Para poder comprender la importancia que tiene esta tecnología y porqué el apuro de su implementación, se nos hace necesario primero saber de qué trata todo este asunto que viene a cambiar el internet tal y como lo conocemos.
Es necesario estar al tanto de que esta tecnología viene a preceder al actual 4G que utilizan nuestros teléfonos inteligentes y diversos aparatos electrónicos. Una de las principales características de la tecnología 5G, es que promete un aumento en la velocidad de transferencia entre 20 y 100 veces superior a la actual tecnología 4G. Lo que permitirá, por ejemplo, la transmisión en vivo de videos de alta definición y descarga de una película en unos pocos segundos. Sumado a esto debemos considerar que se abre la puerta hacia la implementación de tecnologías domesticas que vienen a facilitar nuestras vidas de forma que podamos llegar a tener cafeteras inteligentes, smartwatch, asistentes de voz, aspiradoras inteligentes y un sinfín de aparatos electrónicos que vienen a renovar la forma en que vivimos. Por otro lado, la llegada del 5G viene a aportar con una conectividad capaz de mejorar las condiciones de teletrabajo y las diferentes actividades que hoy en día se realizan vía internet, producto de las cuarentenas.
Pero no todas son buenas noticias y paraísos tecnológicos, tomando en cuenta que la implementación de esta tecnología podría llegar a tener un costo de 3 mil millones de dólares en los próximos 5 años, dinero que podría ayudar a todo el que lo necesite, a tener un sueldo de emergencia de 500 mil pesos o la compra de insumos médicos para los distintos establecimientos de salud del país, si solo esos dineros fuesen destinados a evitar el agravamiento de la situación en la cual nos encontramos, con hospitales colapsados, falta de insumos en hospitales, desempleo con cifras históricas que sobrepasan al millón de personas y miles de ollas comunes producto del hambre que existe.
Como si no fuera poco, este tipo de tecnología podría traer posibles consecuencias para la salud debido a la exposición prolongada a las altas frecuencias de sus antenas, por lo cual se siguen haciendo pruebas al respecto, además de facilitar el uso de maquinaria avanzada en empresas, permitiendo poder controlar la producción con solo un click, sin la necesidad de contratación de mucho personal, dejando espacio solo a la mano de obra especializada, obligando a las y los trabajadores a la precarización laboral y despidos.
Sumado a lo anterior, hay que tener en cuenta, que el acceso a servicios, aplicaciones y dispositivos estarán disponibles solamente a quienes puedan pagarlos y no priorizan las necesidades sociales como sus posibles aplicaciones en salud pública, asistencia a las personas, educación o en la mejora de las condiciones de vida de la población. Por lo que lejos de tomar en cuenta la implementación de esta tecnología como buena o mala, debemos considerar las consecuencias para la salud que trae, las desventajas que trae al estar al servicio de la voluntad empresarial y los grandes magnates, la inmensa cantidad de metadatos que podrían manejar sobre nosotros, mejorando la vigilancia y reduciendo nuestros derechos, además de las profundas desigualdades que trae consigo.
Por lo que la posibilidad de democratizar y socialiazar la información y resguardar la privacidad, solo puede ser llevada adelante por una acción política consciente de las y los trabajadores, ya que los cambios tecnológicos son, después de todo, un nuevo terreno en el cual debemos pelear contra la desidia empresarial, la vigilancia y el derecho a poder decidir cuándo compartir nuestra información personal. Pero por sobre todas las cosas poder decidir cuándo y en dónde son invertidos los dineros de las y los trabajadores, para su propio bienestar y no para el beneficio de los empresarios y unas pocas familias. |
