El delegado de la sucursal del barrio de Retiro cuenta a este diario que desde la empresa de Alfredo Coto, obligaban al trabajador a concurrir, a pesar de haber manifestado tener síntomas. El viernes pasado se conoció el fallecimiento de su esposa. Le habían negado el testeo y el aislamiento, con consecuencias terribles para él y su familia.
El viernes pasado se conoció el fallecimiento por coronavirus de la esposa de un trabajador de la sucursal 160 de la empresa de Alfredo Coto. Se trata del local del barrio de Retiro, que al día de la fecha cuenta con 48 casos positivos. “Lo obligaban a ir a trabajar, decía que necesitaba hacerse el test porque se sentía mal, porque tenia miedo por su familia, por su hijo”, contó a este diario el delegado Héctor Castro.
Como vienen denunciando estos Trabajadores Autoconvocados de Coto, la empresa no cumple los protocolos, oculta los casos y, como si fuera poco, los amenaza para que no hablen del tema y manda patotas a golpear a quienes lo hacen.
“A Coto no le importa nada, desprecia la vida de la gente. Vuelvo a denuciar que Coto no cumple los protocolos como corresponde. Yo les pido por favor que difundan esto para que llegue a hasta lo más alto y le caiga con todo el peso de la ley que se difunda para que esto no pase otra vez”, continúa con mucha bronca Héctor.
A pesar de que existe una causa penal a cargo de Ariel Lijo y varias denuncias presentadas por trabajadores y trabajadoras de diferentes sucursales ante el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la impunidad de Alfredo Coto se ha cobrado una muerte que podría haberse evitado.
“Frente a este reclamo, el Gobierno de la Ciudad no reaccionó y tanto Alfredo Coto como su señora esposa, se ocuparon de mandar a su patota para acallar la situación. Lo que siempre denunciamos y quisimos evitar hoy es una desgraciada realidad. Nuestro compañero no sólo perdió a su esposa sino que un niño ha quedado sin madre”, dice un comunicado difundido por las y los trabajadores.
Pero no sólo el gobierno mira para otro lado. Quienes dicen defender a los trabajadores son cómplices de la patronal. “No es la primera muerte que, para satisfacer su avaricia, DON ALFREDO carga sobre nuestras espaldas y si Ramón Muerza, quien se adjudica el título de representar a los trabajadores de COTO, se hubiera ocupado en este tiempo de hacer cumplir los protocolos, hoy esta muerte se hubiera evitado. Lamentablemente, hoy somos testigos de que no solo se ocupa de mandar a patotear y golpear al compañero Héctor Castro, delegado de la sucursal en cuestión, sino que también se preocupa de resguardar los intereses económicos e impunidad de Don Alfredo”.
Los supermercados se han convertido en un foco de contagio. Según un relevamiento Observatorio de La Red de Trabajadores Precarizadxs y publicados en La Izquierda Diario, ya superan los 1100 casos positivos de coronavirus sólo en el AMBA. En la cadena de Alfredo Coto se cuentan la mitad de esos casos. Vale recordar que hace 10 días, basados en ese relevamiento y en las denuncias recibidas, los Diputados del Frente de Izquierda, Nicolás Del Caño y Romina del Pla, presentaron un pedido de informes en el Congreso Nacional, para que el Gobierno de explicaciones y respuestas, ante la escalada de contagios en los supermercados de dicha zona. En ese momento se habían registrado 900 casos. El aumento es exponencial.
Como destaca el relevamiento,se registraron varios conflictos laborales motivados por el persistente incumplimiento del protocolo ante casos de Covid-19 sospechosos, así como por condiciones necesarias de salubridad e higiene en cada establecimiento. En el 30% de los establecimientos, sus trabajadores realizaron protestas y /o medidas de fuerza como respuesta a esta situación.
Ante esta situación desesperante propiciada por el abandono de las autoridades, la prepotencia patronal y la complicidad de la burocracia sindical hay sectores de trabajadoras y trabajadores, de delegados independientes que se organizan en su lugar de trabajo y, en muchos casos, se pusieron a la cabeza de tomar medidas como paros o cierres preventivos para proteger su salud y la de sus familias.
Reproducimos el comunicado de los trabajadores y trabajadoras:
"En el día de la fecha, lamentamos comunicar el fallecimiento de la esposa de un compañero de la sucursal 160, la misma que desde hace tiempo ha sido denunciada por abandono, impunidad y desidia. El compañero a pesar de haber manifestado tener síntomas era obligado a concurrir a su lugar de trabajo e insistentemente pedía ser hisopado y aislado por miedo a contagiar su familia.
Frente a este reclamo, el Gobierno de la Ciudad no reaccionó y tanto Alfredo Coto como su Sra esposa se ocuparon de mandar a su patota para acallar la situación. Lo que siempre denunciamos y quisimos evitar hoy es una desgraciada realidad, nuestro compañero no solo perdió a su esposa sino que un niño ha quedado sin madre.
Todos estamos con mucha indignación y bronca debido a que varios se hicieron los distraídos, pero no duden de que tendrán que rendir cuenta, Alfredo Coto no puede llevarse puesta una vida más como si nada. No es la primera muerte que, para satisfacer su avaricia, DON ALFREDO carga sobre sus espaldas y si Ramón Muerza quien se adjudica el título de representar a los trabajadores de COTO, se hubiera ocupado en este tiempo de hacer cumplir los protocolos, hoy esta muerte se hubiera evitado, lamentablemente hoy somos testigos de que no solo se ocupa de mandar a patotear y golpear al Cro HÉCTOR CASTRO, delegado de la sucursal en cuestión, sino que también se preocupa de resguardar los intereses económicos e impunidad de Don ALFREDO.
Convocamos a las autoridades a que hagan lo que tengan que hacer y a los clientes y vecinos a no comprar en la cadena COTO".
