Desde octubre de 2016, luego del femicidio de Samantha Yoerg, se despertó en muchas compañeras,además de la familia de la joven, una necesidad de Justicia que va mucho más allá de que el femicida esté preso. A Emiliano Cahuana lo condenaron a cadena perpetua, luego de declarase culpable, sin embargo, los casos de violencia de género continúan, sobre todo en las localidades del interior de la provincia de Córdoba.
Es por eso, que también es la necesidad de terminar con una tradición negacionista frente a la violencia de género, frente al silencio cómplice de las instituciones, frente a la desidia estatal, situación harto repetitiva a lo largo de todo el país y que venimos denunciando desde siempre.
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En 2018 luego de una denuncia pública por violencia de género en General Deheza, vecina localidad en la que la víctima mostró con fotos y un relato estremecedor como había sido golpeada, desde una organización nacida de la Mesa de la Diversidad de Rio Cuarto se acompañó, se marchó pero además también se presentó un proyecto en el Concejo Deliberante de la ciudad para crear un Observatorio de Género, y un comité interdisciplinario para atender cada caso con la importancia y los recursos humanos que se requieren, para también prevenir, acompañar, en fin, luchar contra la violencia de genero. Pero la respuesta no tardó mucho en llegar y fue la misma utilizada siempre, independientemente de cualquier gobierno o partido político del régimen: no hay presupuesto. En cambio, ese día el Concejo Deliberante y ante una necesidad de no parecer TAN negacionista aprobó el proyecto del Banco Rojo como parte de una campaña para concientizar, prevenir, informar y sensibilizar a la sociedad sobre la violencia hacia las mujeres y que hoy, muy lejos de generar conciencia, está destruido.
También hubo un caso de secuestro en Cabrera, el de una adolescente de 16 años que con un golpe en la cabeza la subieron a un auto y la llevaron hasta un campo, después la “devolvieron” dejándola tirada en la entrada del cementerio. La familia quiso hacer la denuncia y la policía dijo que mentía, no conforme con esto, siguieron buscando ayuda en las demás instituciones: Juzgado de Paz, trabajadoras sociales e intendencia. Sin embargo, el mismo intendente de la UCR-PRO, Marcos Carasso le dijo a la madre de la víctima que, según la policía, su hija mentía. Nadie le dio una respuesta y mucho menos la contención que necesitaban.
Las calles se llenaron otra vez en un pedido de justicia por la violencia y los abusos sexuales cometidos por un abogado y profesor de la ciudad; a esta última profesión la ejercía como hobbie y fue el escenario perfecto para llegar a sus víctimas, por supuesto con la complicidad de la institución educativa en la que se desempeñaba. Hasta el día de hoy sigue sumando denuncias por abuso sexual y violencia contra menores. Cuenta, además, con todos los recursos financieros y los contactos necesarios para mantenerse impune. Mientras la ciudad sigue pidiendo por su aprehensión este personaje sigue paseándose en uno de sus tantos y millonarios autos con total tranquilidad. Ni siquiera las acciones en su contra se conocen, la policía ha encubierto una tras otra todas las manifestaciones que se han dado en contra de este millonario abogado de Cabrera.
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En este contexto se llevó a cabo un taller de empoderamiento femenino, totalmente gratuito en el SUM de un barrio popular, con el acompañamiento de una profesional de psicología en el que se trataba de concientizar y acompañar a las mujeres que se animaban a asistir. Como así también una jornada formativa sobre feminismo socialista organizado por Pan y Rosas Rio Cuarto.
Actualmente, en el contexto de la pandemia se cometieron 160 Femicidios, 1 cada 31 horas, y 157 intentos de femicidios, es decir, los casos de violencia de género y femicidios aumentaron a nivel país, aun así el comisario de General Cabrera afirma en notas a los medios hegemónicos, que en la ciudad disminuyeron, aunque no pueda comprobar estos dichos por la inexistencia de un ente que contabilice los datos, o que mínimo informe de cómo denunciar frente a la cuarentena.
Además, al final del año 2019 se trató el presupuesto 2020, y se destinó gran parte a Trabajo Social del Hospital Municipal, ente que tiene en su equipo de trabajo personas que discriminan a quienes deben asistir, y que tienen una denuncia elevada al colegio de Trabajo Social y también al INADI por discriminación. Pero no solo eso, no habiendo dinero para las políticas de género si se aprobó el presupuesto para refaccionar el edificio municipal, como tantas otras obras públicas en las que el gobierno local hace hincapié para convencerse de ser una gestión ejemplar.
En una ciudad con una sociedad tan centralizada en su mundo, sus tradiciones y costumbres conservadoras los medios hegemónicos, son gran parte del problema, ya que al no estar capacitados en perspectiva de género, re victimizan, desinforman, o encubren a los violentos. Noches atrás cuando se dio la última marcha estos mismos medios no nombraron al imputado ni una sola vez, no entrevistaron a la representante de la Mesa de la Diversidad, ente organizador ni tampoco mostraron los carteles que exigían al Municipio hacerse cargo de la situación. Así se mantiene el hermetismo, la impunidad y el silencio en una ciudad que se sigue creyendo pueblo, un pueblo donde “estas cosas no pasan”, pero rápidamente nos encontramos de frente con la realidad, y esta es que el 67% de los casos de violencia de género suceden en el interior de la provincia. Ante el silencio, la complicidad y contra toda violencia machista nos vamos a seguir organizando, vamos a seguir marchando y exigiendo en la urgencia de declarar la Emergencia Nacional en violencia de Género y en la importancia de la implementación y aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral. Vivas nos queremos. |