A las y los estudiantes de los institutos terciarios siempre nos hicieron trabajar gratis. Si en la presencialidad las residencias son un punto de inflexión en la carrera de formación docente, en este contexto se vuelve todo más complejo. Cualquier estudiante de nivel terciario sabe que acceder a las prácticas muchas veces implica dejar el laburo, ya que no son ni más ni menos que un trabajo extra donde se llevan adelante todas las tareas que realiza un docente cómo la planificación de contenidos y las clases que se dictan, sin contar que todos los gastos de materiales corren por cuenta de cada residente.
Esto es producto de que la educación pública no es una prioridad para ningún Gobierno. No hay ninguna planificación seria del sistema educativo. Si fuera así, todos los estudiantes avanzados que quieran ser docentes tendrían que tener la posibilidad de ingresar al Estado para trabajar como pareja pedagógica con docentes que ya tienen cursos, permitiendo que a medida que avanzamos con nuestras carreras podemos hacer nuestras prácticas y residencias en esas mismas escuelas. En cambio, existe una diferencia muy grande entre las y los docentes que se reciben y la cantidad de aulas y grados a cubrir.
Con la pandemia esto se puso más áspero. Según la Dirección General de Escuelas Normales Superiores y Artísticas del Ministerio de Educación de la Ciudad, expresó mediante la resolución NO-2020-13909513- GCABA-DGENSYA en el artículo N°12 que: “La acreditación de las residencias pedagógicas estará condicionada a la posibilidad de implementar las instancias formativas de carácter presencial requeridas por los planes de estudios”. Por otro lado, el Instituto Nacional de Formación Docente abre la posibilidad de que se elaboren propuestas para llevar adelante las residencias en la virtualidad, ya que el conjunto de la educación funciona de esta manera. Dos resoluciones contradictorias, y que hasta ahora, sólo la primera es la que se viene aplicando.
Este año muchos y muchas estudiantes que estaban realizando sus últimas materias y prácticas o residencias no podrán recibirse. Para este tramo de las carreras lo que se definió es que se realice el tramo teórico y que una vez vuelta la presencialidad, algo que es completamente incierto, se realice la práctica dentro del aula. Hay cientos de estudiantes que quedaron entonces detenidos en las carreras sin poder recibirse con la incertidumbre atada a la vuelta a la presencialidad y para quienes no se ofrece ningún plan alternativo más que esperar. En el caso del Gran Buenos Aires, están implementado el mismo criterio de vuelta a la presencialidad para la aprobación de residencias. Estas son decisiones que tenemos que tomar los docentes y estudiantes juntos.
Esta traba para poder cursar las prácticas docentes, residencias y hasta incluso recibirse pone un palo en la rueda para garantizar, no sólo nuestro derecho a la educación, sino también el de los pibes y pibas. La pandemia sólo exacerbó la lógica mercantilista de la educación. Hay miles de pibes sin docentes y sin cursadas garantizadas por parte del Estado. Los actos públicos digitales no son transparentes ni dan garantía de continuidad para los cargos en el caso de Ciudad o ni siquiera es para todos los programas y niveles educativos para la Provincia. La solución que se encuentra es que los docentes y preceptores se sobrecarguen de trabajo.
Las y los estudiantes, que ya muchos trabajamos en el sistema educativo, queremos dar respuesta para avanzar en nuestras prácticas docentes o residencias.
Estas son algunas propuestas que queremos acercar desde las agrupaciones estudiantiles de la Juventud del PTS en la 9 de Abril y No Pasarán para ser discutida de forma democrática y desde abajo en asambleas por profesorado y en comisiones entre estudiantes y docentes para elaborar una propuesta específica:
- El Ministerio de Educación de la Nación, bajo la dirección de Nicolás Trotta, y de todos los distritos y provincias, deben brindar información sobre cuántos docentes se encuentran cesados, sin cargos o sin alumnos. Cuántos estudiantes se encuentran en situación de poder cursar sus residencias o prácticas docentes. Cuántos niños, niñas y adolescentes se encuentran sin docente o cursadas garantizadas. No puede haber ni un solo chica o chico sin docente, ni un solo docente sin estudiantes. A los cuales, además, se les debe garantizar el derecho a la conectividad, liberación de datos móviles, computadoras y todo insumo que sea necesario para poder estudiar.
- Para todas las y los docentes precarizados en el sistema público y privado, sean estudiantes o no, estén en este momento ocupados o desocupados, exigimos una IFE para todos y todas de $30.000 en base al impuesto a las grandes fortunas.
- Para reducir la sobrecarga docente, crear puestos de trabajo y permitir que avancemos en nuestros estudios proponemos que se destine un presupuesto necesario para poner en funcionamiento parejas pedagógicas junto a maestros y maestras de grado, garantizando nuevos cargos y alivianando la tarea de quienes hoy se ven frente a grupos de 30 estudiantes o más, no sólo para la ciudad más rica del país sino también para el resto de las provincias. Esto es posible si se rompe con el presupuesto de endeudamiento del macrismo que sigue vigente aún en el 2020.
