Se oficializó el acuerdo con los acreedores por la reestructuración de la deuda. La historia de la deuda en el país es de terror, las denuncias por ilegalidades abundan. Acá te contamos las más importantes.
El Gobierno nacional comunicó que llegó a un acuerdo de reestructuración de la deuda bajo legislación extranjera. El peronismo en la oposición criticó el endeudamiento de Macri, pero ahora avala la deuda y pagará a libro cerrado sin investigar.
La deuda es un mecanismo de dominación y saqueo de las potencias imperialistas. Honrar la deuda sólo derivó en crisis que golpearon al pueblo trabajador como sucedió en 1989 con la hiperinflación o con la debacle de 2001.
La izquierda plantea que la deuda es ilegal y fraudulenta, y que es necesario el desconocimiento soberano de la deuda junto a otras medidas como la nacionalización de la banca y el comercio exterior, entre otras.
¿Por qué decimos que es una deuda ilegítima? Veamos:
-Deuda manchada de sangre
La deuda escaló durante la dictadura. El 40 % de la deuda que se contrajo durante ese período financió la fuga de capitales, el 30 % se destinó a la compra de armamentos e importaciones no declaradas y el restante 30 % fue a pagar intereses de la deuda previa, según analizó el Banco Mundial.
Un fallo del juez Ballestero, en base a la investigación de Alejandro Olmos Gaona padre y que luego siguió su hijo, estableció 477 ilícitos en la constitución de la deuda durante la dictadura. El fallo se envió al Congreso, pero se archivó sin tratarse.
-Deudas privadas de los grandes empresarios
La deuda también aumentó absorbiendo deuda privada de grandes empresas, de los miserables empresarios como los llamaba hace unos meses Fernández. Los últimos años de la dictadura, Domingo Cavallo, nacionalizó deudas privadas que pertenecieron a Ford, la familia Macri, Techint, Renault, Bridas de la familia Bulgheroni, Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa), y Pérez Companc.
Olmos Gaona explicó que las empresas crearon deudas ficticias y “el Estado se hizo cargo para evitar que las empresas se fueran a la quiebra”. En 1983 la deuda privada transferida al Estado fue de U$S 18.000 millones, que a valores de hoy supera los U$S 60.000 millones.
Otro episodio fraudulento fue el “blindaje” en el 2000 y el “megacanje” de Domingo Cavallo de 2001 que están sospechados de fraudes con la colaboración del FMI, el Banco Mundial y bancos privados. Con el “megacanje” la deuda pública se incrementó en U$S 53.000 millones.
En 2001, el desembolso del Fondo que llegó después que el Congreso votara el “déficit cero” se evaporó en la fuga de capitales. Hay investigaciones que calculan que el 80 % de la fuga fue organizada por el Citibank, Banco General de Negocios, Bank Boston, Banco Galicia, y BBVA. Esto sucedió mientras los pequeños ahorristas quedaron encerrados en el “corralito”.
-Megacanje de Kirchner, Duhalde, Lavagna y Prat Gay
Claudio Lozano (actual director del Banco Nación) en su libro La deuda ilegítima cuestionó lo que denominó el megacanje de Kirchner, Duhalde, Lavagna y Prat Gay (quien hasta 2004 fue presidente del Banco Central) por ser un canje inconstitucional, ilegal y sospechado. El economista sostuvo que en los hechos fue una reestructuración sin quita.
El exministro de Economía Axel Kicillof con el objetivo de cerrar el conflicto con los fondos buitres en 2014 declaró “Argentina quiere pagarles en condiciones justas a todos los bonistas. Por eso el señor Paul Singer –titular del fondo NML, principal litigante contra la Argentina– puede venir y conseguir un 300 por ciento de ganancia si compra los bonos reestructurados en las condiciones de los canjes que lanzamos en su momento. ¿Esa ganancia es poco para él? Sí, es poco, porque es un buitre”, una declaración que corrobora los cuestionamientos de Lozano.
La historia se conoce, Singer obtuvo ganancias superiores con lo que pagó el macrismo con el aval del peronismo en el Congreso.
El endeudamiento creció y en 2017 el exministro de Finanzas, Luis Caputo, emitió un bono a cien años, el más largo de la historia argentina. Uno de los fondos que lo adquirió fue Noctua Asset Managment LLC, que según los Paradise Papers es una sociedad offshore radicada en Delaware (una guarida fiscal de los EE. UU.) fundada por el mismo Caputo en 2009.
El acuerdo con el FMI también cosechó denuncias. Según un informe del BCRA los fondos del organismo “abastecieron una fuga de capitales del sector privado”. Esto está prohibido por los estatutos del Fondo, pero el acuerdo no fue rechazado por el actual Gobierno y seguramente se negociará para pagar.
Por estos motivos, rechazamos que sea el pueblo trabajador el que tenga que pagar los costos de pagar una deuda ilegal y fradulenta.