Estamos en el quinto mes de pandemia en Chile, en el ranking de los países con más contagios del mundo, y en los listados con dos dígitos de desempleo en América Latina y el Caribe, región que tiene más de 41 millones de desocupados desde que llegó el Covid-19.
El ministro de Economía Lucas Palacios, en una entrevista en Radio Infinito, sacó sus propios cálculos de desempleo: “Hay cerca de 1 millón 800 mil puestos de trabajo que en el último año se han destruido, lo cual es fuerte. Además, a eso hay que sumarle personas que no han perdido su contrato, que son cerca de 700 mil y un poco más que se supone la Ley de Protección al Empleo. Y eso hay que sumarle más o menos el mismo tamaño de personas que no están buscando trabajo, que antes estaban buscando y ahora no”.
En Chile vemos cómo siempre los partidos tradiciones vienen salvando a este gobierno y a este régimen podrido de la dictadura, entonces debemos recordar que desde la UDI al Partido Comunista votaron a favor de la ley "de protección al empleo", la que ha permitido cientos de miles de despidos y suspensiones sin recibir remuneraciones.
Ni qué decir sobre la tregua criminal que sigue manteniendo la CUT, dirigida por Bárbara Figueroa (Partido Comunista), pues viene de una cuarentena desde que empezó el estallido, uniéndose a la mesa social y manteniendo la paz con Piñera, mientras se mantuvo la impunidad y la represión.
Con el aumento del desempleo en pandemia se hace más complicado tener un trabajo nuevo, entonces entran las preocupaciones. Ya no hay ese seguro de cesantía, llega el 10% de las AFP, pero es solo para poder pagar deudas y para poder comer estos meses, mientras que hay millones de trabajadores en las calles junto a sus familias, y los grandes empresarios y fortunas chilenas aumentan sus riquezas.
No podemos creer en esos partidos del régimen que se hacen llamar "amigos del pueblo" y dejar que decidan por nosotros, porque ya firmaron el pacto "por la paz" a nuestras espaldas, incluyendo a los principales partidos de Frente Amplio, mientras los responsables de las violaciones a los DDHH siguen en libertad y sin castigo, y mientras millones exigíamos en las calles "fuera Piñera" y Asamblea Constituyente Libre y Sobrera.
Es por eso que hace falta una salida de las y los trabajadores, independiente a los partidos empresariales y del régimen, que se proponga levantar un programa para que la crisis la paguen los capitalistas, que incluya la prohibición de los despidos, el financiamiento total de los salarios a través del impuesto a las grandes fortunas y grupos económicos como las grandes mineras, por la paralización total de sectores no esenciales, que sea convocado por todos los organismos de la clase obrera y también por la CUT, y la reconversión de la economía bajo gestión de las y los trabajadores para hacer frente a esta crisis económica y social. Un programa anticapitalista y totalmente opuesto a los proyectos del gobierno. |