Comandada por Patricia Sosa y Oscar Mediavilla, se convirtieron en un referente del rock local, gracias en gran parte al carisma, la potente voz y la presencia escénica de Sosa, quien ya en los inicios de su carrera, tuvo que lidiar con el machismo de un público que la recibía con insultos al tratarse de la primera cantante de una banda de hard rock y heavy metal. Aquí su historia.
Comenzando desde los cimientos
Los inicios de la banda se remontan a mitad de los años 1970, más concretamente en 1975, cuando Patricia Sosa (voz), Oscar Mediavilla (guitarra), los hermanos Ricardo (batería) y Gustavo Giles (bajo), Pilu Camacho (guitarra) y Luis Alberto Múscolo (teclados), tenían un grupo de pop y soul llamado Nomady Soul, en donde interpretaban canciones en inglés y en español. La dictadura cívico-militar de 1976, autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, no permitió que la carrera de este grupo pudiera desarrollarse como de otros artistas, en parte debido a la censura. Aún con todo, la banda registró cuatro sencillos: Dicen que dejaste de quererme/Déjame y Tú/Vuelve a mí. Las cuatro canciones fueron editadas en 1978 y fueron grabadas para el sello RCA Víctor. Luego de algunas giras, el grupo se disolvió a inicios de los años 1980.
La situación política en Argentina era cada vez más represiva e inestable, sin embargo, varios grupos de rock resistían a la censura por parte de los militares, como Serú Girán, Tantor o artistas como Luis Alberto Spinetta.
En ese contexto, en 1981, se vuelven a juntar los miembros originales de Nomady Soul, pero sin Pilu Camacho y con la inclusión de Carlos Alberto “El Negro” García López en la guitarra. Con esta nueva formación, la banda fue rebautizada como La Torre. Con un sonido más duro, que abarca entre el hard rock, el blues rock y el heavy metal que el antecesor grupo, y con un estilo similar al de grupos como Heart o Led Zeppelin, La Torre grabaría a fines de 1981, la maqueta de su primer LP debut. El material tendría el mismo nombre de la banda y contaría con diez canciones. Sería editado recién en junio de 1982. En este mismo año, se produce la guerra entre Argentina e Inglaterra, por el dominio de las Islas Malvinas. Ante este hecho, se da un empujón inesperado al rock argentino: el gobierno militar estableció la censura a la música en inglés, pero esta acción produjo como contrapartida un gran fomento a las bandas nacionales, que ahora sí eran pasadas en las radios, y no como años atrás.
Contra un público machista
El primer concierto en vivo y debut oficial de la banda, se produjo el viernes 12 de septiembre de 1982. Sin embargo, dos meses más tarde, la banda tendría relevancia tras su participación en el festival B.A. Rock. Cabe aclarar que el concierto fue filmado y dirigido por Héctor Olivera y estrenado en Enero de 1983. La banda tocó todo su repertorio, destacándose la canción Colapso nervioso, uno de sus primeros hits. Como todas las bandas y artistas que tocaron durante los cuatro sábados de noviembre de ese año, cada una dio su testimonio del recital para la película. Patricia dio el suyo y lanzó una crítica feroz sobre las mujeres en la escena de rock:
La verdad que esta experiencia para mí fue terrible, porque me comía los nervios. Es una responsabilidad muy grande, más porque el público de rock, no creo que este acostumbrado a recibir mujeres. Es un público machista.
Si bien el testimonio fue agregado para a la película, es cortada abruptamente. Cabe destacar la aparición en esa época de múltiples artistas mujeres como Claudia Puyó, Celeste Carballo, Sandra Mihanovich, Viuda e Hijas de Roque Enroll, Fabiana Cantilo, Hilda Lizarazu, Leonor Marchesi, líder de la banda hard rock Púrpura, Isabel de Sebastián y Celsa Mel Gowland vocalistas de Metrópoli, y Diana Nylon con su grupo Nylon. Todas ellas empezaron imponerse fuertemente en la escena rockera nacional, dominada en su mayoría por hombres.
Tras este evento, la banda fue considerada como Grupo Revelación 82’ por la revista Pelo. En 1983, la banda ya gozaba de cierto éxito. Las críticas de su trabajo eran excelentes y se encontraban en su mejor momento.
La Torre en vivo, 1984.
En ese mismo año, el baterista Ricardo Giles y su hermano, el bajista Gustavo Giles, deciden abandonar el grupo, y son reemplazados por Jota Morelli en batería y Fernando Lupano en bajo respectivamente. En ese mismo año, luego de siete años de censura, persecución y muerte, vuelve la democracia al país. Con estos cambios en su alineación, la banda graba su segundo trabajo discográfico, titulado Viaje a la libertad, nuevamente bajo el sello RCA Víctor.
