La iniciativa surgió de una maestra que tiene a su madre internada en el Hospital Posadas. Ella le escribió contándole que la señora de la cama de al lado pasaba frío y no tenía con que abrigarse, entonces le regaló una mantita polar que tenía. Entonces la docente contó a sus colegas en un grupo de WhatsApp y enseguida se organizaron para hacer unas frazadas y donarlas, mientras denuncian que el Estado no lo hace.
Es que saben que los efectos de la pandemia del Covid-19 golpean fuertemente en las comunidades de los barrios pobres de todo el país por sus condiciones de precariedad. Pero lejos de la resignación, ponen manos a la obra y comienzan la organización desde abajo para dar respuestas a la crisis.
La actual situación de crecimiento exponencial en contagios de Covid-19 ha puesto sobre la superficie la precariedad del sistema de salud que sufrió durante décadas la desinversión de los distintos gobiernos de turno. Pero también nos muestra los enormes lazos de solidaridad que se generan en los sectores más vulnerables de nuestro país, donde reina la precariedad laboral y de la vida y donde la "presencia del Estado" sólo significa mayor presencia policial en los barrios populares y precariedad laboral.
Las voces de las protagonistas
Hablamos con Mariana y Giuliana, ambas docentes del conurbano bonaerense, que nos cuentan cómo surgió la idea de organizarse colectivamente para ayudar a quienes más padecen la actual pandemia y sus consecuencias.
Giulana dice hay “lugares como sociedades de fomento, clubes de La Matanza, que se prepararon para recibir personas contagiadas de covid, no pueden funcionar porque no tienen ni siquiera un enfermero para cuidar a la gente. Es una situación muy compleja, y no entiendo como en cuatro meses no haya un hospital de los que inauguraron en La Matanza que no funcione, como el de González Catán, Ciudad Evita.”
En esta situación no comprende por qué no se enfatizó en la formación de los médicos residentes, en enseñarles cosas como poner un respirador. Porque según su punto de vista hay una falta de oportunidades para los médicos recién recibidos dispuestos a ayudar para dar respuestas a la expansión del covid-19.
Mariana por su parte comenta como se encuentra la internación de su madre en el Hospital Posadas. Allí se encontró con diversas experiencias y carencias que la llevaron a tomar la iniciativa solidaria junto a sus colegas y amigas:
“Mi mamá está internada desde hace 4 días en el Hospital Posadas. Los días que pasó ahí le alcanzaron para saber en primer lugar la excelente calidad de profesionales de la salud que trabajan allí, atendiendo excepcionalmente a todos, y en segundo lugar para conocer las necesidades por las que están pasando dentro del Hospital.”
Ante el pico de contagios, siendo el AMBA la zona más afectada, el caso del Hospital Posadas es significativo, ya que se encuentra ubicado en un lugar de alta concentración demográfica y no casualmente luego del intento de desguace en los últimos años, se encuentra con las camas para pacientes de covid-19, al 100% ocupadas.
Nos cuidamos entre nosotros o no nos cuida nadie
“Anoche me escribió mi mamá preocupada al ver como ingresó una señora en la cama de al lado, no teniendo con qué taparse. Su familia no había podido llevarle frazadas, entonces mi mamá le regaló una mantita polar de las que ella tenía” comenta Mariana. Ante la imposibilidad de que una persona no tenga posibilidad de acceder a un elemento tan básico como una manta para abrigarse en pleno invierno, primó la mepatía - la misma de la que carecen los gobernantes, ya que ellos se atienden en lujosas clínicas privadas - decidieron organizarse junto a amigas y docentes logrando recaudar un monto de 10000 pesos en un muy poco tiempo. El objetivo que se propuso este grupo de personas, es poder comprar un rollo de tela Polar para crear 25 mantas aproximadamente para donar al Hospital cuyos profesionales los atendieron tan bien.
La experiencia vivida por Mariana es tan sólo un pequeño ejemplo de la potencialidad que tienen los sectores que más sufren la actual crisis social, económica y sanitaria en momentos donde deciden organizarse para generar lazos únicos de solidaridad. En ese sentido, Mariana agrega que “en cuanto a la solidaridad entre trabajadores, puedo hablarte de todas mis compañeras, todas y cada una de ellas, que al enterarse pusieron su granito de arena, nació todo de la mano de ellas”.
La organización de trabajadores y desocupados son generalmente la expresión más genuina en tiempos de crisis socioeconómica y mucho más en tiempos de pandemia. Pero mientras hacen, a su vez muestran cómo el Estado prioriza otros intereses, los de los poderosos, dando la espalda a la necesidad de las mayorías afectadas en todo sentido.
Pero no hay entre estas trabajadoras lugar para la resignación: la solidaridad partió desde los pacientes hacia el Hospital Posadas, hospital nacional que viene siendo vapuleado con recortes de presupuesto, personal.
Esta experiencia muestra un camino: uno que sólo caminan los trabajadores y sectores populares, con esta muestra de organización desde abajo para brindar respuestas que el Estado no da.
Somos un millón de docentes en el país, que en el marco de la crisis económica, social y sanitaria tenemos que unir fuerzas con la oposición antiburocrática y clasista. Este 8 de agosto te invitamos a una asamblea nacional de trabajadores y trabajadoras de la educación para debatir y organizarnos junto a estudiantes, auxiliares y la comunidad para ganar las calles por nuestras demandas, las de las mayorías populares. | 
