"Jujuy no tuvo un caso por más de 100 días. Se ofrecía a que los equipos de fútbol volvieran a entrenar. Un día dos jujeñas fueron a comprar hojas de coca a Bolivia y trajeron el virus. Así está Jujuy hoy. Ese riesgo está en muchos lados, porque la circulación local alcanza a 14 provincias", planteó Alberto Fernández, durante la conferencia de prensa que tuvo lugar este viernes.
El ejemplo de Jujuy fue utilizado a modo de lo que “podría pasar” si la población o “la gente” realiza reuniones sociales. Esta es la línea argumentativa -que no guarda estadística ni evidencia científica que la soporte- elegida por los gobiernos para evitar afectar los negocios de los principales focos de propagación del covid-19: las empresas.
El caso de Jujuy, con 200 trabajadores en minera Exar S.A y 305 en ingenio Ledesma, ésta última empresa es la que tiene el récord de obreros fallecidos del país, ya son once, no son tenidos en cuenta por las autoridades de gobierno. Obviamente, hacerlo implicaría cruzar la línea gruesa que separa a los gobiernos de los empresarios que no están dispuestos a detener ni un minuto el ciclo de producción que posibilita las ganancias de sus inversiones.
Esta cultura de la ganancia se impone sobre la vida de miles de trabajadores en todo el país, gracias a la complicidad de los gobiernos, como también en lo que les atañe a los sindicatos en manos de dirigencias vendidas.
Por último, el propio Fernández abonó los elogios al mandatario de Jujuy, el gobernador, Gerardo Morales, “pone todo sus empeños para salvar las vidas”. A decir verdad, el empeño y la vida misma la ponen enfermeras, enfermeros, médicas y médicos que sostienen un sistema público de salud colapsado y que apenas cuenta con 70 respiradores.
Durante toda la pandemia se construyeron hospitales de campaña que no son más que galpones o toldos en el mejor de los casos.
Pero si hay algo más que tienen en común Fernández y Morales es su afán por continuar la herencia menemista. La negativa a tratar el impuesto extraordinario a los millonarios presentado en el Congreso y a las mineras, ingenios y tabacaleras en la Legislatura de Jujuy por legisladores del Frente de Izquierda, han privado a la población de obtener los recursos financieros para equipar los hospitales. Tan solo si la familia Blaquier pagara este impuesto se podrían comprar el equivalente a 4.900 respiradores. Son prioridades, ambos lo saben, pero ante los empresarios se mandan a callar.
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