Según el informe elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) la inversión extranjera directa (IED) en Argentina registró un descenso del 41% en 2014 con respecto al 2013 y se ubica entre los tres países donde cayó. La inversión se ubica en 6.612 millones de dólares.
La Cepal analiza la evolución mundial de los flujos de inversión extranjera directa (IED), en América Latina y el Caribe en 2014 donde muestra que en la región “más de la mitad de los países experimentaron descensos en las entradas de IED, mientras que los restantes registraron incrementos de magnitud diversa. Los aumentos más destacados se produjeron en El Salvador y Chile, mientras que los mayores retrocesos ocurrieron en la República Bolivariana de Venezuela, México y la Argentina.”
De acuerdo al organismo, en el caso de Argentina, el descenso de la inversión se debe a la “nacionalización de YPF, que tuvo lugar en 2012, pero no terminó de resolverse hasta 2014” porque el gobierno pagó 5.000 millones de dólares a la española Repsol y como la mayoría de las acciones están en manos Argentinas eso generó “una entrada negativa en la balanza de pagos”.
Según la Cepal “al margen de esta operación, la inversión extranjera directa en el país se habría mantenido en un nivel similar al de años anteriores”. Sin embargo, en el mismo informe se observa que en 2013 también hubo un descenso de esta variable, la inversión cayó de 15.324 millones de dólares en 2012 a 11.301 millones de dólares en 2013, es decir que más allá de la operación YPF, que también es cuestionable su “nacionalización” se observa una tendencia de caída de la inversión en sintonía con lo que ocurre en el resto de los países de la región.
Con beneficios así, da gusto invertir
El informe destaca que los sectores beneficiados por las inversiones en el país fueron el sector minero, la industria automotriz y Vaca muerta. Así explica que “la compañía canadiense Yamana Gold está ejecutando un proyecto que supone la inversión de 450 millones de dólares en Cerro Moro”, y que “varios fabricantes de automoción han ampliado recientemente sus instalaciones de producción en la Argentina. En el mes de octubre, la japonesa Toyota comunicó que había ejecutado el 60% de un plan de inversiones por valor de 800 millones de dólares que había anunciado en 2013, mientras que la estadounidense General Motors informó en 2014 que su inversión de 450 millones de dólares se incrementaría hasta 720 millones de dólares. Por último, la italiana Fiat Chrysler anunció en 2013 la construcción en la Argentina de una nueva planta de fabricación de motores por un costo que podría alcanzar los 300 millones de dólares.”
No es sorprendente que estos sean los sectores preferidos por los inversores extranjeros, ya que reciben grandes beneficios por parte del gobierno argentino para hacerlo. Las mineras por ejemplo tienen varias denuncias por contaminación del agua, las tierras, el aire, y saquear los recursos naturales. Sin embargo los recursos que se presentan en la justicia, no avanzan como denunciaron los lugareños afectados. También cuentan con beneficios impositivos. Por ejemplo el informe de la Cepal cita a Yamana Gold que tiene varias denuncias en el mega yacimiento Agua Rica y la causa nunca prosperó. Mientras tanto siguen invirtiendo en nuevos proyectos..
Las automotrices también son un sector privilegiado por el gobierno, fueron beneficiadas con exenciones de impuesto, subsidios por trabajadores nuevos incorporados y recientemente gracias al SMATA que entregó el convenio, los nuevos trabajadores que serán contratados por las automotrices ingresarán sin categoría, cobrarán un salario 30% inferior y podrán ser reubicados en cualquier puesto.
La otra cara de la caída de las IED, que no cita el informe, son los sectores que no se consideran rentables o tienen trabajadores que se resisten a flexibilizar sus condiciones de trabajo. Allí los inversores optaron por irse del país, como ocurrió con la empresa Donnelley en 2014 dejando a sus trabajadores en la calle o como sucedió este año en Wordcolor.
La Cepal señala que “la rentabilidad media de la inversión extranjera directa ha disminuido en los últimos años y por lo tanto sugiere que en un contexto de menor crecimiento económico y contracción de la demanda internacional de sus principales exportaciones, los países de América Latina y el Caribe tendrán que atraer proyectos de IED”. En el caso de Argentina viene haciendo caso a este consejo, siguen beneficiando al capital extranjero para que vengan a invertir. |