La erupción del Vesubio
La erupción del Monte Vesubio del año 79 se suele atribuir al 24 de agosto, aunque por los vestigios arqueológicos (ropas encontradas en los cuerpos, comida en las ofrendas, la dirección del viento según el Museo Nacional Marítimo de Australia, etc.) los expertos más bien piensan que sucedió el 24 de octubre de ese año.
La ciudad se encontraba haciendo celebraciones dedicadas al emperador Augusto, a cuyo honor se debe la adición del mes de agosto y que había sido elevado a un dios por aquellas fechas; también se daba la Vulcanalia, un festival al dios Vulcano (Hefesto en Grecia) y a quien se le habían atribuido los terremotos de días y años anteriores, en particular el terremoto del año 62 y cuyos daños todavía se encontraban reparando al momento de la erupción. Los pompeyanos interpretaron estas señales de actividad volcánica como buen augurio de la Vulcanalia y mucha más gente de lo normal se encontraba en la ciudad celebrando cuando el volcán entró en actividad.
La ciudad, así como el otro puerto de Herculano, quedaron destruidas y borradas del mapa y varios de sus habitantes y turistas quedaron sepultados por el flujo piroclástico (más de eso adelante) del Vesubio, dejando los restos de las personas congeladas en el tiempo, muchas aún con sus rostros reflejando dolor y miedo al momento de morir intoxicados por los gases. Los intentos de rescate resultaron en vano por la actividad sísmica y el viento que soplaba en dirección a la ciudad.
Pompeya era una ciudad que, si bien era relativamente poco poblada, era una verdadera Las Vegas del Imperio Romano. Varios grafitis sobreviven en las paredes de los burdeles con leyendas tales como "Fortunata sabe cómo complacer a los hombres" y frescos alusivos a la actividad sexual, con el dios Príapo y su excesivamente largo miembro retratados en las paredes. En total se cree que fallecieron cerca de 5 mil personas.
En realidad los romanos no tenían un nombre para describir a los volcanes, pues pensaban que eran montañas como las demás y que dentro de ellas el dios Vulcano se encontraba trabajando en su taller haciendo herrería para los dioses. Plinio el viejo atribuyó las columnas de lava que resplandecían en la oscuridad causada por la columna de ceniza a hogueras en honor a Vulcano hechas por los pompeyanos festejando la Vulcanalia, pero los gases alcanzaron Estabia y murió junto con dos esclavos; su cráneo fue encontrado a principios del siglo XX y recientemente se confirmó que era él.
La erupción del Krakatoa
En agosto de 1883, el volcán Krakatoa, situado en la isla del mismo nombre, al este de Java, en Indonesia, entró en actividad y finalmente estalló el 27 de ese mismo mes. El sonido de la erupción se pudo escuchar hasta Australia a 5 mil kilómetros de la isla, siendo (se cree) el más alto jamás registrado con 180 decibeles; existen anécdotas en las cuales marineros a 40km quedaron sordos por la onda sonora. Se calcula que 36,417 personas perecieron debido a la erupción y los tsunamis.
Los tsunamis lograron llegar hasta Sudáfrica y la expulsión de gases y ceinzas bloqueó parte de la atmósfera, lo suficiente como para que en los años subsecuentes la temperatura global bajara un grado, conocido como invierno volcánico. La famosa pintura de El Grito de Edvar Munch sugiere que el paisaje retratado en ella es consecuencia de la explosión del Krakatoa, cuyas cenizas hicieron ocasos muy rojizos en partes tan lejanas como Noruega. Munch mismo inadvertidamente da a entender que efectivamente fue por la erupción que pintó su obra:
Paseaba por un sendero con dos amigos; el sol se puso. De repente, el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio: sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad. Mis amigos continuaron y yo me quedé quiero, temblando de ansiedad. Sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza.
Las erupciones plinianas
Se conocen como "Erupciones plinianas" a las erupciones volcánicas de gran magnitud. Se nombran en honor a dos personas en realidad: Cayo Plinio el viejo y Cayo Plinio el Joven, sobrino del primero. Plinio el viejo comandó tropas para auxiliar la evacuación de Pompeya, pero fue a descansar a la villa de su amigo Pomponiano en Estabia y desde allí atestiguó la erupción.
Mientras tanto, su sobrino Plinio el joven decidió quedarse a estudiar y no fue sino hasta dos décadas después de la muerte de su tío que describió la destrucción de Pompeya. Las erupciones plinianas se caracterizan por erupciones extremadamente violentas, con columnas de ceniza que alcanzan cientos de kilómetros de altura, expulsión de piedra pómez (piedra extremadamente porosa) y flujos piroclásticos, que es como se denomina a la mezcla de lava con alto nivel de acidez con tierra y nieve circundante que genera una especie de lodo muy caliente.
Este tipo de erupciones pueden generar efectos climáticos de mediano plazo como los ya mencionados inviernos volcánicos. De hecho, la hija de la feminista Mary Wallstonecraft, Mary Shelley, escribió su obra Frankenstein en 1816 en Suiza (al igual que su amigo John William Polidori con su obra El Vampiro) como consecuencia de un invierno volcánico conocido como "el año sin verano" debido a la erupción del Monte Tambora en Indonesia, siendo la más grande erupción registrada en la historia y con la mayor cantidad de víctimas (cerca de 71 mil).
Entre este tipo de erupciones podemos encontrar, en la era reciente, las erupciones del Monte Santa Helena en 1980, El Chichonal en Chiapas en 1982, el pinatubo en 1991 en Filipinas, el Chabuco en 2015 en Chile y se cree que el famoso Monte Suribachi en Iwo Jima (en cuya cima se tomó la icónica fotografía de soldados izando la bandera estadounidense) es uno de tales volcanes y que está próximo en entrar en actividad. |