Las condiciones del sistema de salud y sus deficiencias no son novedad para quienes transitan y trabajan en los centros de salud y hospitales, pero sin duda la pandemia puso sobre la mesa demandas históricas: falta de personal, contratos precarios, salarios insuficientes, techos que se caen, hospitales que se inundan, cortes de luz, y un largo etcétera.
En Argentina el presupuesto en salud viene en picada. En la Provincia de Buenos Aires eso se ve claramente: en el 2003 con Solá de gobernador se destinaba a salud un 8.4% del total del presupuesto, en 2009 con Scioli bajó a un 6,5%, y en 2016 Vidal lo llevó a un 5,5%, presupuesto que hoy Kicillof mantiene.
Es decir, contamos con el presupuesto más bajo de la historia en plena pandemia, lo que se refleja por ejemplo, en la permanente pérdida salarial, año tras año, lo que empuja a miles de laburantes al pluriempleo, una de las causas más importantes para explicar el alto índice de contagio por Covid-19 en el personal de salud.
Una situación crítica, y el rol de los sindicatos
El rol que juegan los grandes burócratas sindicales, atornillados en esos cargos “de negocios” es bien conocido. Hace pocos días la cúpula de la CGT mantuvo su reunión y acuerdo con grandes empresarios. De espaldas a los trabajadores, convalidan rebajas salariales y festejan por la tele esos “acuerdos”. Los gremios de Salud de la CGT como UPCN y Salud Pública se mantienen en esta sintonía.
En la CTA, ATE está hundido en la parálisis frente a la emergencia sanitaria. Permanecen de brazos cruzados mientras cientos de trabajadores siguen sin cobrar su sueldo. Convocan por lo bajo y sin bochinche a una “jornada de lucha” para contener el enojo de cientos de trabajadores esenciales que siguen sin cobrar el prometido bono. Por su parte, la CTA de los trabajadores que lidera Yasky en CABA, hace un plenario donde la apertura la deja en manos de Alberto Fernández. “Sutil” la cooptación del gremio al gobierno.
CICOP, gremio que nuclea al sector profesional, denuncia de forma acertada las condiciones del sistema de salud, la falta de personal, la exigencia de las licencias para las y los compañeros con factores de riesgo y demás reclamos. Pero por fuera de estas denuncias en los medios de comunicación y de la participación de los comités de crisis (con las autoridades y sin trabajadores) y mesas técnicas, muy poco se hizo para que nuestros reclamos sean verdaderamente escuchados.
Para que se escuchen las denuncias hacen falta acciones
CICOP, “Comisión Interhospitalaria del Conurbano y Provincia” como su nombre lo indica, surge alrededor de los ’90 nucleando a grandes asambleas por hospital, desde entonces se ha declarado independiente de los gobiernos. Se distingue de otros gremios por un estatuto que impulsa un régimen democrático interno. Tradición que hay que refrendar y defender.
En este contexto, donde la vida de los compañeros y la posible saturación del sistema de salud anunciada por los mismos gobernantes está en juego, es necesario refrescar sus orígenes de lucha y coordinación.
Transcurridos cuatro meses de pandemia, donde el personal de salud se tuvo que autoabastecer de EPP, por la falta de cantidad y calidad de los mismos, donde han fallecido compañeros con factores de riesgo porque el gobierno nos niega las licencias, y tantas denuncias de conocimiento público, tan solo se ha llamado a una sola jornada de lucha. Ocurrió el 10 de junio con importantes acciones por hospitales, y una conferencia de prensa en el obelisco.
El 17 de Julio se realizó el primer y único congreso de delegadas y delegados en lo que va de la pandemia. Tras horas de debate se acordó un plan de lucha pero sin modalidad ni fecha definida. Hoy, con dos semanas de retraso, se pondría fecha y forma, algo que al parecer genera discusión en la propia dirección del sindicato.
Gran parte de la conducción, nucleada recientemente en la agrupación 10 de junio (impulsada por el PCR) batalla contra cualquier intento de expresar nuestras demandas en la calle. Ocultan su verdadero alineamiento con el gobierno con falsas excusas sanitarias. Parece que una caravana si es impulsada por la Agremiación Médica Platense no traería consecuencias sanitarias, pero si se impulsa por quienes trabajamos en el sistema de salud público sí.
Desde la Corriente de Izquierda Por la Salud Pública en la Lista 5, creemos que en esta situación crítica tenemos grandes peleas por delante para lo cual es vital un verdadero plan de lucha. Tenemos que conseguir la efectivización inmediata de todos los pases a planta, incluidas las becas Covid que el gobierno dejó de lado; el presupuesto de emergencia, la centralización inmediata de los servicios públicos y privados en manos del Estado, la reapertura de paritarias y la implementación de licencias para todos los trabajadores del sectorcon factores de riesgo, entre otras medidas imprescindibles.
Además de impulsar con fuerza las asambleas por hospital y centros de salud, llamamos a los diferentes gremios que nuclean a las y los trabajadores de la salud, a impulsar una gran asamblea interhospitalaria, para poder pelear y hacer efectiva estas medidas y exigencias, porque nuestras vidas valen, ¡y no queremos ser esenciales para las obligaciones y descartables para nuestros derechos!
Gran encuentro de trabajadores de la salud en todo el país
Desde diferentes agrupaciones en salud de todo el país, nucleadas en el Movimiento de Agrupaciones Clasistas - MAC -, quienes peleamos por verdaderos sindicatos democráticos, combativos y de lucha, que sean real expresión la organización en los hospitales y centros de salud, convocamos a una gran asamblea nacional de trabajadores y trabajadoras de la salud el próximo 8 de agosto, para fortalecer las peleas que damos a diario en cada lugar de trabajo, estudio y en los sindicatos, y discutir qué medidas hacen falta para poner fin a un sistema de salud que se basa en la precarización de sus trabajadores, y donde el acceso para la mayoría de la población cada vez es más difícil.
Donde quienes estamos nucleados en diferentes sindicatos podamos levantar la misma voz. Con las y los jóvenes residentes que se siguen organizando, trabajadores de limpieza, enfermería, administración, técnicos, promotores/as de salud, de las diferentes profesiones y médicos/as. Para votar resoluciones de lucha y fuertes campañas que recorran todo el país, por todas nuestras demandas. ¡Las licencias para los y los trabajadores de la salud tiene que ser ley!
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