La pandemia no detiene las ventas del Gobierno porteño, y esta vez son más de 1800 metros cuadrados en la zona de Núñez, una de las más cara de la Ciudad. El plan es construir torres de viviendas y oficinas. Se toma el modelo de Puerto Madero, que terminó siendo un negocio inmobiliario con docenas de viviendas ociosas a metros de villas sin agua potable.
El próximo lunes 24 de Agosto el Gobierno de la Ciudad pretende subastar 1800 metros cuadrados que correspondían al ex Tiro Federal en el barrio de Núñez. La venta arrancaría con una base de U$S 12.000.000, ya que está en una de las zonas más caras de la ciudad, justo en frente de la cancha del estadio de River Plate. El fin de esta venta es para construir torres para viviendas y oficinas.
La venta del todo el predio se viene haciendo por fracciones. En el 2018 ya se había vendido al Grupo Werthein junto al Fideicomiso Buenos Aires Landmark dos manzanas a U$S 151.500.000, siendo la subasta más importante en la historia del Banco Ciudad. Aunque el metro cuadrado lo pagó a U$S 1000 se estima que lo van a vender a U$S 6000.
Esta venta es parte del plan del “Parque de Innovación” que lleva el Gobierno porteño. En la propia página del proyecto se lo presenta como un campus que reunirá instituciones públicas y privadas destinadas a la innovación, la enseñanza superior y la investigación científica aplicada”. Este parque se va a dividir en tres polígonos: el A donde se va a construir dos torres de 100 metros de altura para viviendas y oficinas; el B en la esquina de Udaondo y Libertador donde se van a conservar las instalaciones del Tiro Federal y el C destinado a los temas de innovación.
Sin embargo en una entrevista a Clarín, Jonatan Baldiviezo del Observatorio de la Ciudad expresaba "Nuestra observación es que la venta de todas estas tierras termine reproduciendo lo que fue el modelo Puerto Madero. Las tierras se vendieron a privados y a su vez la Ciudad invirtió ese dinero en infraestructura para el mismo barrio; es decir, los privados no pusieron un peso más que en la construcción de viviendas de lujo. Más grave aún es lo que sucedió con el polígono A del "Parque de la Innovación": fue vendido en cuotas con una excepción. Pero esto sentó precedente y se transformó en una ley que se universalizó". Esta ley que se aprobó a fines del año pasado, le permite al GCBA establecer pagos parciales y/o diferidos para la cancelación del precio.
El modelo de Puerto Madero que es la base para este proyecto en Núñez, es una demostración de que los fines de las ventas terminan siendo inmobiliarios y especulativos sin ninguna presencia de beneficios sociales para los sectores más necesitados de la Ciudad. Uno puede caminar por Puerto Madero y ver los edificios de lujos con casas deshabitadas y oficinas en alquiler, a metros de la villa Rodrigo Bueno y la Villa 31 donde hay un gran hacinamiento y no todos los habitantes tienen agua potable ni luz eléctrica.
Tampoco la venta de estos terrenos tienen un fin ambiental y sigue siendo la Ciudad de Buenos Aires una de las que menos espacio verde tiene por cantidad de habitantes en relación a otras capitales del continente. Cuando hay una venta de terrenos públicos al sector privado se debe destinar un 65 % a espacios públicos. Esto es incluyendo veredas y calles, por ende lo que queda realmente como un espacio verde es alrededor de un 10 % a 15 % según relataba Enrique Viale de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalista al diario Clarín.
Como se puede ver la venta de terrenos e inmuebles públicos es uno de los negocios más redituables para el gobierno de Larreta y el sector privado. Por un lado la compra a un valor que después se vuelve a vender mucho más caro, creando burbujas inmobiliarias, donde ni siquiera se terminan usando esos inmuebles como viviendas o lugares de trabajo, como es el caso de Puerto Madero.
Los fines especulativos e inmobiliarios terminan siendo prioridad mientras que la emergencia habitacional y social que viven millones en una de las ciudades más ricas del América Latina nunca es atendida. Incluso parte del dinero de la venta supuestamente está dirigido a la “urbanización” de la villa 31, la cual ya fue denunciada (actualmente está frenada) porque no existe planificación con los habitantes de la misma, y termina yendo en contra de los intereses de los que viven ahí. Justamente el desastre de esta planificación se pudo ver en estos meses, cuando una parte de la villa se quedó sin agua durante semanas y eso dio pie a un gran crecimiento de casos de contagiados por Covid-19.
Como se puede ver la planificación de una ciudad está atravesada por los intereses de una clase empresarial que solo ve negocios para obtener más ganancias, con la complicidad del Gobierno de Larreta en este caso, a espaldas de las necesidades de millones de tener algo tan básico como una vivienda digna con los servicios básicos garantizados.