Más de 20 trabajadores salteños se encuentran en Pedro Luro a la espera de la autorización del Gobierno de Salta para poder regresar. Habían viajado para cosechar cebolla, actividad que se seguía haciendo incluso durante la cuarentena pero que ya finalizaron.
En el grupo de salteños hay al menos 5 mujeres y un menor de 4 años. La mayoría son de Salta capital, pero también hay golondrinas de Güemes y otras localidades del interior. En Luro, además, hay jujeños y santiagueños pasando por lo mismo.
Armaron un video para viralizar su situación.
“Lo poco que tenemos se nos está acabando”
Diego es un joven trabajador golondrina de 37 años que se encuentra en Luro sin poder volver a su casa, en Finca Valdivia. “Hace 7 meses que salí y no veo a mi familia, a mi mujer, a mi hija, a mi madre”, contó quien además es paciente de riesgo.
“Somos más de 20 personas, estamos en Pedro Luro, que pertenece a Bahía Blanca, en Buenos Aires. Es un pueblito en donde mayormente se trabaja con cebolla, nosotros vinimos a hacer la temporada y ya se terminó el trabajo. Hace casi dos meses que con una concejala de acá estamos gestionando con el COE de Salta la vuelta de nosotros a la provincia pero del COE no hubo respuesta. Ella (Luciana Stefanelli, NdR) llamó, se comunicó con ellos y le dijeron que no, que espere. Y así los días pasan y, a nosotros, lo poco que tenemos se nos está acabando”.
“El trabajo que hay es muy poco, y con esta situación en el pueblo hay mucha gente, no solo salteños, hay jujeños, santiagueños, gente que se quedó por trabajo. Ya ahora la situación se está saliendo del control, y si no hay trabajo uno no come acá. Tenés que pagarte el alquiler, todo, la plata que nosotros tenemos así como la ganamos se nos está yendo de las manos”, comentó.
Desde que comenzó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio son miles las y los trabajadores golondrinas en todo el país que la cuarentena los encontró trabajando en el campo, sin ningún derecho. Cuando terminaron su trabajo lo mismo les pasó en Río Negro, Mendoza o Buenos Aires, quedando a la merced de la solidaridad de vecinos, medios de comunicación independientes para poder hacer públicas sus demandas. Gastando sus ahorros para poder sobrevivir.
El accionar de los gobiernos peronistas, radicales, del PRO, tanto a nivel provincial como a nivel nacional fue el mismo. Nulos derechos para las y los trabajadores golondrinas y un guiño a los empresarios del campo que amasaron fortunas incluso en medio de la cuarentena. Ni unos ni otros se hicieron cargo de la situación de las y los trabajadores ni sus familias.
“Nosotros alquilamos. Los alquileres no te esperan, ellos viven acá, son gente que cobra por la pieza y si no tenés, lamentablemente te vas a tener que buscar otro lugar para vivir, y si no tenés plata para pagar el alquiler nadie te va a dar una mano”, remarcó Diego.
En la actualidad, a casi dos meses de haber terminado la cosecha, trabajan de lo que pueden. “Si hay que hacer changas, se hacen changas, y los días que no se trabaja se come con lo que tenemos ahorrado”. De esta forma van utilizando lo que fueron ganando en estos meses de trabajo, lejos de sus hogares y, en la mayoría de los casos, de sus familias.
A una de las mujeres del grupo, “desde Acción Social del pueblo (Pedro Luro, NdR) le dijeron que lamentablemente ellos no pueden hacer nada” y que lo que les queda es “esperar que desde Salta les manden la autorización para poder ingresar a la provincia. Supuestamente es porque Luro pertenece al partido de Bahía Blanca y hay muchos contagios, pero nosotros estamos acá en fase 5, acá nosotros hacemos vida normal, con el cuidado que implica la pandemia, pero no nos quieren autorizar”, contó el joven.
Diego manifestó que, antes de salir, quieren asegurarse de poder ingresar a Salta, no pueden estar probando a ver si van a quedar varados, como ya les pasó a otros trabajadores golondrinas la semana pasada. Quienes finalmente llegaron a Salta capital el sábado, luego de 4 días en la ruta, sin acceso al agua, comida ni ningún control sanitario.
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