Foto: @rodrigozuko
Empresarios del agro convirtieron al delta del Paraná en un infierno. Las quemas de pastizales en las islas de Entre Ríos, que se repiten sin freno desde hace meses, destruyen ecosistemas de humedales e invaden Rosario con un humo constante.
El domingo por la noche cientos de usuarios volcaron denuncias a las redes sociales, con imágenes de llamaradas dantescas y reclamos a las autoridades. La semana pasada se informó de la imputación a siete propietarios de tierras, incluido Rufino Pablo Baggio, dueño de la reconocida marca de jugos.
Juan Cabandié, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, conversó del tema esta mañana con Reynaldo Sietecase en Radio con Vos. “Es preocupante porque genera una gran degradación ambiental, de flora y fauna. Los humedales son reguladores de agua, humedad. Y al mismo tiempo hay un perjuicio enorme hacia la población de la costa del Paraná: Granadero Baigorria, San Lorenzo, Rosario, San Nicolás, San Pedro…”, diagnosticó.
De forma insólita y sin que nadie le preguntara, el funcionario enumeró actividades que lo tuvieron como protagonista durante esta crisis. “Declaré la emergencia en mayo, hicimos reunión con gobernadores de Entre Ríos y Santa Fe, estuvimos con el Ministerio de Seguridad apagando los incendios. […] He denunciado penalmente, he estado apagando incendios en las islas con los brigadistas”. Sin embargo, según el ministro la “llave” para solucionar la catástrofe ambiental y “determinar los responsables” la tiene la Justicia de Victoria y Paraná. “Si el juez Ríos y el fiscal actuante no se mueven en ese sentido, va a ser muy difícil la situación”. E insistió con que “la Justicia de Entre Ríos está un poco adormecida o quiere encubrir situaciones que no quiere dar a conocer”, en referencia a cuestionamientos sobre la apropiación de terrenos fiscales por parte de estos agroganaderos.
La descarga de responsabilidad en las autoridades y la Justicia local que hace Cabandié recuerda las excusas de su antecesor, Sergio Bergman, que aclaraba que "no es competencia primaria de la Nación el atacar un incendio".
El ministro anunció el envío del Grupo Albatros de Prefectura y habló de una propuesta para nombrar la zona del delta como área protegida, propuesta en la que, dice, no ha podido avanzar por discusiones con el Gobierno de Gustavo Bordet en Entre Ríos.
Por toda solución y en medio de una andanada de excusas y justificaciones, el titular de la cartera de Ambiente exigió que la Justicia entrerriana “apriete” a los propietarios. Al parecer, a la “pereza” judicial se le agregaría la poca “cooperación” del Gobierno del peronista Bordet, aliado de Alberto Fernández en el Frente de Todos.
La actitud de Bordet no desentona con su persistente aval a las prácticas ecodestructivas del agronegocio, que han sumido a la provincia en una puja permanente entre el avance de la sojización y las fumigaciones y la resistencia de sectores de la comunidad a sus perjuicios ambientales y sanitarios. En plena campaña, Alberto Fernández dio su apoyo a la posición de Bordet contra el fallo que limitaba a tres mil y mil metros alrededor de escuelas rurales las fumigaciones aéreas y terrestres, respectivamente. “Es loable pero desmedido”, dijo el por entonces candidato.
La desesperante situación ambiental y sanitaria por los incendios en el delta no sería posible sin la complicidad del agronegocio y las autoridades locales. Los empresarios ganaderos ya fueron identificados e imputados, mientras se siguen sumando nuevos responsables. Los incendios se intensifican.
El listado de actividades enumeradas por Cabandié evidentemente no trastocaron el gravísimo y urgente panorama en la zona del delta. Tampoco sus excusas. En los hechos, días atrás, la respuesta para la población que se movilizó en la entrada del puente Rosario-Victoria fue el envío de Gendarmería.
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