“En la moral y la ética de la iglesia, la vida humana es el gran Don, por eso la iglesia se la ha jugado por los derechos humanos, en todas sus formas, y todas las veces que la vida está puesta en juego, se defiende el corazón del evangelio, la vida y el corazón del ser humano, y hay que jugársela por eso”. Vargas plantea una solución al conflicto referenciándose en “ Dios”, tomando " la bondad" como la base para encontrar la salida. Le pide al gobierno que la Araucanía ocupe el primer lugar en la agenda pública. Pero, ¿ En la agenda pública para reprimir, o para atender a las demandas del pueblo mapuche?
Con el mismo discurso, Luchsinger, el hijo del matrimonio Luchsinger-Mackay, expresó hace días atrás en la prensa “Nadie quiere que esta persona se muera” y el presidente Sebastián Piñera se refirió de forma similar “Estamos haciendo y vamos a hacer todo lo que sea necesario para proteger la vida de las personas que están en huelga de hambre y lo vamos a hacer siempre respetando nuestras leyes, respetando los tratados internacionales que hemos firmado y respetando nuestro Estado de Derecho“.
Es que la Iglesia Católica, empresarios como la familia Luchsinger que se han dedicado a saquear las tierras del pueblo mapuche, los pasados gobiernos de la ex concertación y el gobierno de Sebastián Piñera, están firmes en defender un estado de derecho que defiende las grandes fortunas a costa de represión , intentando incluso que Celestino Córdova baje la huelga seca sin sus demandas a cambio, porque saben que una muerte podría desatar la furia en las comunidades mapuche y en el resto de Chile, que ya un amplio sector de izquierda, entre artistas, intelectuales, trabajadores, estudiantes y pobladoras han mostrado solidaridad.
El hipócrita llamado al diálogo que hacen éstas instituciones como la Iglesia Católica y la postura del presidente de justificar la condena con el concepto de Estado de Derecho, nos hace recordar lo más oscuro de la constitución heredada por Pinochet. El estado, el gobierno y sus instituciones niegan el carácter político de la demanda de los 27 comuneros mapuche en huelga de hambre en las cárceles de Angol, Lebu y Temuco. El obispo Vargas llega a salvar la imagen de un gobierno criminal, así como lo ha hecho a lo largo de su historia la institución y que se han dado la tarea de hacer desaparecer a las comunidades.
La solución de los partidos de izquierda como el FA y PC han sido impulsar campañas por la desmilitarización y un llamado a la solidaridad, lo cual es necesario, pero esto no basta. Se necesita un desplegar la solidaridad hacia el pueblo mapuche en fuerza material que permita defender el derecho a la autodeterminación del pueblo mapuche, la libertad a los presos políticos mapuche y de la revuelta. Es que la ubicación pasiva de las principales direcciones del organismo es criminal, frente a la detenciones de niños mapuche, de allanamientos en localidades de la novena región, y la impunidad que caracteriza a la justicia por las violaciones a los derechos humanos cometidos por la policía.
Exigimos a las principales direcciones de la CUT y el Colegio de Profesores, que convoquen a un paro nacional en solidaridad, por la libertad a los presos políticos mapuche , así unido a los otros temas que afectan al país, como el plan del desconfinamiento sin medidas de seguridad, y la falta de un plan de emergencia contra la violencia machista. Un paro nacional para sacar a Piñera, e imponer una asamblea constituyente libre y soberana. |