Un nuevo debate atraviesa el Congreso y el gobierno de Sebastián Piñera. Esta vez, es la moción de legislar el proyecto del impuesto a los súper ricos presentado por los/as diputados/as Alejandra Sepúlveda (Federación Regionalista Verde Social), Camila Vallejo (PC), Gabriel Ascencio (DC), Luis Rocafull (PS), Daniel Núñez (PC), Giorgio Jackson (RD), Alexis Sepúlveda (PR), Esteban Velásquez (Federación Regionalista Verde Social) Raúl Soto (Independiente).
El proyecto consiste en un único impuesto del 2,5 bruto de las ganancias de los súper ricos del país para financiar un ingreso básico adicional de emergencia. En síntesis, una persona que posee desde US$22 millones, deberá pagar al Fisco US$550 mil, lo que se traduce en $400 millones. Por supuesto, el gobierno ya se adelantó en desestimar la iniciativa considerando que no es realizable e inconstitucional.
La Oposición con la ganada del retiro del 10% de los fondos de la AFP al gobierno, se encuentra confiada en que alcanzará el quorum necesario para aprobar la idea de hacer esta reforma constitucional. Pero el escenario es mucho más complejo: sin la fuerza de la clase trabajadora organizada no habrá correlación de fuerza para poner entre la espada y la pared al gobierno nuevamente.
Pero la fuerza de la clase trabajadora organizada… ¿para luchar por qué programa?
Los partidos del Frente Amplio y el PC en la Oposición están enfrascados en un gallito con el gobierno para arrancarle algunas tajadas, pero al final, la decisión final siempre pasa por fuera de la clase trabajadora y el pueblo. Sin embargo, ad portas de un proceso constituyente, con la fuerza que hemos demostrado con nuestra movilización podemos ir por un programa de emergencia de impuesto progresivo (y no único) del 20% de las grandes fortunas para financiar rentas básicas equivalentes a una canasta familiar promedio.
¡Que no sean los mismos de siempre quienes decidan!
Esto es imposible de pensar bajo los lineamientos de la constitución heredada de la dictadura, por eso urge cambiarla. Sin embargo, podemos ir por mucho más que este proceso constituyente controlado por los partidos tradicionales. Sigamos peleando por una Asamblea Constituyente verdaderamente libre y soberana, para que seamos la clase trabajadora, las mujeres y la juventud quienes decidan sobre esto. |