Una frase del Chacho Coudet lo dice todo: “En el primer tiempo hicimos lo que pudimos y en el segundo fuimos con lo que teníamos”. Es el espejo de lo que brindó el Canalla frente a Lanús por la fecha número 13.
Analizando cualquier arista solo se puede coincidir en el pobre partido que brindó Central frente a un rival que cualitativamente fue más.
Pero ya sea por la propias limitaciones de Lanús, por la actuación del gran arquero Caranta y porque quizás hay un equipo al que cuesta voltear, Central logró mantener su invicto gracias al impulso anímico que les da el técnico y la fuerza de la localía que brinda su hinchada.
Siendo muy optimistas, Central ganó un punto. Dicen los montañistas que cuando más arriba se sube, el viento sopla más fuerte. Con el Canalla pasó eso: se pensó un partido y en el campo se jugó otro. Sin corregir errores en el medio campo, jugó mal, tal vez la peor presentación en lo que va del torneo pero saliendo erguido, con un punto en el casillero, sin más para destacar.
En los primeros minutos Central tuvo la pelota y jugó con alto vuelo pero quizás Coudet no pensó jamás que Ortiz, Ayala y Pasquini , los tres volantes granates podrían ganar en superioridad a Cervi, Barrientos, Colman y Jonás Aguirre. El buen planteo de los mellizos para que sus jugadores taparan a todos los receptores y quedara libre Yeimar Pastor, quien no tuvo ni una salida clara cuestión que enloquecía al Chacho tratando que otro asumiera ese rol. Así el rival crecía y de ahí en más hubo un reparto desigual de situaciones. Caranta le saca un remate a quemarropas a Benítez pero no pudo hacer nada cuando el delantero se metió mano a mano luego de que solamente Salazar tuviera presencia.
Así el rival crecía. El remate de larga distancia fue el único recurso que tuvo el canalla (solamente Jonás tuvo algunas buenas arremetidas por el lateral izquierdo que tapó Monetti). Lanús aprovechó lo que Central le regaló. Jugó mal porque si no lo hubiera ganado fácil. Tuvo chances para bajar el telón. Niell inventa un penal y el empate a cargo de Ruben de nada hubiera servido si no fuera por el gigante arquero que tiene el Canalla y por la mediocridad del equipo de Lanús.
Después del empate Lanús bajó la puesta en escena y pareció que Central se lo podía quedar.