Este miércoles llegó un testimonio anónimo de un trabajador de la planta de Villa Gobernador Gálvez donde cuenta que la preocupación de los empleados ante la noticia de un caso positivo de COVID 19 es grande, ya que aislaron solamente al compañero contagiado, y el resto de la planta retoma sus actividades a la noche. Solo dos turnos avisaron desde la empresa que van a parar para dedicarle la sanitización que se le exige. Lo preocupante es que todos los compañeros que pudieron haber compartido algún lugar en común como vestuario, barandas, insumos, etc. tienen que volver a trabajar.
Unilever ya tiene decenas de casos positivos en las plantas que tiene en todo el país. En su planta de pilar que lleva más de 20 casos positivos en lo que va la pandemia, los trabajadores tuvieron que organizarse y tomar medidas por su cuenta para no ingresar a trabajar cuando aparecían contagios todos los días.
Las fábricas son grandes focos de infección. Aunque muchas de las empresas se esfuerzan por mostrar que cumplen con el protocolo vigente la realidad muestra que aunque muchas de ellas ni lo cumplen, el protocolo solo no alcanza. Vemos como día a día aparecen casos positivos en las fábricas. Ejemplos de esto son Electrolux y La Virginia. A esto se le suma que la mayoría de ellas viene despidiendo trabajadores, empezando por los tercerizados por las agencias de trabajo. Unilever no es la excepción, que violando descaradamente la prohibición de despidos viene dejando sin trabajo a varios trabajadores contratados.
Esto se debe a que los empresarios piensan solo en sus ganancias. Las vidas de los trabajadores para ellos son secundarias. Por eso es muy importante que se tomen medidas de urgencia, para prevenir que se multipliquen los casos.
En primer lugar es necesario realizar test masivos a todos los trabajadores de la fábrica antes de retomar la producción, y no solo los casos positivos o sospechosos. Esto se tiene que realizar periódicamente para controlar semana a semana si hay nuevos contagios. A Unilever le sobran los recursos para garantizar esto.
También se necesita construir comisiones de seguridad e higiene obreras, independientes de la empresa, compuestas por trabajadores elegidos democráticamente en cada sector que puedan determinar qué lugar, línea, máquina o sector debe dejar de funcionar sino están las condiciones sanitarias garantizadas. De esta forma se puede controlar que si la empresa no respeta su tratamiento y lo quiere mandar a trabajar o se niega a dar cuarentena a todo aquel que lo necesite, lo denuncien.
Hasta el momento la prioridad del gobierno fue solo la cuarentena estricta y luego cuando las patronales presionaron flexibilizaron la misma para las empresas. Sin embargo, en estos meses no existieron las inversiones masivas en salud, los testeos masivos, ni la centralización del sistema de salud para que no falten camillas. Es importante invertir las prioridades y enfrentar la pandemia con los recursos que sean necesarios, afectando los intereses de los más ricos del país. La situación hace que esto sea necesario y urgente. Para esto es fundamental desconocer la deuda odiosa y fraudulenta, y rechazar la negociación que se viene con el FMI. |