Esta semana se dio a conocer el fallo emitido por los jueces Silvia Hoerr, Liliana Torrisi y Claudio Bernard, que condenaron por “homicidio simple por dolo eventual” a Iván Fontán, al haberlo encontrado responsable de lanzar una bengala y causar la muerte de Miguel Ramírez en el recital de La Renga, realizado el 30 de abril de 2011 en el autódromo “Roberto Mouras” de La Plata.
La pena que recayó sobre Fontán es mucho más severa que la aplicada en otros casos similares, dado que utiliza una figura penal muy controvertida.
¿Qué significa homicidio simple por dolo eventual?
El dolo eventual es una de las cuestiones más debatidas en el derecho penal, es una figura que se encontraría entre la culpa (negligencia del autor) y el dolo (intención de cometer el delito). Es decir que el sujeto se representa el resultado dañoso como posible. Las críticas a esta fórmula implican que los jueces puedan deducir la voluntad interna del autor, es decir, que tuvo "dominabilidad" y de esta forma aumentar el poder punitivo del Estado, como ocurrió en este caso.
¿Por qué fue utilizado en este caso?
Miles de jóvenes en cada uno de los recitales y eventos deportivos son sometidos a cacheos, hostigamientos y maltratos policiales. No solo deben hacer un gran esfuerzo para pagar los costos de la entrada, sino que también deben pagar, a veces, hasta con su propia vida, como en el reciente caso de Ismael Sosa*, asesinado en manos de la policía cordobesa durante la presentación del último disco de La Renga el verano pasado. Frente a la brutalidad policial, la Justicia mira para otro lado y siempre que puede trata de responsabilizar a la víctima. Pero en este caso, la identificación de un responsable entre la multitud vino como anillo al dedo para mostrar una Justicia “activa”.
El caso de Nehuén Rodríguez, el joven atropellado por un patrullero de la Policía Metropolitana que transitaba a alta velocidad sin sirenas y pasando semáforos en rojo, es una muestra de las diferencias de “criterio” judicial. La causa está caratulada como homicidio culposo, lo cual reduce la pena de los responsables, siendo que podría haberse utilizado el "homicidio simple por dolo eventual". Pero en este caso los acusados son policías.
Podemos visualizar infinidad de expedientes judiciales, sin embargo, encontraremos excepcional que jueces dicten penas duras para policías, funcionarios públicos y empresarios. Las varas de la Justicia hacen distinciones de acuerdo a la pertenencia social de los acusados.
Se ha difundido también que la pena de Fontán es "ejemplificadora". Estas teorías retrógradas son asimiladas a "la prevención general negativa" (se dirige a quienes no delinquieron para que no lo hagan), producen que se eleven las escalas penales como en este caso y generalmente son dirigidas hacia un determinado sector social, siendo una vía más para la criminalización de la pobreza. Pero como el conflicto social es estructural de esta sociedad, esta operación política-jurídica desvía la responsabilidad y en última instancia, este progresivo aumento de poder punitivo estatal llevaría a condenar a cadena perpetua todos los delitos. Recae individualmente y encuentra entre los jóvenes pobres a sus principales "blancos" preferidos.
En síntesis, estas condenas que tocan casos sensibles para la sociedad buscan recomponer, con ayuda de los medios de comunicación, la confianza de un poder judicial que frente a grandes flagelos hacia la juventud, como en el caso de Cromañón, fallan con penas leves –en el caso que las haya– a la mayoría de los políticos y empresarios responsables, llegando al máximo de ni siquiera sentar en el banquillo al principal responsable político, el ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra.
Tanto la utilización de bengalas, como todos los temas que hacen a la integridad de quienes deciden disfrutar de la música, deben ser parte de un profundo debate hacia el interior del movimiento cultural del rock y la juventud. Pero son los mismos jóvenes desde abajo, con campañas de concientización y organización independiente de los gobiernos y empresarios que lucran con la diversión de multitudes, quienes pueden encontrar una salida. |