Ernesto Zippo
| Trabajador de Correo Argentino | MAC Rio Gallegos - Sta Cruz
Se cumple 100 años de la Masacre de la Federación Obrera de Magallanes, en Punta Arenas (Chile), ciudad cercana a Río Gallegos. Fue un ataque despiadado a una organización obrera que, junto a la Federación Obrera de Río Gallegos habían consolidado una férrea resistencia a los estancieros como Menéndez-Braun-Behety.
Fue parte de un sistemático plan de aniquilar a las organizaciones obreras de la Patagonia chilena y argentina, que comenzó con la Masacre del Frigorífico Bories de Puerto Natales (Chile), el 19 de enero de 1919, luego sigue con la masacre de la FOM y culminará con los 1500 peones huelguistas fusilados en la Huelga de 1921 en Santa Cruz. Es necesario destacar que la Patagonia Rebelde, también sucedió en Chile y la clase obrera chilena y argentina combatían hermanadas entre inmigrantes europeos, trabajadores argentinos, chilenos y los siempre invisibilizados chilotes. Fueron victimas de la represión estatal de ambas fuerzas armadas que defendieron a los estancieros, responsables del genocidio de los pueblos originarios.
La Izquierda Diario entrevistó al escritor y poeta magallánico Pavel Oyarzún Díaz, quién publicó obras poéticas y tres novelas referidas a los sucesos de la Patagonia Rebelde en ambos lados de la frontera chilena y argentina. Esas novelas son El Paso del Diablo, San Román de las Llanuras y Barragán.
¿Qué fue la Federación Obrera de Magallanes?
La Federación Obrera de Magallanes fue la mayor organización obrera y sindical, en el territorio. No existió antes, ni después una organización de tal envergadura, en cuanto al número de militantes y nivel de convocatoria. Hay que pensar que la FOM tenía un periódico, también tenía una orgánica bien definida y fundamentalmente tenía un enorme poder de persuasión en las masa trabajadoras del campo y la ciudad, en cuanto a convencerlos. La inmensa mayoría de los trabajadores eran de origen muy humildes, con muy poca instrucción formal, pero lograban convencerlos y trasmitirles una pertenencia de clase. También le transmitían una voluntad de lucha por los derechos políticos de la clase trabajadora y sigue asombrándonos cuando leemos el periódico El Trabajo, que era el órgano oficial de la FOM, la cantidad de actividades políticas y de movilización. Creo que comparado con la actualidad de las organizaciones obreras de Punta Arenas es nada con aquello de hace 100 años.
La FOM comenzó con su vida política y sindical en 1911 y se prolongó hasta 1924.
¿Cuál era su orientación ideológica?
Quienes dirigían los destinos de la FOM en general eran anarco sindicalistas. Fue quizás la única organización del movimiento obrero chileno cuya dirección ideológica no era el mutualismo o las tendencias socialistas incipientes de aquel entonces o como ocurrió con la Federación Obrera de Chile, fundada por Luis Emilio Recabarren, que venía del Partido Demócrata y es considerado el padre del movimiento obrero chileno, un gran dirigente junto a Elías Lafertte. Pero aquí en Magallanes, por diversas condiciones de inmigración, las ideas que llegaron fueron o se impusieron las anarquistas en su variante anarco sindicalista. Hay que pensar que el movimiento obrero tuvo una fuerte inmigración europea.
Años antes de la construcción del Canal de Panamá, el Estrecho de Magallanes era el único paso interoceánico de occidente a oriente, pasando barcos de todas las latitudes. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, quienes llegaron de aquellos barcos trajeron las ideas anarquistas.
¿Fue interesante la combinación que hubo entre aquellos inmigrantes europeos y los propios migrantes de la Isla de Chiloé?
En Magallanes se da una mezcla de precedencias y la inmensa mayoría de los trabajadores del campo y las estancias ganaderas eran chilotes, que llegaban a trabajar y superar las condiciones de pobreza que había en sus tierras y se encontraron con las ideas que trajeron los inmigrantes europeos y su clara conciencia de clase.
¿Hubo una estrecha relación con la Federación Obrera de Río Gallegos?
Prácticamente, el movimiento obrero patagónico y fueguino fue uno solo. Además, ideológicamente no reconocían las fronteras nacionales, que eran producto del desarrollo de la sociedad burguesa y sus Estados nacionales. Por lo tanto su concepción era internacionalista.
¿Luis Emilio Recabarren tuvo la oportunidad de visitar a la FOM?
Recabarren pudo conocerla en 1916, tomando contacto con sus dirigentes y realizó actividades prolíficas, dictando conferencias, en el propio local de la FOM. Eran diversos los temas que abarcaba como, el socialismo y la mujer, la sociedad de clase, lucha de clases. Incluso siempre recordó su paso por Magallanes en varias de sus cartas o intervenciones públicas en las cuales consideraba que la FOM era la que más sentido de clase tenía en Chile, con mucha convicciones.
¿Gabriela Mistral también estuvo?
