un lado, porque implica el avance de la privatización de servicios dentro de las dependencias estatales. Y por otro, porque significa la precarización de las condiciones de laborales del trabajador tercerizado sin derechos laborales ni sindicales.
Desde la Agrupación Violeta Negra en ATE y la Secretaría de las Mujeres del Hospital Castro Rendón impulsamos esta encuesta con el objetivo de sacar a la luz la precarización laboral en el estado. Y denunciar que se trata de un verdadero fraude laboral porque es un disfraz jurídico de una relación laboral encubierta. Como consecuencia, los trabajadores y trabajadoras tercerizadas reciben salarios inferiores a los trabajadores de planta permanente del Estado. No gozan de estabilidad laboral, tienen contratos eventuales y la continuidad depende de la continuidad de los contratos de las empresas con el Estado. |
