Este miércoles a la mañana, a través de la plataforma Zoom, la jueza federal de Bahía Blanca reunirá a la familia de Facundo Astudillo Castro, sus abogados Luciano Peretto y Leandro Aparicio, las abogadas de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM - querellante institucional-) y al fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez, para analizar el nuevo pedido de recusación de este último en la causa en la que se investiga la desaparición forzada del joven de 22 años el 30 de abril.
Como informó este diario, ya hubo un pedido de recusación de Martínez realizado el 21 de julio tanto por la familia de Facundo como por la CPM, con sobrados fundamentos de sospecha de parcialidad (en favor de la Policía Bonaerense, funcionarios y comunicadores encubridores). Sin embargo la jueza Marrón, una semana después, rechazó el pedido, dándole la espalda a los fundamentos de las querellas y permitiendo que el cuestionado fiscal siguiera no investigando qué pasó con Facundo.
A fines de la semana pasada, con más elementos de prueba, la familia de Facundo volvió a pedir la recusación de Ulpiano Martínez, que también es acompañada por la querella institucional de la CPM. Más rápido que en la anterior oportunidad, la jueza ya convocó a una audiencia específica para tratar el asunto, mañana a las 11.
Los fundamentos
A todo lo dicho en el pedido anterior de recusación, ahora la familia de Facundo agregó otros elementos que abonan aún más la idea de que el fiscal Martínez no sólo no está haciendo el trabajo que en teoría debería hacer (investigar, probar y acusar) sino que incluso hace cosas que ayudan más aún a los principales sospechosos del caso.
Por ejemplo, la familia de Facundo lo acusa de haber negado inexplicablemente la participación del perito de parte Marcos Herrero y sus perros Yatel y Duke en el rastrillaje del miércoles 5 de agosto en un campo cercano a Mayor Buratovich (tras un llamado anónimo al teléfono de la propia madre, Cristina Castro).
Lo que más cuestiona la querella es que Martínez podría haberlo habilitado con solo una firma, pero prefirió no hacerlo e incluso pedirle infantilmente permiso a la jueza Marrón para esas autorizaciones, cuando está facultado él mismo para hacerlo (y de hecho lo hizo en anteriores ocasiones).
Esa actitud deliberada del fiscal derivó en que material hallado por la Policía Federal el miércoles 5 no haya sido olfateado por los perros de Herrero antes de ser enviado a la Ciudad de Buenos Aires para su análisis a cargo del Ministerio de Seguridad de la Nación. Tras ser cuestionado hasta por la misma jueza, al final Martínez autorizó la tarea del perito de parte (que se hizo dos días después).
La querella afirmó en su pedido que Martínez ignora y desconoce los derechos consagrados a las víctimas, que tienen legalmente “plena capacidad de producir y controlar prueba”. Pero además con su actitud, el fiscal hizo “incurrir en gastos, esfuerzos y dolores inmensos para esta madre, teniéndola por horas parada al costado de la ruta y habiendo resuelto colocar una consigna judicial (con todo lo que ello implica) a la espera de una autorización”. Eso, afirman, retrasa y demora diligencias que son urgentes.
La querella también cuestiona fuertemente el destrato e indiferencia de Ulpiano Martínez y gran parte de su personal de la Fiscalía Federal 1 de Bahía Blanca. “Solo nos respondieron una vez en los últimos días”, dicen la familia y sus abogados, “no atendiéndosenos el teléfono ni contestado un solo mensaje por parte del personal fiscal a la hora de pedir explicaciones”.
Martínez tiene así “malicia reiterada, dolosa y notable al no tener diálogo ni trabajar mancomunadamente con quien se supone debe acompañar en nombre del Estado”, según versa el escrito presentado a la jueza Marrón por la familia.
Otro hecho considerado grave por las querellas es la actitud de funcionarias y funcionarios que trabajan junto a Martínez, especialmente de la prosecretaria de la Fiscalía Silvina Bianchi y de la doctora Silvia Pasquare, sobre quienes se pidió que se investiguen sus conductas.
Hasta las manos, Ulpiano
La familia de Facundo, tras analizar detalladamente el expediente, los procederes de Martínez y todo lo vertido en la anterior audiencia de recusación, concluye en que “no queda duda alguna de la lentitud, incapacidad y displicencia de la actividad desplegada por la Fiscalía”, e incluso funda sospecha en una “actitud dolosa” de quien está a cargo de ella.
A todo lo anterior se suman cuestionamientos sobre el fiscal que se acumulan desde hace semanas. “Mientras la asociación ilícita sigue bombardeando con falsas noticias a la opinión pública y jactándose de analizar el expediente” (en referencia a varias fake news lanzadas desde el medio La Brújula), el fiscal “ni siquiera se ha dignado a solicitar medida de prueba alguna” sobre varias irregularidades que hay en el expediente.
Entre otras cosas Martínez no parece darle importancia a lo hecho por el Municipio de Villarino, habiendo entregado informes contradictorios de lo registrado por las lectoras de patentes ubicadas en la Ruta 3. Tampoco a la actuación de la delegación de Bahía Blanca de la Policía Federal, a cuyos cuestionados agentes ni siquiera les tomó declaración testimonial.
Tampoco dio curso Martínez a pedidos concretos de las querellas y de la misma Procuraduría contra la Violencia Institucional (Procuvin) actuante en la causa, respecto a secuestros de celulares de personas comprometidas en el encubrimiento y otras muchas producciones de prueba solicitadas.
Finalmente, en el pedido de recusación que se analizará en la audiencia de este jueves la querella le advierte a la jueza María Marrón que, “por estar en juego el derecho a un proceso justo, equitativo, respetuoso de los derechos humanos”, la familia de Facundo se reserva el derecho “de acudir ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación en caso de rechazarse la recusación aquí planteada”.
Vale recordar que el anterior pedido de recusación presentado por la familia de Facundo, que desbordaba de argumentos y elementos de prueba que demostraban la no investigación de la desparición de Astudillo Castro por parte del fiscal, fue rechazado por la jueza Marrón con argumentos endebles y haciendo de la parcialidad una lógica.
Frente a este nuevo pedido con más elementos, y ante la evidencia de que en 103 días de búsqueda de Facundo la Fiscalía Federal a cargo no ha dado ninguna respuesta a la altura de las circunstancias, vale preguntarse si la jueza Marrón seguirá manteniéndose en el inestable equilibrio de no quedar pegada a las peores maniobras de Ulpiano Martínez al tiempo que lo sigue sosteniendo al frente de una causa que quema. |