Lo de Gabriela Mistral fue más indirecto, ya que ella viajó a Magallanes, cuando tenía 29 años, para hacerse cargo del Liceo de Niñas, en mayo de 1918 y estuvo poco menos de dos años. Realizó actividades propias de su cargo como directora, pero también se sabe que se interesó por el mundo obrero y las condiciones de analfabetismo que existían sobre todo en los hijos de los obreros y los obreros mismos. Entonces trabajó en la Sociedad de Instrucción Popular.
En algunas ocasiones llegó a manifestar su simpatía por la causa obrera y era por su propio origen de clase. En su poesía, sus textos y recados dejaron traslucir su conciencia de clase. Eso durante mucho tiempo se ocultó y se intentó mostrar una Gabriela Mistral despolitizada, ajena a los conflictos sociales y sin lugar a dudas tuvo contacto con la FOM. Era muy sensible a una sociedad tan desigual de aquella época y que sigue siendo así en la actualidad de Chile.
El 27 de julio de 1920 ocurre la masacre de la FOM y Carlos Vega Delgado publicó un interesante libro en el que pudiste colaborar. ¿Qué significó para vos?
Son esas oportunidades que resultan claves en el desarrollo, en este caso de mi obra literaria. Colaboré con Carlos Vera Delgado en la publicación del libro La Masacre de la Federación Obrera de Magallanes. Comenzamos a investigar aproximadamente en 1996 y dos años después se publica. Revisamos la colección casi completa del diario El Trabajo de la FOM, desde las publicaciones de 1911 hasta 1924. Nos enteramos de detalles, de condiciones y era un material que para cualquier investigador o investigadora sorprende por los niveles de organización y conciencia que tuvieron.
¿Incluso hubo un enorme desprecio de los patrones?
Junto a Vera Delgado hablábamos de las causas, que en la madrugada del 27 de julio participaron tropas del Batallón Magallanes, de la policía civil y uniformada, las guardias blancas (copiadas de la Liga Patriótica de Argentina), para asestar un golpe que debía ser letal para la FOM. Se debe a dos causas: que en el fondo, las organizaciones obreras de Chile y organizaciones estudiantiles de Santiago de Chile debían ser cortadas de raíz. La masacre de la FOM se da con muy poca diferencia de días con el asalto a la Federación de Estudiantes de Chile en el mismo año. La reacción que tiene la clase patronal veía un peligro inminente en la conciencia revolucionaria de dichas organizaciones. Inventan un argumento clásico del nacionalismo y una posible guerra con el Perú y acusan a la FOM de estar al servicio de un país enemigo.
¿Incluso se puede agregar la simpatía que tenían a los sucesos de la Revolución Rusa?
Es sorprendente, que a pesar a las dificultades que había en las comunicaciones, la revolución de octubre de 1917, en la lejana Rusia tuvo repercusión en Magallanes y fue plasmada en el periódico El Trabajo de la FOM, dedicándole muchas páginas a los sucesos. Tenían en claro que ocurría algo muy importante para el movimiento obrero internacional. Sorprende que la revolución bolchevique tenga simpatía en ellos, lo llegué a leer en su prensa.
¿Cómo esa masacre que cumple 100 años y quedó totalmente impune, vos tratas de hacer justicia en tu obra literaria?
Primero abordé el tema, en la poesía, en una publicación que hice en 1999 llamada, Patagonia la Memoria del Viento, donde hay un capitulo destinado a los dramáticos hechos ocurridos en 1920 y luego los golpes al movimiento obrero de Santa Cruz en 1921. En mi primera novela El Paso del Diablo, que se publicó en el 2004, abordé la huelga de Santa Cruz y uno de sus personajes es El Gallego Antonio, que bien sabemos que es el dirigente obrero Antonio Canalejo Soto, que fue líder de la huelga de 1921. Esa huelga terminó con los fusilamientos masivos del 10 de Caballería del Ejército Argentino al mando del teniente coronel Benigno Varela. En mi segunda novela que se llama San Román de las Llanuras, incorporé en los capítulos referidos a la FOM. Por supuesto hay amplios elementos de ficción, pero siempre muy presente en mis trabajos literarios de poesía y prosa.
¿Justamente en tu obra buscas una suerte de redención en los personajes obreros que luchan contra las injusticias de los patrones?
Creo haber cumplido con uno de los elementos que constituye a la literatura, sobre todo en las novelas de raíz histórica donde es una suerte de reivindicación o podríamos decir también, una forma de iluminar zonas que la historia oficial mantiene ocultas y bajo sombras. Se puede decir que la literatura, también puede ser un acto de justicia.
En mi caso es una literatura que se posiciona en la historia de los vencidos, porque ya conocemos la historia de los vencedores y están en los textos oficiales. Pero lo que trato en lo que tiene que ver con la calidad literaria, es no caricaturizar. Tratar de construir un producto que no caiga en el concepto de los buenos y los malos. Mas bien, traté de mostrar la condición humana, sujetos a leyes de la historia conciente o inconcientemente, sus orígenes de clases y los elementos sociales que influyen en nosotros y nos forman o deforman. Desde ése punto de vista tomo partido, intentando hacer buenas novelas. En mi caso como escritor, tuve la intención de tomar la literatura como ofensiva.