- Todos los y las estudiantes que estén trabajando en una institución educativa se le debe permitir ser evaluados en el aspecto práctico de sus residencias y prácticas docentes en el mismo lugar donde trabajan, en articulación con sus respectivos docentes y casas de estudio. Les estudiantes que ya están trabajando en el área, ya pueden ser evaluados. Y ni hablar que muchos trabajan en forma precaria, por lo cual es necesario que, además, se les garantice un sueldo de cuarentena de 30 mil pesos, en base al impuesto a las grandes fortunas como ya presentamos desde las bancas del Frente de Izquierda - Unidad.
- Se deben reincorporar a cada una de las y los docentes que fueron cesados durante la pandemia. Se deben abrir actos públicos virtuales transparentes que contemplen a todos los y las estudiantes que deban cursar sus prácticas y residencias y que no estén trabajando en una institución educativa. Se podrían crear nuevos puestos de trabajo para las y los estudiantes.
Juventud e infancias precarizadas
La expulsión de los niños, niñas y adolescentes del sistema educativo no es privativo de la virtualidad en un país donde se estima que en diciembre llegaremos a 8 millones de pobres en este sector etario. La virtualidad tan sólo puso de relieve un problema estructural: el pueblo trabajador y pobre no son prioridad de ningún Gobierno. O se festeja el pago de la deuda odiosa para los buitres, o se toman medidas de fondo para las familias. No existen medias tintas.
La precarización de la vida se traslada a todos los niveles y momentos del sistema educativo, transformándose en la precarización de la educación. En los Institutos de Formación Docente las y los estudiantes contamos con los peores trabajos, como aquellos en los que el Gobierno te cataloga de “esencial” pero te tratan de forma descartable. También dentro del propio sistema educativo, que aprovechándose de que sos estudiante.
En la provincia donde gobierna Axel Kicilof se dejó a 40 mil docentes sin trabajo desde principio de año por no abrir siquiera actos públicos virtuales, generando cientos de cursos en primaria y secundaria sin docentes. En una provincia donde tan sólo en la Zona Sur hay un 21% de desocupación. Según estudios de la UNICEF, en todo el país, el 28% de las y los estudiantes de familias que reciben la Asignacion Universal por Hijo, no tienen acceso a internet. Hace pocos días el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodriguez Larreta, brindó una información alarmante: 5.100 estudiantes quedaron afuera del sistema educativo. La propuesta para solventar su situación fue que los sectores más golpeados por la crisis fueran a las escuelas a exponerse al contagio, ellos y sus familias.
Organicémonos por nuestras demandas
La pelea que tenemos que dar junto a las y los trabajadores de la educación, exigiéndole a sus sindicatos mayoritarios como la UTE-CTERA que se pongan a la cabeza, no es solo para avanzar en nuestra formación, sino para cuestionar profundamente este sistema educativo que reproduce y profundiza la desigualdad social.
¿Futuros docentes de qué país vamos a ser? En nuestras aulas no estamos todos. No está Facundo Castro, no está Valentno Blas Correa, no está Lucas Verón. Que se los llevó la maldita policía y el Estado. Y si no es la yuta es el virus o el hambre: la escuela se convertirá cada vez más en un territorio de cuidados y necesidades. Si no se pone la salud, la alimentación y la educación pública como una prioridad, nuestra pelea está por la mitad. La familias víctimas de gatillo fácil, el personal de salud, el movimiento de mujeres mayoritario en la docencia, junto con las y los pibes de los profesorados y la Universidad, tenemos que ser grandes aliados para las peleas que tenemos por delante. Volviendo a ganar las calles, haciendo movilizaciones masivas, con las y los pibes, con miles de guardapolvos.
Los sindicatos y los centros de estudiantes, en su mayoría kirchneristas o peronistas, tienen que organizar asambleas masivas en cada profesorado y escuela para decidir cómo afrontar esta realidad. Hace pocos días 1400 trabajadores de la educación se reunieron en una Asamblea Nacional Docente impulsada por la 9 de Abril, mostrando que la fuerza y la disposición para pelear por nuestras demandas está. Hablamos de una fuerza de millones a nivel nacional, los sindicatos docentes tienen que priorizar los derechos de las y los trabajadores.
Las y los estudiantes necesitamos nuestras herramientas de organización y debate. Es por esto que hacemos un llamado al conjunto de las y los estudiantes, docentes y agrupaciones de izquierda para impulsar el sábado 29 de Agosto un Encuentro de Estudiantes Terciarios de Ciudad y Provincia de Buenos Aires junto a la Izquierda. Necesitamos una fuerza de miles para ser nosotros y nosotras las que decidamos.
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