La postal es perversa: varios paraguas amontonados para impedir que se pueda ver el cuerpo de un hombre en el propio piso del local, abierto, con gente circulando y comprando en su interior.
El fallecido es un trabajador de la propia empresa, quién tuvo un infarto mientras se encontraba en el lugar. La multinacional de capitales franceses no dudó en que sus prioridades eran seguir vendiendo, cubriendo el cuerpo en el pasillo con cajas de cerveza y paraguas. El cuerpo se mantuvo así durante 3 horas y media. Para ellos, negocios son negocios. Para los dueños de este sistema, las vidas trabajadoras no valen nada.
El hecho ocurrió el pasado 14 de agosto pero recién se dió a conocer esta semana, cuando se viralizó y generó indignación en las redes sociales. Recién entonces la empresa sacó un comunicado pidiendo disculpas a la familia y afirmando que “estamos listos para apoyarlos en cualquier forma que sea necesaria”.
Recordemos que las cadenas de supermercados son uno de los sectores que más registra casos de empleados enfermos por Covid-19 ante el maltrato y el incumplimiento de protocolos de parte de las empresas. Un verdadero crimen patronal, que en Argentina tiene como resultado que para principios de este mes ya se contabilizaran mas de 1.100 trabajadores contagiados.
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