Ayer las llamas provocadas por los incendios intencionales en las islas de Entre Ríos comenzaron a asediar las casas de los pobladores, en su mayoría pescadores. Al menos dos familias perdieron sus ranchos, y muchos más se encuentran en riesgo de ser alcanzados por el fuego. Sucede en la zona de Boca de la Milonga, ubicado a la misma altura que la localidad santafesina de Granadero Baigorria, y las llamas se extienden desde ese área hasta cerca del Puente Rosario-Victoria.
Cerca de cien activistas autoconvocados y de organizaciones ambientalistas se organizaron para trasladarse a ese sector de las islas y colaborar en la tarea de frenar las llamas. Muchos de ellos volvieron por la tarde y relataban la situación desesperante que viven los lugareños. Entre ellos la situación de "un hombre de 85 años que lloraba en la orilla del río porque su casa estaba prendida fuego, y estaba solo" contaba Renzo Savoretti, quién además denunció que no hay ayuda estatal para evitar que las viviendas se incendien.
Desde la tarde y hasta ahora se desarrolla una asamblea sobre el puente Rosario-Victoria, convocada a último momento en vistas de la gravedad de la situación. El corte, de todos modos, está garantizado por una columna de humo que atraviesa el puente. Por la tarde también hubo una manifestación y corte de la Autopista Rosario-Buenos Aires a la altura de Villa Constitución, con las consignas "Basta de quemas" y "Ley de Humedales ya".
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