Tras más de 50 años de transmisión de los programas de Roberto Gómez Bolaños "Chespirito", ya no saldrán más al aire en todo el mundo, luego de que Grupo Televisa y Grupo Chespirito no pudieron llegar a un acuerdo.
Así lo informó la tarde de este sábado a través de su cuenta de Twitter Roberto Gómez Fernández, hijo del actor y director de la productora. Sin embargo, aseguró que están buscando que regrese a la pantalla chica.
Graciela Gómez Fernández, hija de Roberto Gómez Bolaños, quien señaló que “es una pena que quien más se benefició de los programas de Chespirito” hoy dice que “ya no valen nada“, en referencia a la televisora.
Aunque no fue parte de las negociaciones, la esposa de Chespirito, Florinda Meza, calificó esto como una agresión al público y un “acto incomprensible” que “patea” el recuerdo del actor.
Sin duda no se puede concebir el éxito de Gómez Bolaños sin pensar en la historia de Televisa, una de las empresas más importantes en México, integrante del duopolio televisivo y los vínculos que tuvo ésta desde sus inicios con el PRI.
Chespirito fue durante décadas pieza clave en el sistema de manipulación de la opinión pública del régimen mexicano, relación que fue resumida por el escritor Bernardo Fernández: "Si el Tigre Azcárraga fue un soldado del PRI, Chespirito fue uno de sus mejores sargentos".
Y en efecto, el sobrino del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz Bolaños, durante décadas fue transmitido en televisoras internacionales, sobre todo durante los años álgidos de las dictaduras latinoamericanas, donde tuvo gran aceptación dentro de los regímenes de Pinochet y Videla.
Representante en México del humor simple y de circunstancias, calificado como "enajenante" y alienado a la ultraderecha mexicana, Gómez Bolaños se convirtió en parte de la historia del despliegue ideológico que en México tuvo un impacto de masas y que durante medio siglo lleno a la televisión con contenido basura y al servicio del régimen.
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