A las escuelas integrales asisten personas con severos trastornos de personalidad, entre otras patologías y discapacidades. Para abordar la enseñanza básicamente los y las docentes de estas adolescencias deben poner el cuerpo. Es decir, el distanciamiento social preventivo y obligatorio como nueva modalidad para relacionarse en los ámbitos educativos y laborales, son prácticamente imposibles de llevar a cabo.
¿Cómo vivís desde tu lugar en la escuela, esta situación nueva de pandemia - cuarentena?
Nosotros somos una institución muy chica. Se creó en octubre del 2019, somos solamente 9 docentes, porque no alcanzaron a crearse todos los cargos que estaban prometidos para este este año, incluso los equipos técnicos. Y lo que estamos haciendo es acompañarlos, buscando el apoyo, desde distintos lugares, sobre todo desde la supervisión y desde otras escuela integrales. Nosotros estamos muy conectados con la escuela número 4 de Plottier y con la supervisora, tenemos reuniones con el equipo técnico de esa escuela, realmente nos sentimos apoyados, porque hemos encontrado en la supervisora y en esa institución, el sostén para poder llevar adelante la inclusión en este marco de virtualidad.
¿Cuáles son las mayores dificultades que te encontraste?
Tengan en cuenta que trabajamos con alumnos de abordajes complejos STP (severos trastornos de la personalidad). Por supuesto que el mayor inconveniente que tenemos es el contacto directo con estos alumnos que hoy no lo podemos hacer. Y con los alumnos de inclusión la barrera más importante es la conectividad, creo que esto pasa en todas las instituciones, hay un montón de estudiantes que no cuentan con los medios, o solo cuentan con un teléfono en la familia, viven en lugares donde no hay conexión, o hay que llamar al vecino que le pase el teléfono, ninguna de las instituciones escapa a esta realidad, es una de las principales barreras, la comunicación con los estudiantes.
¿Cuál fue el acompañamiento del Distrito?
Con respecto al Distrito VI nosotros hemos solicitado módulos de alimento, no contamos con comedor en la escuela y nos habían dicho que no nos correspondía. Y en particular el distrito nos respondió con los módulos alimentarios, y además le hemos solicitado, aunque llegó tarde, pero llegó elementos para los alumnos que tenemos en sede para poder trabajar con material concreto, porque estos estudiantes de abordaje complejo obviamente no pueden seguir un tutorial.
¿Cómo ves la posibilidad de una vuelta a clase?
Con respecto a la vuelta a clase, considero que tienen que estar los espacios de discusión, primero desde el sindicato que hoy está cerrado, tendría que ser el primero en generar los espacios de discusión para hablar sobre un protocolo de vuelta. Se está discutiendo en muchos ámbitos la vuelta a las aulas, y justamente no son los compañeros que tienen que poner el cuerpo lo que están discutiendo el regreso o no a las escuelas. En esto además de hacer responsable al gobierno, que debe generar los espacios de discusión, también hago responsable a nuestro sector sindical que tampoco está convocando para haya una real discusión sobre este tema.
Si te hablo de la particularidad de nuestra institución, el trabajo con ellos es directo. Desde el momento que bajan del vehículo hasta que van al aula el contacto es directo y continuo, es estar mano a mano con ellos, y entre ellos también, donde no se puede respetar el distanciamiento social obligatorio, y que además muchos de ellos son alumnos de riegos, no por la discapacidad, sino por distintos problemas, renales, respiratorios. Yo considero que para nuestros alumnos de sede es imposible la vuelta a clase en este contexto. La vuelta a clases debe ser una decisión colectiva, de quienes estamos en las aulas, junto a la familia, es decir la comunidad educativa. |