Ella solo quiere Rock and roll
El álbum es un éxito y Patricia Sosa es considerada como “Mejor cantante del año” en una encuesta hecha por la revista Pelo a fines de 1983. En 1984, vuelven haber cambios en su formación, esta vez Beto Topini reemplaza a Jota Morelli en la batería.
La banda vuelve a entrar al estudio y editan se tercer álbum de estudio, Sólo quiero rock and roll, siendo editado en 1984. De este material, se destacan las canciones como la que le da título al álbum, y otras como Rompe mi amor rompe y Sólo sé que estoy perdida. En las encuestas, La Torre fue el mejor grupo de 1984 y mejor tema del año fue Sólo quiero rock and roll, popularidad que terminan de confirmar en el Festival Chateau Rock 1985, de la ciudad de Córdoba. En 1985, el guitarrista Carlos Alberto “El Negro” García López se aleja de la banda y es reemplazado por Gady Pampillón, quien venía de tocar en la banda de heavy metal Alakran. El material es otro éxito arrasador y la banda lo presenta por todo el país. En el año 1985, la Fundación Konex le otorgó a Patricia Sosa, el Diploma al Mérito, como una de las cinco mejores cantantes de la historia del rock argentino.
Estamos en acción, no te desesperes...
Como detalle, Patricia seguía tomando clases de canto y solía recorrer las radios de Buenos Aires a pie, para que estas difundieran la música de la banda. En 1986, la banda edita su cuarto álbum de estudio, titulado Presas de caza. El disco consagra definitivamente a la banda a nivel masivo, convirtiéndose en uno de los grupos más convocantes de la Argentina. De este disco se destacan las canciones Sálvame ábreme la puerta, Tratando de cambiar al mundo, Presas de caza y la más popular de la banda, Estamos en acción.
Tras la salida de este disco, Fernando Lupano decide irse a tocar a Las Ligas, la banda de acompañamiento de Charly García. Es reemplazado por Ricky Matut. El 16 de mayo de 1987, la banda toca en el Estadio Obras Sanitarias, presentando todos sus éxitos hasta ese momento.
El material posterior sería titulado como En vivo. Un año más tarde, en 1988 la banda edita el que sería su último trabajo discográfico de estudio, titulado Movimiento. Este disco sería editado por DG Discos.
Detrás de la pared
En ese mismo año, la banda realiza una gira internacional y sucede un hecho inédito: la banda realiza una gira por España y luego en la Unión Soviética, siendo uno de los poquísimos grupos de rock -y más particularmente originario de Latinoamérica- que pudieron tocar allí.
Durante agosto y septiembre de 1988, tocaron detrás de la cortina de hierro. En total, dieron veinticinco conciertos en veintiochos días ante más de 300.000 personas. Tocaron en las ciudades de Moscú, Leningrado y Estonia.
En ese concierto de plena apertura a occidente durante el gobierno de Mijail Gorbachov, tocaron junto a Big Country, New Order, Public Image Limited, Steve Hacket, entre otros artistas que participaron en aquel concierto histórico.
La Torre en Estonia, 1988.
Tras esta exitosa gira, la banda recorre el país, Sin embargo, Patricia decide iniciar su carrera como solista, con un estilo más melódico y romántico. Esta decisión es acompañada por su esposo Oscar Mediavilla y varios miembros de la banda.
A comienzos de 1990, La Torre se separa definitivamente. Los demás miembros tendrían exitosas carreras como solistas. El Negro García López, ex guitarrista de la banda, murió en un accidente automovilístico en septiembre de 2014 y Gady Pampillón, murió en junio de 2020, debido a un cáncer de laringe.
Sin dudas, uno de los mejores grupos de rock que dio la Argentina post dictadura. Su cantante y figura líder Patricia Sosa, luchó contra el machismo de la escena rockera, no solo desde sus letras y su poderosa voz de contralto, sino desde su actitud combativa en imponerse contra quienes siempre se oponían a que las mujeres tuvieran presencia en los escenarios por prejuicios retrógrados. Ella diría años más tarde: Siempre traté de defender mis raíces y mi manera de ser. Para las mujeres siempre es más difícil. Yo gané mi lugar imponiéndome a grito pelado. Me decían: acá las minitas de los músicos no suben al escenario. Pero yo soy la cantante. Vamos nena, abajo, abajo. Ahí o le pegaba una patada en los tobillos al de seguridad y entraba corriendo o empezaba a gritar como una loca histérica. No era fácil ser cantante de rock.
Ella, junto con Isabel de Sebastián, Hilda Lizarazu, Celsa Mel Gowland y Diana Nylon, entre otras, durante los años 1980, se impusieron contra el machismo, la misoginia y el patriarcado de una escena musical cuya cultura, décadas más tarde, estallaría por los aires en el movimiento de rock argentino.