Hace días que vengo escuchando a Javier Milei, un exponente mediático de la corriente autodenominada liberal, insistiendo en que el gobierno de Alberto Fernández es socialista. Más precisamente, dice que es un “socialismo sin plan”.
No es necesario que dedique estos 6 minutos, ni mucho menos, en explicar lo lejos que está este gobierno de haber llevado adelante medidas socialistas. Y Milei, que no es ningún zonzo, también lo sabe, entonces, ¿para qué lo dice?
Qué necesidad tiene Milei de decirle socialismo a esta realidad?
Por supuesto que hay, de un lado, una intencionalidad de demonizar al socialismo. A la par de fomentar la “grita”, y todo ese discurso de que “vamos a ser Venezuela”, “no hay respeto a la propiedad privada”, se agranda el aparato del Estado, entre otras consignas de la extrema derecha liberal.
Sin embargo, esa es sólo la superficie. Hay algo más.
Mejor no hablemos de ciertas cosas
La pobreza (medida en términos de ingresos para acceder a una canasta básica), que Macri subió de 25 % a 38 % a fines de 2019, está trepando ahora al 45 % de las personas, según la UCA. Se estima que para fin de año puede volver a los niveles del 2001. 1 de cada 3 niños tiene un déficit alimentario, y el 13 % pasó hambre.
En 1974 la pobreza era del 4 %. En los últimos 20 años, no bajó del 25 % (una de cada 4 personas).
Aunque no lo crean, Milei hizo una charla Tedex hace unos años, titulada “Capitalismo una historia de amor”. Allí dijo que es una estupidez hablar de desigualdad, como hacemos los marxistas, y que lo que hay que ver es que el capitalismo es superior a cualquier sistema porque es “una máquina de sacar gente de la pobreza”.
Parece que estos números que dimos arriba para la Argentina le incomodan un poco…
Como el capitalismo es un sistema global, no miremos sólo a nuestro país.
Según la CEPAL, en América Latina la pobreza pasaría de 185,5 millones de personas en 2019 a 230,9 millones en 2020. ¿Y en el mundo? La cantidad de personas que viven con menos de USD 5,50 al día (o sea, 12.400 pesos por mes) podría aumentar hasta 180 millones de pobres más, según el Banco Mundial.
Bueno, dirán, pero eso es por la pandemia. No. Incluso antes de la pandemia, 3400 millones de personas, casi la mitad del mundo, vivían con menos de 5,50 dólares por día. Ese número está prácticamente igual que desde 1990.
Yo no sé qué cuento se comió Milei, pero más bien, los datos demuestran que el capitalismo no sólo no saca a la gente de la pobreza, sino más bien, es todo lo contrario.
Y si hablamos de desigualdad, eso de lo que no quiere hablar Milei, tenemos que el 1 % más rico concentra la misma riqueza que el 60 % de la población mundial, según Oxfam. En medio de la pandemia, 73 milmillonarios de América Latina aumentaron su pobreza 48.200 millones de dólares.
Si esto no es capitalismo, qué es, qué es…
Entonces, ¿por qué Milei le dice socialismo al gobierno de Alberto? Para liberar de culpa al capitalismo realmente existente de la situación de crisis brutal.
Por supuesto, Alberto Fernández salió en estos meses a reivindicarse más capitalista que nunca. Sólo que habría un capitalismo bueno y uno malo.
Parece que a nadie le gusta este capitalismo. Nadie quiere reivindicar esta realidad terrible en la que vivimos. Pero nadie se quiere hacer cargo. En un punto coinciden en generar ilusiones de que podría haber otro capitalismo posible.
Sin embargo, esta no es la excepción, ni una eventualidad. Es la forma misma en que funciona el capitalismo, con concentración de riquezas, con crecientes padecimientos sociales, y crisis recurrentes. Porque todo está en función de la ganancia. Y ahi no hay distinción entre financiero o productivo, o entre más y menos Estado.
Como dice la famosa frase, “es el capitalismo, estúpido”. | 
