Un joven trabajador municipal precarizado de Abra Pampa, de 25 años, se encontraba internado desde el sábado 1° de agosto, pese a la insistencia constante de la familia, el pedido de ayuda al municipio nunca fue respondido. Fueron ellos mismos quienes se movilizaron para que tuviera una adecuada atención teniendo que recurrir a un laboratorio privado, pagando el estudio de su bolsillo (casi todo lo que cobra al mes). Luego de once días de espera por fin le llegó el resultado le diagnosticaron covid-19 positivo.
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Desde su retorno de la localidad Humahuaqueña donde se encontraba trabajando 15 horas de corrido y luego de haber estado alojado en el Hospital de Campaña de dicha localidad, agobiado, no se presentó a trabajar y decidió autoaislarse para preservar la salud de sus compañeros y familia. Sin embargo esta situación no fue relevante para sus superiores.
El joven actualmente se encuentra percibiendo una suma total de $8.500 por mes, casi equivalente a lo que le salió el hisopado, ello sumado a que carece de cobertura médica, seguro y demás beneficios de la seguridad social. Así totalmente precarizado y olvidado, luchó junto a su familia, quien en ningún momento decayó, ya que en estas circunstancias su salud había empeorado.
Esta situación deja a las claras el colapso del sistema de salud, poniendo en riesgo la vida de los trabajadores esenciales como son los de recolección, sumado a ello, los trabajadores de salud, quienes estuvieron en todo momento junto a este joven sin saber el parte médico correspondiente, exponiéndose y arriesgando su salud.
Mientras los políticos, empresarios y poderosos se hacen los estudios de covid-19 cada noche para dormir tranquilos; los trabajadores, los precarizados que están en las primeras líneas en esta batalla, deben pagar de su bolsillo para un hisopado. |