En estos días fue noticia, meme, TT, Nicole Neumann porque se contagió de COVID-19.
Por un lado porque la modelo antiderechos y antivacunas negaba la existencia del virus. Pero principalmente porque le echó la culpa a la mujer que trabaja limpiando en su casa, a quien pese a las restricciones mantenía trabajando en su domicilio en plena pandemia y le daba franco cada 15 días para que vea a su familia.
Dijo, para cubrirse, que “le preguntó” qué quería hacer apenas empezó el ASPO -a lo Catherine Fulop con Juanita- y que ella “prefirió” quedarse. Pero ese “entendimiento” es parte de una relación muy desigual. Este caso se hizo conocido porque la modelo es mediática, ¿pero cuántos de estos diálogos/presiones se deben haber repetido y se repiten a diario?
Las trabajadoras de casas particulares son casi 1,5 millones en el país. Es el trabajo donde más concentra a las mujeres, son el 98% del rubro, que tiene el mayor porcentaje de informalidad y el promedio de ingresos más bajo de toda la economía.
Por todo esto son las más afectadas por el ASPO. Según la Unión Personal Auxiliar de Casas Particulares, 4 de cada 10 denunciaron durante la cuarentena que sus empleadores/as las obligaron a concurrir bajo amenaza de no pagarles su salario, o a tomar estas semanas a cuenta de las vacaciones, o han modificado la categoría para truchar los permisos de circulación, y un amplio espectro de situaciones abusivas o fraudulentas por parte de sus patrones y patronas.
El ministerio de Trabajo informó que, sólo entre las trabajadoras “registradas”, fueron despedidas más de 20.000. Una encuesta del CONICET y la Universidad nacional de Lanús entre abril y mayo, arrojó que con el Aislamiento, sólo a un tercio de las trabajadoras les siguieron pagando aunque no fueran a trabajar, mayoritariamente las que están registradas.
Pero ahí está uno de los ejes de la cuestión: el 75% trabaja de manera informal.
Y otro de los ejes, que es lo que hoy queremos hablar, es que además de los salarios miserables, la precariedad laboral y la feminización de esta tarea, en limpiar casas paritulares se encuentran sobrerrepresentadas las mujeres migrantes.
Desde Alerta Spoiler conversamos con Zulema Montero, que es abogada, migrante y presidenta la Asociación Civil Yanapacuna, parte del Bloque de Trabajadores Migrantes.
"Con el aislamiento social preventivo y obligatorio para todos los habitantes de la argentina por supuesto que los migrantes también hemos acatado pero las ayudas económicas para sostener este aislamiento como ha sido el Ingreso Familiar de Emergencia no han llegado a toda la población migrante. Solamente ha llegado a un 40%, el 60% ha sido excluida del IFE. Lo cual ha incidido gravemente entre las personas migrantes.
Mucha mujeres migrantes vienen de sus países de origen saliendo de un clima de violencia y al final se convierten en mujeres jefas de hogar que sostienen su economía porque generalmente el hombre que es el violento en el victimario desaparece. Entonces toda la carga social y económica la sufren mayormente las mujeres. Gran número de las mujeres están en la economía informal, en las casas de familia, y que viven del trabajo día a día.
A cuatro meses de cuarentena, lo están padeciendo lamentablemente muchas mujeres migrantes que no han llegado al IFE, ni que decir de los extra mercosur que ni siquiera existe todavía una disposición legal que facilite la radicación. Por ejemplo de los senegaleses quienes también la están padeciendo muy duro puesto que están siendo muchos desalojados e incluso porque ellos también viven en el economía informal el trabajo dia a día".
Ella nos cuenta que según el último censo son casi 2 millones las personas migrantes en el país, y el 54% son mujeres. Le preguntamos ¿cuál es la situación particular de las mujeres migrantes en el país desde que comenzó la cuarentena, cómo influyó en su situación laboral y en su vida en general?
Pero de las más vulneradas, las mujeres, migrantes, trabajadoras que limpian los paraísos ajenos, de las que Zulema nos contaba que al 60% la ayuda del estado no le llega, de las que siempre se espera que no hagan más que agachar la cabeza, empezaron sin embargo a conectarse para dar respuesta.
Por eso, hablamos con Evelin Cano, una joven estudiante, trabajadora informal en casas particulares e inmigrante paraguaya, parte de la Red de Precarizadxs. ¿Por qué? Porque las vidas trabajadoras, nativas y extranjeras, formales e informales, importan!
"Soy Evelyn, soy trabajadora de casas particulares, tengo 23 años, soy inmigrante, soy de paraguay como toda mi familia. Yo no cobré la IFE en esta cuarentena. Me di cuenta que muchas mujeres como yo que no recibían el sueldo, o que tenían que ir a trabajar con certificados truchos o tenían que elegir, entre comillas, quedarse en la casa de sus patrones pasando la cuarentena o tener que pasar la cuarentena en su casa con los hijos pero sin un peso del sueldo para darle de comer a sus hijos.
Nosotras decidimos organizarnos porque estamos cansadas, porque nos cansamos de la injusticia, nos cansamos de la humillación que viene del mismo Estado que no nos pagan la IFE porque somos inmigrantes, que no nos protege cuando estamos en la absoluta informalidad.
Nos empezamos a organizar en un grupo de whatsapp, hicimos asambleas, hicimos plenarios virtuales. Y el próximo sábado 15 de agosto a las 16 horas queremos hacer un gran plenario nacional con todos los sectores informales que estamos pasando por esta situación.
Mientras nosotras no recibimos los 10 mil pesos por discriminación, el gobierno decide pagar millones a la deuda mientras nosotros estamos en la absoluta vulnerabilidad. Por eso nos organizamos, levantamos las voces, nos cansamos de la humillación y queremos trabajos con derechos. Así que a todos los que me están escuchando les dejo esta invitación. Es muy importante que nos unamos, que reunamos nuestras fuerzas y que salgamos a las calles. Basta de ser invisibles, eso es lo que nosotros estamos diciendo". |