De esos temas habló Diego Sacchi en su columna sobre noticias internacionales del programa de radio El Círculo Rojo, que se emite todos los domingos de 21 a 23 hs por Radio Con Vos.
India es el segundo país más poblado del mundo (después de China) con más de 1300 millones de habitantes y por su territorio el séptimo más grande.
Este gigante asiatico, con una cultura milenaria y un reciente pasado como colonia británica, hoy es una de las principales economías del mundo que hace años tiene tasas de crecimiento que rondan el 8% e integra el selecto grupo de países con armamento nuclear (también sus vecinos China y Pakistán)
Un dato interesante, es el mayor productor de genéricos del planeta, con el 20% de la producción de activos que se usan para hacer medicamentos.
En este contexto, sigue siendo un país de fuertes desigualdades, que suma nuevos millonarios cada año pero mantiene un 20 por ciento de la población viviendo con menos de 2 dólares por día.
En este panorama llegó la pandemia. Según los últimos datos la India tienen más de 1 millón 750 mil contagiados, el tercer país con más casos (detrás de EE UU, Brasil).
El 22 de marzo el Primer Ministro, Narendra Modi, anunció un bloqueo total en todo el país. Esto derivó en un colapso por la paralización de todo el transporte público, incluido el ferroviario o los autobuses.
Para tener una idea del impacto de la medida, más de 40 millones de trabajadores migrantes de las regiones más remotas de la India, quedaron varados en las grandes ciudades donde trabajan, como Delhi, sin poder regresar a sus hogares.
Estas medidas extremas del Primer Ministro no alcanzaron para frenar el avance de la pandemia. Tengamos en cuenta las deficiencias estructurales en salud, alimentación, higiene, además de que el presupuesto para la salud pública no supera el 2%.
La crisis causada por el coronavirus ya dejó 120 millones de desempleados y se calcula una contracción de la economía de un 5% de la economía.
El Gobierno del perfil nacionalista y derechista, hasta el momento responde a está crisis intensificando un discurso contra las minorías religiosas, por ejemplo los musulmanes, y proponiendo leyes que redunden en mayor flexibilización laboral.
También aumentó la retorica nacionalista de Modi, en especial contra China. Recordemos que el pasado 16 de junio soldados indios y chinos se enfrentaron con piedras, palos y golpes en el corazón del Himalaya a más de 4000 metros de altura.
Modi viene profundizando la cooperación estratégica y militar con Estados Unidos, facilitada por la afinidad político-ideológica que tiene con Donald Trump. Ante la crisis por el coronavirus el Gobierno indio tratará de sacar provecho de la disputa de Washington con China.
Esto es un pantallazo del otro gigante asiatico, al que hay que seguir de cerca, tanto por las tensiones sociales internas que la pandemia agudiza, como por su papel en el intento estadounidense de frenar el ascenso de chino, que amplifica la potencialidad incendiaria del conflicto entre India y China. | 
