Ayer, en un comunicado, el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin dejó claro que la Iglesia considera que la sanción del Matrimonio Igualitario en Irlanda es un “atraso de la humanidad”.
La República de Irlanda, de fuerte tradición católica, dijo sí al matrimonio igualitario mediante un referéndum que aprobó por el 62,07% del electorado, la sanción de esta demanda de la diversidad sexual. El norte de Irlanda es parte del Reino Unido y es la única región donde no existía el matrimonio igualitario, en contraposición a Gales, Escocia o Inglaterra.
El sexo es malo, malo. El discurso de hoy de Francisco ante los obispos dominicanos se produjo al día siguiente de que, durante la tradicional audiencia de los miércoles, dedicara su catequesis al noviazgo, donde sostuvo que debe ser un tiempo en el que se aprenda a conocerse antes de llegar al matrimonio.
"Sí, muchas parejas llevan mucho tiempo, también en la intimidad, a veces conviviendo, pero no se conocen de verdad. Parece algo extraño, pero la experiencia demuestra que es así", dijo el Papa en la Plaza de San Pedro. También agregó: “Es urgente una amplia catequización sobre el ideal cristiano de la comunión conyugal y de la vida familiar, que incluya una espiritualidad de la paternidad y la maternidad".
“Sigamos presentando la belleza del matrimonio cristiano: ’casarse en el Señor’ es un acto de fe y amor, en el que los esposos, mediante su libre consentimiento, se convierten en transmisores de la bendición y la gracia de Dios para la Iglesia y la sociedad”, sancionó. Una manera rebuscada y sádica de ver el amor, el mismo que declaró la Guerra de Dios cuando se discutía el matrimonio entre personas del mismo género, defiende a ultranza el modelo familiar. Sin ir más lejos, en recientes declaraciones impuso su modo de adoctrinamiento infantil, donde recomendaba un “par de chirlos” en caso de que los niños se porten mal.
De esta manera, queda claro que para la Iglesia y su oscurantismo, el sexo sólo tiene una finalidad reproductiva, pretendiendo legislar el deseo de las personas e imponiendo una moral retrógrada, de un modelo que defiende la sumisión de las mujeres y la imposición patriarcal. Es menester exigir la separación de la Iglesia del Estado; nadie debe legislar sobre nuestro sentir. |