Pasaron cuatro meses de la suspensión de clases presenciales y la continuidad pasó a la virtualidad. Sin embargo, eso trajo muchos cambios y adaptaciones. ¿De qué se trataron estas adaptaciones? ¿Esto afectó en el trabajo docente? ¿Fue trabajo más cómodos ? La pandemia afectó no solo la economía sino también todo el ámbito del trabajo y la organización dentro de las casas.
Como dicen las docentes en los testimonios, la virtualización de las clases trajo varios problemas. Tuvieron que hacer malabares para mantener el acompañamiento pedagógico. Esta realidad es compartida por miles. Un estudio del Conicet da cuenta de que el 57.7% del sector educación plantea que se vieron fragilizadas sus condiciones de trabajo, en un sector en el que son mayoría las mujeres. Es difícil establecer un horario de trabajo. Como contaban las compañeras en el audio, “te imaginás que un alumno que espera que vuelva su mamá del trabajo a las 9 de la noche para usar el celu y mandar su trabajo, no le voy a decir que no a esta hora no trabajo!”. Se ocupa mayor tiempo aunque se hable del derecho a desconexión.
Otro tema son los medios que utilizan los docentes para garantizar las clases. Según la propia Ctera, el sindicato docente, el 90% de los docentes dieron clases por medio de mensajería: WhatsApp, mensajes, telegram. Y que solo el 30% tiene una computadora única, porque casi la mitad de los docentes comparten los dispositivos, con un hijo o familiar en la casa. Después de esto Trotta, el Ministro de Educación tomó nota de este problema y anunció un plan de créditos para que los docentes accedan a computadoras. Es decir, los docentes tendrán que pagar de su bolsillo las herramientas de trabajo, algo que debería garantizar el Estado. Pero la realidad es que con una computadora no se soluciona el problema, porque, un 59% de los docentes dijo tener una conectividad inestable o nula. Ni hablar de que tienen que pagar de su bolsillo los servicios de internet.
Por otro lado hay muchos docentes sin trabajo porque no se abrieron las convocatorias: deberían poder repartir todo ese trabajo entre los que están sobrecargados y los que no tienen actualmente trabajo docente.
¿Por qué el Estado no reorganiza la labor docente, creando más cargos para distribuir las tareas y aliviana a las maestras y profesoras sobrecargadas sin tocarle el salario? No es un dato menor que desde lo que va de la pandemia no abrieron los actos públicos ahorrándose muchos millones en puestos que no fueron asignados. Recién abrirían el 10 de agosto.
El trabajo educativo de forma virtual es no solo precarizador sino que también restrictivo y discrimina porque quedan miles de chicos afuera y docentes que no estaban preparados. Todos los especialistas hablan de que alrededor del 45% de los alumnos no tuvo continuidad, por lo que se estima que si volvieran las clases desertaría hoy de la escuela. El gobierno nacional reconoció ayer en su evaluación nacional que la mitad de los alumnos no tiene una computadora para estudiar.
LA Ctera, Suteba, sindicatos docentes toman nota que la crisis que golpea a las familias, se pronuncian por demandas muy sentidas como un impuesto a las grandes fortunas, por el pago del IFE para todos los reemplazantes y suplentes, por la conectividad. Pero todo esto queda entre cuatro paredes.
Es urgente que ellos llamen a movilizar por estas y todas nuestras demandas. En ese sentido estamos convocando una gran asamblea nacional por Zoom de trabajadores y trabajadoras de la educación este 8 de agosto, llamando a las agrupaciones de izquierda para organizarnos en común y pelear para que la dirección de nuestros sindicatos salgan de sus cómodos sillones para ganar las calles. | 