En octubre del 2019 comenzó un estallido social en Chile y en particular, fue muy significativo el derribo de la estatua de José Menéndez en la Plaza Gamero de Punta Arenas. ¿Se puede relacionar con el genocidio de los pueblos originarios y la masacre del FOM?
Hay un sentido continuo en la historia y los conflictos sociales. Muchas veces brotan antiguas querellas y antiguas reivindicaciones, en las movilizaciones actuales. Hay el deseo de muchos, en que la historia sea lo más amplia, profunda y justa posible. Hay que pensar que estos procesos fueron despolitizados en el tema del extermino de los pueblos originarios de Magallanes o el auge, caída y represión del movimiento obrero. Se los oculta a los responsables de aquellas masacres.
Por momentos pareciera que la sociedad está calma y no es así. En este caso de injusticia y atropello, estalla esa corriente subterránea que circulan en la sociedad. A eso nos abocamos las y los escritores.
Creo que se confrontan dos paradigmas, de dominación, de supremacía política y económica. Siempre hay otro paradigma que pugna por no dejarse avasallar en la literatura y la historia. Por eso surgen movimientos que tienden a derribar los símbolos de aquellos paradigmas. Soy optimista en que se avanza a una visión de mundo mucho más integral.
¿Los trabajadores actuales de Magallanes y los sectores populares tienen conocimiento de los sucesos de la FOM?
Soy bastante crítico a las premisas de la saciedad chilena actual y Magallanes no es la excepción. Todos sabemos lo que ocurrió después del golpe de Estado de 1973 y la política que se impuso a sangre y fuego. Es una política neoliberal que se contrapone con las tradiciones que tuvo el movimiento obrero de Luis Emilio Recabarren. Se buscó desmemoriar a la sociedad chilena y lograron, pero no de forma total. En la actualidad no hay grandes organizaciones obreras o sindicales en Magallanes, que recuerden aunque sea la sombra de los que fue la FOM. No se acercan en nada a aquella organización. Somos una sociedad en la que se impuso el consumo, que explota los aspectos más egoístas de la condición humana, más individualista. Por lo tanto el sentido de solidaridad y la conciencia de clase fueron duramente aplastados por una enorme maquinaria publicitaria, no solo durante los 17 años de dictadura de Pinochet, porque lamentablemente las organizaciones sociales y sindicales continuaron en los años de gobierno de la concertación. Es un largo proceso de arrasar la memoria histórica y hay una visión limpia de conflictos sociales en los discursos sociales. Creo que queda mucho por hacer.
¿Por eso es necesario rescatar la memoria de aquellos procesos de la FOM en la literatura?
Muchas veces, la literatura es una actividad que se realiza en solitario. Creo que en términos, la literatura chilena pasó por un bache histórico. Sobre todo en la década de 1990 se produjo una literatura completamente anodina o desconectada del contexto social del país. Una literatura minimalista, intimista, existencialista. Pero no digo que sea mala por eso, pero era la supremacía de aquel entonces. Pero afortunadamente siempre están los porfiados o las porfiadas, poetas y novelistas, que toman estos temas, como los de la FOM y van a contramano de las corrientes mayoritarias y desde ése punto de vista me siento muy orgullos de pertenecer a un grupo de escritores.
Tomamos elementos de la historia y los transformamos en objetivos políticos. Creo que hay un rebrote de otra corriente literaria que ya no es aquella de 1990, muy confusa y de aquel supuesto Chile exitoso y bien sabemos que todo ése oropel se fue el año pasado al suelo. Se cayó como un castillo de arena, porque no tenía sustento histórico o moral y surgió el Chile enormemente desigual, con su pobreza. Por lo tanto siempre hubo escritores y escritoras, que dijeron no!!! A ese paradigma del éxito.
Además de las obras escritas por Pavel Oyarzún Días, existe una película que se llama Fuego (Federación Obrera de Magallanes), estrenada en el 2016 y refleja la historia de la organización.
Por último agregaré una poesía de Pavel, en homenaje a la lucha de aquellos obreros y obreras de la Patagonia Rebelde.
Estas Palabras Abren Los Sepulcros
Estas palabras abren los sepulcros
y dejan huesos a la vista
Osamentas, a plena luz del día,
reciben, por fin, el viento de las llanuras.
En la velocidad del aire
va el gesto despavorido del grito
que aquí tapiaron.
Para horadar la mortaja de un silencio duro
fueron escritas en el territorio del viento,
definitivamente.
Estas palabras abren los sepulcros
y un puñado de cadáveres ya están de regreso,
para decir –después de tanto-,
a esta hora y en este sitio exacto,
recibimos los tiros
y el fuego donde ardemos para siempre.